Vallenato con Blackberry

Vamos con Juan Manuel/un motivo para comenzar/para seguir avanzando en paz. El sexto piso del selecto hotel Dan Carlton, en la zona norte de Bogotá, cimbró al compás de los cantos de victoria. Lo más granado de la alta sociedad y los representantes de los sectores populares, que se inclinan aquí por el populismo de derechas, juntaron sus manos bajo la lluviosa noche. Juntos lanzaron sus alabanzas al señor del los cielos y al de esta tierra, Álvaro Uribe, por permitirle a Juan Manuel Santos quedar tan cerca de la gloria electoral.

Hubo globos, música y una lluvia de papeles con los colores del Partido de la U.«¿Y cuándo viene Juan Manuel?»,se preguntaban los asistentes, y atenuaban la espera con café y zumos de frutas exóticas.«Era mentira. Los medios trataron de manipular a la opinión pública»,dijo Iván Villazón, estrella del vallenato, canción popular colombiana, al subir al escenario de los festejos, para contonearse con los presentes.

«Representamos una ciudadanía nueva»,se lo escuchó decir a Mockus en las pantallas de televisión«No me gustaría estar en su pescuezo»,dijo una señora que parecía haber ido a una gala y no a un acto político.«Pues que se embrome», le respondió su consorte.«Sí, Juan Manuel ganó el 31 de los 32 departamentos, mientras que este chiflado ganó en Facebook y Twiter»,agregó un acompañante de la pareja, y todos rieron.

«El 20 rematamos»

«El pueblo aquí es muy indeciso, pero al final pensó»,le señaló a este periodista Julissa, una afrocolombiana que llegó hasta el hotel para agradecerle a Santos en nombre de su comunidad. Astrid, una rubísima abogada de 27 años y voluntaria en la campaña del partido uribista, en el otro extremo social, compartía el análisis mientras controlaba los mensajes de su Blackberry último modelo. Cuando Santos arribó, se llevó todas las aclamaciones.«Hoy ganamos, el 20 rematamos». La violencia se cuela en todo en Colombia: también en las consignas de la victoria.