"¿Me pone con Churchill?"

BEGOÑA ARCE / LONDRES

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Ring, ring..."¿Oiga? ¿Me pone con el señor Churchill? Buenos días, ¿podría pedir hora con el doctor Freud? Sr. Hitchcock, perdone que le llame, pero soy una admiradora y sé de un crimen que quizás podría interesarle-".

Hubo un tiempo en Gran Bretaña en el que los nombres, números de teléfono y direcciones de políticos, artistas y personalidades de la vida pública aparecían en el listín telefónico. Una era, que ahora parece imposible, en la que cualquiera podía llamar a los hogares de gente como el futuro primer ministro, el padre del psicoanálisis, o el maestro del suspense.

Una consulta fascinante

"Es muy difícil imaginar que alguien pueda encontrar el número de Jude Law o de Tony Blair en los listines telefónicos de hoy",afirma Josh Hanna, el director de Ancestry.co.uk. Su compañía, dedicada al rastreo de historiales y genealogías familiares, acaba de poner en internet, con la colaboración del gigante de la comunicación, British Telecom, el contenido de las guías telefónicas británicas, cuyos primeros ejemplares se remontan a 1880.

"Consultar esos libros es absolutamente fascinante. Su publicación añade un gran valor a nuestros archivos en la red y aporta a familias e historiadores sociales una información única sobre el siglo XX, que era hasta ahora muy difícil de encontrar",señala Hanna.

El principal objetivo de la iniciativa es facilitar la búsqueda de antepasados. Los archivos, sin embargo, son una mina para los curiosos, porque están repletos de nombres famosos. Para llamar a Winston Churchill en los años 20, cuando era un destacado diputado conservador y vivía en Sussex Square, bastaba con marcar el prefijo PAD, la abreviatura del barrio londinense de Paddington, seguido por el número 1003. El teléfono de otro futuro primer ministro conservador durante la segunda guerra mundial, Neville Chamberlain, también figura en el listado.

Uno de los primeros nombres registrados fue, en buena lógica, el del inventor del teléfono, Alexander Graham Bell, inscrito en la guía de 1880. El número de Bram Stoker, autor de Drácula (Victoria 1436), está en el listín de 1910 y en 1930 aparece el del actor Laurence Olivier. El número de Sigmund Freud, exiliado en Londres, a donde llegó con su familia huyendo de los nazis, está en el directorio de 1939, y responde a la casa en Hampstead, que fuera su último domicilio, hoy transformada en un pequeño museo en su honor.

Britten y Mosley

El compositor Benjamin Britten, el inventor de James Bond, Ian Fleming, y el líder de extrema derecha Oswald Mosley, encarcelado por sus simpatías con los nazis, también se hallan en las guías."Nos hemos comprometido a preservar la historia de las comunicaciones y estoy encantado con este proyecto",asegura David Hay, responsable de los archivos de British Telecom. Ni siquiera el palacio de Buckingham, en 1916, o en 1943, Kim Philby, el espía que colaboró con Moscú durante la guerra fría, tuvieron inconveniente en que sus números de teléfono fueran de dominio público.

De momento, los 430 tomos de Londres y sus alrededores serán los primeros en ser accesibles en internet, conteniendo más de 72 millones de nombres. Los de todo el país alcanzarán los 250 millones de inscritos y estarán disponibles a finales del año próximo.

Que nadie espere sin embargo encontrar en las listas el número o la dirección de Kate Moss, Mick Jagger o J.K. Rowling. Los famosos de hoy jamás permitirían que su intimidad se viera amenazada con la divulgación esos datos. En cualquier caso, la información de las guías termina en el año 1984, cuando British Telecom fue privatizada.