La canciller alemana desoye a China y recibe al Dalai Lama

EFE / BERLÍN

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La canciller alemana Angela Merkel ha recibido al Dalai Lama, máximo representante religioso y cultural del Tíbet, desoyendo así las advertencias de las autoridades chinas sobre un empeoramiento de las relaciones bilaterales si se producía dicha cita.

La visita había sido declarada por el gobierno de "intercambio privado de opiniones" como parte de la práctica habitual de Merkel de recibir a representantes de las diversas religiones. Aunque no hubo ha habido declaraciones en público, el hecho de recibir al Dalai Lama en la Cancillería es para Pekín motivo suficiente para interpretarlo como una afrenta.

Aspiraciones secesionistas

En días pasados, el Ministerio de Exteriores chino convocó al embajador alemán, Michael Schäfer, para transmitirle sus protestas y el deseo de que la reunión fuera desconvocada. Pekín interpreta el hecho de que un jefe de gobierno alemán haya decidido por primera vez recibir al Dalai Lama como un apoyo indirecto a lo que considera aspiraciones secesionistas de Tíbet y, por ello, como una "intromisión en asuntos internos".

Dos días antes del encuentro, el vice-portavoz del gobierno alemán Thomas Steg aseguró que si bien Berlín apoyaba las aspiraciones del Dalai Lama hacia una mayor autonomía cultural y religiosa de Tibet, consideraba que cualquier solución pasa por un diálogo directo entre ambas partes. Por su parte, el portavoz de Exteriores, Martin Jäger, recalcó que para el gobierno alemán "está fuera de toda duda" que la "región autónoma del Tibet forma parte del estado chino".

China ocupó el Tíbet en 1951 y desde entonces lo considera parte de su territorio. El Dalai Lama vive en el exilio desde 1959.