El Mickey de la 'yihad'

RICARDO MIR DE FRANCIA / JERUSALEM

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A Mickey Mouse le ha salido un clon palestino que adoctrina a los niños en la glorificación del martirio, la supremacía islámica en el mundo y la aniquilación de Israel. El personaje de Disney, bautizado como Farfur, aparecía hasta ahora en el programa infantilLos pioneros del mañana, emitido por el canal de televisión por satélite Al Aqsa TV, creado por Hamás, el partido mayoritario en la coalición del Gobierno palestino.

El contenido de sus mensajes, más propios de un régimen totalitario, ha despertado tantas críticas dentro y fuera de los territorios palestinos que el Ministerio de Información ha decidido retirarlo para su"revisión"porque presenta"un enfoque erróneo"de la lucha palestina contra la ocupación israelí.

Inocencia aparente

A simple vista el programa, que ha durado solo tres episodios, es tan inocente comoBarrio SésamooLos Mundos de Yupi. Sobre un decorado con números de colores en las paredes, Farfur, disfrazado como una imitación del ratón Mickey, dialoga con Sara, una niña con el cabello cubierto con un hiyab que ejerce de copresentadora.

Ambos les enseñan a los niños a ser obedientes con los padres, a lavarse los dientes o a beberse la leche por la mañana. Pero, entre medio, introducen conceptos abanderados por el extremismo islámico, del que Hamás es su máximo exponente palestino.

"Estamos sentando las bases para dominar el mundo bajo el liderazgo del islam. ¿No es cierto, Sara?",arenga Farfur en un tono semejante al que emplean algunos imanes en las mezquitas."Sí, nuestros queridos niños",responde ella.

"Nosotros, los pioneros del mañana, restauraremos la gloria de esta nación. Con la ayuda de Dios, liberaremos (la mezquita de)Al Aqsa, liberaremos Irak (...) y los países musulmanes invadidos por los asesinos",añade más tarde el roedor con voz impostada, a veces simpática y en otras ocasiones más propia de un político exaltado.

El punto de partida para esa avanzadilla islámica es"toda Palestina", de la que se excluye a Israel, país al que Farfur se refiere como"la opresora e invasora ocupación sionista", reproduciendo así el lenguaje clásico de Hamás.

Canciones de resistencia

En el programa se alienta la participación de los niños a través del teléfono. Algunos cantan las llamadas"canciones de la resistencia",que copan las ondas de Gaza."Ya vamos Jerusalén/ nos llega la hora de la muerte/ nunca nos rendiremos", trata de entonar Mohamed, de 12 años.

En otra de las llamadas, Farfur pregunta a una niña llamada Sanabel cómo sacrificaría su alma en nombre de la mezquita de Al Aqsa de Jerusalén, mientras hace el gesto de empuñar un fusil."Disparando",responde ella."¿Qué hemos de hacer para liberarla?",insiste el roedor."Luchar",afirma con timidez."Eso ya lo hacemos, ¿qué más?",replica."Aniquilar a los judíos",balbucea la chiquilla, según puede escucharse en el extracto de uno de los capítulos colgados en Youtube.

El programa pone de relieve el adoctrinamiento al que Hamás, que administra en Gaza varios colegios, asociaciones de mujeres, emisoras de radio y un periódico, somete a los niños. Pero también el alcance de la cultura de la violencia entre los menores, producto de cuatro décadas de ocupación israelí pero a su vez, según el psiquiatra infantil afincado en Gaza Samir Qutta, inherente a la propia sociedad palestina.

Clima de violencia

"Existe un clima de violencia extendida en casa y en el colegio, donde las peleas entre niños son habituales",explica Qutta a este diario. Las raíces, argumenta, son los abusos físicos y mentales que sufren de los mayores, la discriminación entre sexos, y los escasos espacios recreativos, como jardines y parques, que existen en Gaza.

El 94% de los menores de la franja sufren estrés postraumático, asegura este coordinador del Comité para la Salud Mental de los Niños."Algunos han sido víctimas directas de los bombardeos, otros han presenciado muertes y actos de violencia",explica el doctor Qutta.

El entorno de lucha entre facciones, pobreza, paro, criminalidad y ataques israelís no ayuda a detener el ciclo infernal."Necesitamos paz para nuestros niños, porque la situación es catastrófica",concluye el psiquiatra infantil.