NUEVO ACTO SIMBÓLICO DE UN ARTISTA COMPROMETIDO

El pianista israelí Barenboim recibe la ciudadanía palestina

El director de orquesta defiende la coexistencia entre ambos pueblos

RICARDO MIR DE FRANCIA
JERUSALÉN

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Desafiando una vez más a sus críticos y en pro del entendimiento entre culturas enfrentadas, el pianista y director de orquesta israelí Daniel Barenboim recibió durante el fin de semana la ciudadanía palestina. "Es un gran honor recibir este pasaporte", dijo tras un recital al piano en la ciudad cisjordana de Ramala. "Espero que mi nuevo estatus --apostilló el músico judío, de 65 años y origen argentino-- sea un ejemplo para la coexistencia entre israelís y palestinos".

El currículo de Barenboim, salpicado de hazañas profesionales como la dirección de la Orquesta Sinfónica de Chicago, la Staatskapelle de Berlín o La Scala de Milán, está también marcado por un acentuado compromiso político. Crítico acérrimo del muro y de la ocupación israelí, Barenboim fundó junto al difunto intelectual palestino Edward Said la orquesta East Diwan, que reúne a jóvenes músicos árabes y judíos. "Los destinos del pueblo israelí y palestino están ligados inextricablemente. Hemos sido bendecidos, o condenados, a vivir juntos, y yo me quedo con lo primero", declaró al aceptar la ciudadanía.

Barenboim no ha huido nunca de la controversia. Hace siete años cometió la herejía de representar en Jerusalén la ópera Tristán e Isolda de Wagner, el compositor predilecto de Hitler. Entonces añadió unos cuantos enemigos a ese sector de la derecha israelí que le desprecia por sus críticas a la ocupación. Preguntado por la visita del presidente de EEUU a la región y las renovadas esperanzas de paz, Barenboim recomendó prudencia. Y se recreó en la mención que hizo George Bush a la ocupación: "Ahora incluso la gente no demasiado inteligente dice que la ocupación debe terminar".