El AMB estudia incumplimientos detectados en el servicio de autobús de L’Hospitalet

El Àrea Metropolitana de Barcelona (AMB) asevera que ha detectado “algunos incumplimientos” que dificultan la prestación del servicio de autobús en L’Hospitalet y El Prat de Llobregat. Así lo confirman fuentes de la administración metropolitana después de que el portavoz de ERC-EUiA en L’Hospitalet, Jaume Graells, celebrara en un comunicado que el AMB “se abra a estudiar la posibilidad de iniciar sanciones contra la empresa concesionaria de buses en la ciudad: Moventis”.

Preguntado sobre la posibilidad de imponer multas Moventis, el Àrea Metropolitana se limita a señalar que los incumplimientos se han detectado en el “marco del seguimiento habitual que hace el AMB de los contratos” y remarca que ahora los está estudiando. Hace una semana, a preguntas de este diario, el AMB pedía a trabajadores y empresa que “trabajen juntas” para llegar lo antes posible a “un acuerdo que acabe con las perturbaciones del servicio y permita avanzar en la mejora de su calidad”, a raíz también de un conflicto laboral que lleva más de medio año enquistado.

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En su comunicado, Graells dijo que la posibilidad de las sanciones se certificó el pasado 11 de febrero en la comisión ejecutiva del organismo supramunicipal, donde Graells participa como portavoz metropolitano de ERC. "Ha llegado el momento de tomar medidas efectivas para obligar a la empresa a cumplir con las condiciones laborales y del servicio", señaló el líder de la oposición hospitalense, quien apuntó también que, además de en el contrato, la administración metropolitana había “constatado posibles incumplimientos” de las "condiciones del servicio de bus y de sus trabajadores".

En este sentido, Jaume Graells se mostró confiado en que el inicio de posibles expedientes sancionadores sirva para "presionar a la empresa, para que se siente de una vez con los trabajadores".

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Conflicto enquistado

Ya hace medio año que el servicio de autobuses públicos de L’Hospitalet y el Prat de Llobregat convive con un conflicto laboral creciente y cuya resolución, en vez de acercarse a su fin, cada vez se ve más lejos. Desde el pasado mes de septiembre, el comité de empresa ha convocado múltiples jornadas de huelga y paros parciales que todavía continúa. Así, el operador, Moventis —a través de la empresa Marfina Bus— dice que no negociará con los trabajadores mientras mantengan convocadas jornadas de protesta. Y los trabajadores exigen movimientos a la empresa antes de desconvocar ninguna huelga.

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El comité de empresa de Marfina presentó hace poco menos de un mes una demanda de conflicto colectivo para solicitar la nulidad de la aplicación del artículo 41 del Estatuto de los Trabajadores que la compañía aplicó de forma unilateral para reestructurar jornadas laborales y vacaciones. Unos cambios que fuentes de Moventis defienden que “no han sido tomados a la ligera” y que, insisten, “es un mecanismo legal y necesario para alinear las condiciones laborales con las exigencias actuales del contrato y garantizar la sostenibilidad del servicio público”. Un conflicto ya de por sí complicado, pero viciado además por una división sindical que también ha ido a más en los últimos meses y con unas elecciones sindicales en el seno de la empresa cuyo proceso justo arranca.