Sucesos

La presión policial en el aeropuerto y en Barcelona desplaza a los multirreincidentes a L'Hospitalet

Los Mossos aplican planes de seguridad ciudadana específicos en la ciudad para abordar el problema de los narcopisos y los robos con violencia

Más de mil agentes se despliegan en Barcelona, Badalona y L'Hospitalet en una macrooperación contra la multirreincidencia

Los delitos suben un 6,4% en L’Hospitalet en el último año, principalmente debido a los hurtos

Imagen de una operación de Mossos y Urbana en L'Hospitalet

Imagen de una operación de Mossos y Urbana en L'Hospitalet / Mossos

Germán González
Àlex Rebollo
L'Hospitalet de Llobregat
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"Estamos en medio". De esta forma tan gráfica los responsables de los Mossos d'Esquadra de L'Hospitalet de Llobregat alertan de la llegada a la ciudad de los multirreincidentes que antes actuaban en Barcelona o en el aeropuerto de El Prat y que, por la presión policial, se han desplazado hacia la segunda ciudad de Catalunya. La mayoría se concentran en la zona de la Fira cuando se producen eventos como el Mobile World Congress (MWC), que atrae a muchos de estos delincuentes, o en las inmediaciones de la línea de metro L9, que conecta la ciudad con el aeropuerto.

En el primer dispositivo dentro del plan 'Kanpai' para acabar con los multirreincidentes a principios de abril participaron 14 comisarías de Barcelona, Badalona y L'Hospitalet. Esta última concentró el 19% del total de identificaciones y el 20% del más del centenar de detenidos que se produjeron. Para realizar este operativo, los agentes de L'Hospitalet tuvieron el refuerzo de unidades de orden público, tal y como pasa en otros dispositivos que se realizan en la ciudad.

El intendente de Mossos Antoni Flores, adjunto a la jefatura del área básica policial de L'Hospitalet Llobregat, y el inspector Carles Quesada, subjefe de esta comisaría, explican a EL PERIÓDICO que en la ciudad se cometen unos 2.100 delitos mensuales, un 65% de ellos hurtos. Después están las estafas, que incluyen las que se cometen en el mundo virtual, los robos con violencia e intimidación y las sustracciones dentro de vehículos. La última Junta Local de Seguridad, celebrada en marzo de 2025, constató un aumento de los delitos de un 6,4% respecto al año anterior. El alcalde de L'Hospitalet, David Quirós, reconoció entonces que los datos “no son positivos”, pero defendió que, en los últimos meses “la planificación y la actuación conjunta” de todos los cuerpos policiales está dando resultados. Quirós instó a también a "redimensionar los efectivos policiales en una ciudad que no sólo ha crecido en población, sino que, actualmente, dispone de grandes polos de actividad y atracción", como la Fira o más de una veintena de estaciones de metro, Ferrocarrils y Renfe.

Los mandos policiales remarcan que la "casuística única" de L'Hospitalet con más de 280.000 habitantes concentrados en 12 kilómetros cuadrados que tiene el municipio, en el que hay barrios con la mayor densidad de población de Europa, provocan que la ciudad sea un "preludio de lo que puede pasar en otras zonas de Catalunya". También en cuestiones de seguridad, ya que en algunos barrios hay un porcentaje muy elevado de población migrante, con un contraste cultural que pueden tener un impacto en la convivencia y en el uso del espacio público.

Por eso, los Mossos combaten la delincuencia en la ciudad de forma "transversal" siempre en colaboración con otros cuerpos policiales, como Guardia Urbana de L'Hospitalet o Policía Nacional, pero también con cuerpos de emergencia y con el Ayuntamiento, ya que consideran que no todo pasa por poner más policías sino también por la atención social. Precisamente, el gobierno local confía también en desarrollar el Plan del Samontà de la mano de la Generalitat para incidir en la raíz de la vulnerabilidad de los barrios con mayores problemáticas y actuar de una forma más "preventiva".

Más narcopisos

Entre los dispositivos que se montan está el llamado 'Brida', para acabar con los robos violentos que generan alarma social y han crecido en la ciudad en los últimos dos años. O el 'Xarxa', contra los 'carteristas' en el transporte público, ya que por la ciudad pasan los turistas que se desplazan al aeropuerto en autobús, tren o metro. Los agentes también han notado que se cometen muchos robos en vehículos en las cercanías de los narcopisos o narcolocales, que también han proliferado en la ciudad.

Como explica el intendente Flores, la presión que los Mossos han hecho en el distrito barcelonés de Ciutat Vella contra estos puntos de venta de droga ha trasladado su auge a L'Hospitalet en los últimos años. En lo que va de año, se han desarticulado 17, ya sea por acciones de seguridad ciudadana o por investigación de las redes delincuenciales que hay detrás. Sin embargo, la ciudad ha llegado a tener 40 narcopisos, de los que un 99% están ocupados y pertenecen a grandes tenedores inmobiliarios.

Al ser puntos en los que se compra y se consume es compleja la desarticulación, según los Mossos, ya que se debe pedir autorización judicial por la comisión del delito. Por eso, la policía explora la vía civil para que los propietarios denuncien la actividad ilícita que se comete dentro junto con la usurpación, para poder actuar. A los agentes también les preocupan los robos con fuerza que suelen pasar cerca de estos narcopisos, ya que los consumidores no siempre suelen intercambiar droga por dinero.

Aceite por droga

Flores remarca que los narcopisos se han convertido en puntos de receptación en los que los consumidores llevan objetos robados como móviles, televisiones y hasta garrafas de aceite para intercambiarlo por dosis de droga. Luego los traficantes suelen vender estos productos para conseguir más dinero. Los Mossos suelen tener en cuenta el aumento de los robos en zonas concretas y las molestias que generan los narcopisos para incrementar la presión policial.

La policía catalana ha identificado a dos tipos de ladrones en L'Hospitalet, los que tienen más de 30 años, que suelen ser politoxicómanos, y los menores de 30, que también pueden consumir, pero suelen utilizar patinetes para cometer asaltos caracterizados por los robos de móviles o cadenas, junto con huir tras un hurto a la salida del metro. A los mandos policiales les preocupan estos delincuentes juveniles, ya que muchos son menores y por eso instan a la colaboración con Servicios Sociales para abordar esta problemática. En L'Hospitalet se calcula que unos 1.400 adolescentes entre 12 y 16 años no están escolarizados.

En octubre pasado, los Mossos de L'Hospitalet detectaron un incremento del 48% de robos cometidos con patinetes eléctricos, llegando a tener puntas del 80% en algunas semanas. Por eso se hizo un protocolo de actuación interno con la Guardia Urbana y se intensificaron los controles preventivos lo que permitió decomisar más vehículos de movilidad personal que servían para delitos. Los Mossos creen que una reforma de la ordenanza municipal para poder parar de forma preventiva a patinetes que la incumplan. Fuentes del gobierno local reconocen que tienen pendiente la modificación de la ordenanza para facilitar el trabajo de los cuerpos de seguridad en este ámbito, pero recuerdan que quien tiene la sartén por el mango en este tema es la Dirección General de Tráfico (DGT) y que medidas como el seguro obligatorio para patinetes no entrarán en funcionamiento hasta el 2026.

Acompañamiento de las víctimas

Otra de las medidas implantadas por la comisaría de Mossos en L'Hospitalet es el acompañamiento a las víctimas de robos violentos para que puedan identificar en el juzgado al sospechoso. En este sentido, fuentes de la policía catalana remarcan que se intenta dar "todas las herramientas" posibles a Fiscalía y jueces para que puedan ordenar prisión preventiva de los detenidos y que no siempre la víctima de un hurto o robo está seguro de cómo era el sospechoso que lo cometió, ya que "se aprovechan de los momentos de distracción como cuando sales del metro".

Por eso, los agentes acompañan a las víctimas que han denunciado un robo y pueden establecer la identidad de un sospechoso de su casa al juzgado. De esta forma, los jueces tienen más elementos de prueba, como es esta identificación, para decidir si esa persona va a prisión preventiva y puede dejar la actividad criminal como mínimo el tiempo que esté en prisión, ya que muchos criminales tienen el robo o los hurtos un 'modus vivendi'. 

Los Mossos también lamentan la poca videovigilancia que hay en la ciudad, principalmente en las zonas en las que se cometen más robos, como la salida de los transportes públicos, puesto que con estas imágenes se podrían establecer más identificaciones. Además, el inspector Quesada subraya "el grado de implicación" que tienen los agentes destinados a la comisaría por los resultados que se consiguen pese a la enorme carga de trabajo que tienen.

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