Fallece el dictador que sometió a Turkmenistán a un régimen casi medieval

EFE / MOSCOU

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El presidente de Turkmenistán, Saparmurat Niyazov, ha fallecido de un paro cardiaco a los 66 años.

Niyazov, que fue elegido presidente de la república centroasiática en 1990, en pleno proceso de desintegración de la URSS, pasará a la historia como el primer jefe de Estado vitalicio del espacio postsoviético y como creador de un régimen dictatorial marcado por un culto a la personalidad de visos surrealistas y con aspectos más propios de la edad media.

El dictador se hacía llamar  Turkmenbashí o padre de todos los turcomanos, acumuló todos los títulos y honores imaginables y escribió el Rujkhnamá (Libro del alma), declarado "constitución moral" para todos los turcomanos y texto de estudio obligatorio.

Padre de todos los ciudadanos

Tras su aspecto bonachón y sonrisa fácil se ocultaba un político de implacable dureza, que durante su gestión acabó hasta con la más mínima muestra de disidencia en el país. En 1999, Niyazov, primer ministro y líder del único partido político turcomano legal, fue declarado "presidente vitalicio" por el Parlamento, pero el "padre de todos los turcomanos" había anunciado su intención de convocar elecciones presidenciales el 2009.

Prohibió la ópera, los conciertos y el circo

El culto a su personalidad desborda los límites de lo imaginable: sus retratos y estatuas doradas se encuentran a cada paso en Turkmenistán, y entre los monumentos que se levantaron en vida destaca una escultura giratoria chapada en oro de cinco metros de altura que siempre está orientada hacia el sol.

Las decisiones de Niyazov abarcaban todos los aspectos de la vida de los ciudadanos de Turkmenistán. Impuso a los extranjeros el pago de una tasa para desposar a mujeres del país y en abril del 2001 clausuró el teatro de la ópera y el ballet, las salas de conciertos y el circo de Asjabad por considerar que esas actividades artísticas son "ajenas" al espíritu nacional turcomano.

Puso a abril el nombre de su madre

Al año siguiente, cambió los nombres de los meses del año y de los días de la semana. Enero pasó a llamarse Turkmenbashí, es decir, recibió de nombre el título que ostentaba Niyazov, y abril, Gurbansoltam edzhe, que era el nombre de la madre del desaparecido presidente, a quien también se le erigió un monumento en Asjabad.

Por ironía del destino, Niyazov ha muerto un jueves, que según el calendario que él mismo impuso por decreto pasó a llamarse Sogap gün o Día bendito

Presentadores de TV, sin maquillaje

Niyazov prohibió maquillarse a los presentadores de los cuatro canales de televisión, todos ellos estatales, y ordenó a los dentistas del país que se abstuvieran de colocar coronas de oro a sus pacientes por "antiestéticas".

A comienzos de este año, el dictador ordenó una reforma del sistema los pensiones, que dejó sin jubilación a 107.000 pensionistas, decisión que afectó principalmente a campesinos y discapacitados y organizaciones derechos humanos rusos llegaron a calificar de "genocidio".