PLAN PARA PROVOCAR UN CONFLICTO ARMADO ENTRE PALESTINOS

EEUU conspiró en secreto para derrocar a Hamás

Condoleezza Rice y el ministro israelí Ehud Barak, ayer en Jerusalén.

Condoleezza Rice y el ministro israelí Ehud Barak, ayer en Jerusalén.

RICARDO MIR DE FRANCIA
JERUSALÉN

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Un reportaje de investigación de la revista estadounidenseVanity Fairacaba de desmontar la teoría del golpe de Estado de Hamás, sostenida por el presidente palestino Mahmud Abbás y numerosas cancillerías occidentales. Poco después de la impoluta e imprevisible victoria electoral de los islamistas, Estados Unidos puso en práctica un plan secreto para derrocar al Gobierno democráticamente elegido apoyándose en las fuerzas de Al Fatá.

La conspiración, aprobada por el presidente de EEUU, George Bush, y encargada, según la revista, a Condoleezza Rice, pasaba por provocar una guerra civil entre los palestinos. Pero el tiro les salió por la culata y Hamás barrió a su rival en la sangrienta batalla del 2007 en Gaza.

La investigación, firmada por David Rose, se basa en documentos confidenciales corroborados por fuentes del Departamento de Estado y altos cargos palestinos. Su trama recuerda a los hitos más oscuros de la política exterior estadounidense, como el golpe que derrocó en 1953 al primer ministro iraní Mohamad Mossadeg, la invasión de Bahía de Cochinos o elcaso Irán-Contra.

EL OBJETIVO

"Hay que estrujar a esos tipos", fue la respuesta del Departamento de Estado a la victoria electoral de Hamás. A partir de entonces, EEUU, en sintonía con Israel y la aquiescencia de Occidente, impone el bloqueo económico al nuevo Gobierno. Pero al ver que el aislamiento no funciona, decide armar y financiar a Al Fatá a través de sus aliados árabes con el fin de derrocar a sangre y fuego a los islamistas. La figura elegida para poner en marcha la guerra sucia es el hombre fuerte de Al Fatá en Gaza, el exjefe de la Seguridad Preventiva Mohamed Dahlán, a quien Bush llama "nuestro hombre" en Palestina. "Fue un fallo estratégico" confiar en Dahlán, reconoce en el reportaje el exembajador de EEUU en la ONU John Bolton.

Paralelamente a la campaña de secuestros y asesinatos lanzada por Dahlán y repelida por Hamás con idéntica brutalidad, EEUU presionó al presidente Abbás. En octubre del 2006, la secretaria de Estado, Rice, y el viceasesor de Seguridad Nacional, Elliot Abrahams, le piden en Ramala que cese al Gobierno e imponga el estado de emergencia. "Si cumples", le dice más tarde en un ultimátum el cónsul estadounidense, "te apoyaremos material y políticamente". Pero Abbás no se atrevió a hacerlo hasta que Hamás expulsó a sus fuerzas de Gaza en la batalla final.

"Me temo que lo que pasó no fue tanto una asonada de Hamás, como un intento de golpe de Al Fatá sofocado antes de su materialización", asegura a la revista David Wurmser, exasesor del vicepresidente Dick Cheney. Según Wurmser, que dimitió tras la derrota de Al Fatá, la Administración Bush de "se enzarzó en una guerra sucia para dar la victoria a un dictador corrupto", dice en referencia a Abbás.