ENTREVISTA A PATRICIA ABELLA

"El HC-One puede salvar vidas"

Patricia Abella, CEO de Worldwide Heart Control

Patricia Abella, CEO de Worldwide Heart Control / periodico

X. D.

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-El sistema HC-One utiliza los nuevos avances tecnológicos para detectar anomalías cardiacas. ¿Cómo funciona?

-El sistema funciona realizando un electrocardiograma (ECG) en tiempo real, mientras el usuario lleva el dispositivo (banda pectoral), permitiendo analizar cualquier anomalía que pueda darse. Hemos establecido tres niveles de alarma: uno bajo en el que la detección no sea relevante, pero se den ciertas recomendaciones al usuario; una media por la cual se recomiende y sugiera al usuario que visite a su médico de referencia para un control; y una alta, según la cual el riesgo de infarto puede ser inminente, y activando de forma totalmente autónoma, los servicios de emergencia para que el usuario sea atendido a la mayor brevedad posible.

-Los 'wereables' –dispositivos que se llevan como si fuera un complemento más–, ¿serán cada vez más habituales en el ámbito de la salud?

-De hecho el futuro –no muy lejano- se dirige hacia eso precisamente. Cada vez más, el famoso IoT (Internet of Things) entrará con fuerza en el ámbito de la salud. Ya existen numerosos sistemas de control, si bien es cierto que, al menos de momento, muchos dispositivos han sido rechazados por la FDA por no cumplir lo que prometían que hacían. Pero está claro que la proliferación de estos productos está a la orden del día y pronto se hará común algo más ‘invasivo’ como son los implantes, es decir, aplicaciones subcutáneas de pequeños dispositivos.

-¿Cómo fue el proceso de desarrollo de su proyecto y posterior puesta en marcha de la empresa? 

-El proyecto surge como una idea de una enfermera a quien se le ocurrió una pulsera que detectara el no-pulso del usuario y activara emergencias. Ella me cedió el concepto y me permitió llevar a cabo el análisis, estudio de viabilidad y plan del mismo, lo que hizo que el proyecto mutara de una pulsera a una banda pectoral con monitorización continua, que pretende salvar vidas. El prototipo funcional estará listo para entrar en fase de industrialización para poderlo comercializar a final de este año 2019.

-¿Cuál es principal reto que afrontan actualmente?

-Actualmente el gran desafío es conseguir completar la ronda de inversión que tenemos abierta (300.000 euros), para poder llevar al proyecto cuanto antes adelante para comercializarlo y salir a mercado como un producto comercial, dirigido especialmente a un público deportista de alta intensidad y acostumbrado a los gadgets mientras, en paralelo, trabajamos en el desarrollo del dispositivo médico.

-¿Les ha ayudado trabajar con un banco que se toma tan en serio la transformación digital como BBVA?

-BBVA ha confiado desde el primer momento en el proyecto. Han visto el potencial que tiene y el gran impacto que supone que un sistema así esté en el mercado, con lo que todo lo que han hecho ha sido darnos facilidades para disponer del circulante que un proyecto de estas características requiere. Son, además, flexibles y muy ágiles en los trámites.

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