Conflicto enquistado
Se agudiza la crisis en los autobuses de L’Hospitalet, que afrontan ya su tercera convocatoria de huelga en dos meses
El comité de empresa mantiene el pulso a Moventis, responsable del servicio, y se prevé que la pugna se alargue hasta que no se les de respuesta
Además, Moventis ha impulsado una modificación sustancial de las condiciones laborales de forma unilateral que los sindicatos rechazan
CONTEXTO | Los conductores de autobús de L’Hospitalet y el Baix Llobregat vuelven a ir a la huelga
CAMBIO DE OPERADOR | Moventis tomará las riendas de los autobuses de L’Hospitalet y el Prat a principios de abril de 2024

Pasajeros suben a un autobús de L'Hospitalet en la avenida Carmen Amaya. / Elisenda Pons


Àlex Rebollo
Àlex RebolloPeriodista
Los días grises no abandonan a los autobuses de L’Hospitalet y El Prat de Llobregat. El servicio de transporte público metropolitano en estas ciudades acumula ya 11 jornadas de huelgas y paros parciales desde mitades de octubre y, de momento, ya hay programados otros cuatro días de protestas para este mes de diciembre. “El conflicto, lejos de cerrarse o finalizar, pues seguramente se alargue o se incremente. Aunque no es nuestra intención”, asevera Eduardo Migallón (CCOO), presidente del comité de empresa de Marfina Bus en L’Hospitalet, empresa del grupo Moventis que gestiona el servicio.
Entre otras cuestiones, el comité reclama pactar los calendarios laborales, fijar el día de cobro —incluyendo salario y variables— entre el día 5 y 7 de cada mes o adecuar los horarios y las frecuencias de las líneas —atendiendo así también a las quejas de usuarios por el tiempo de espera y, en ocasiones, aglomeraciones—. Así, el presidente del comité insiste en que, en su caso, no reclaman mejoras económicas, sino de funcionamiento y organización.
Desde un primer momento, Moventis ya apuntó que no se sentaría a negociar cambios organizativos o de condiciones mientras hubiera días de huelga convocados. Ni empresa, ni conductores han cedido, por lo que el conflicto se ha mantenido atascado desde entonces. En este sentido, desde el inicio de las protestas, fuentes de Moventis siempre han defendido haber “trabajado de manera proactiva y mantenido una comunicación fluida con los empleados en todo momento”.
Expedientes
Así, el comité de empresa denuncia que el operador ha abierto expedientes disciplinarios a 27 empleados con relación a uno de los días de paro parcial. Estos corresponden al día 7 de noviembre, ya en la segunda convocatoria de huelgas.
Según explica Eduardo Migallón, ese día había convocado un paro de dos horas por la mañana y otro por la tarde. “Los trabajadores o trabajadoras que no tenían servicio mínimo esas dos horas podían ejercer su derecho a huelga o podían salir con servicio mínimo voluntario”, comenta el presidente del comité. Migallón señala que la empresa solicitó que, al terminar el primer paro, los autobuses estuvieran en el inicio de la línea, pero que esos 27 expedientados permanecieron hasta la hora de finalización en la cochera porque estaban “ejerciendo su derecho a la huelga”. Así, la empresa abrió expedientes por los consecuentes retrasos en el inicio de servicio, según sus propias previsiones, explica Migallón, quien considera que “están vulnerando el derecho a huelga”.
“En el momento en el que yo arranco el autobús ya no estoy ejerciendo el derecho a paro y el paro estaba legalmente registrado de 7 a 9 h de la mañana. Entonces, a aquellas personas que se reincorporaron algunos minutos tarde al inicio se les puso un expediente como falta muy grave, que supone una suspensión de 21 a 60 días, o inclusive el despido”, añade Eduardo Migallón.
Cambio sustancial de las condiciones laborales
A este escenario ya de por sí caldeado, se han añadido otros elementos. “A lo largo de los últimos meses, la dirección de la compañía ha intentado reiteradamente abrir un espacio de diálogo con la plantilla para abordar estos problemas y buscar soluciones consensuadas. Sin embargo, la negativa a establecer una negociación efectiva nos ha obligado a tomar medidas unilaterales para desbloquear esta situación”, apuntan fuentes de Moventis a este diario.
Concretamente, la empresa ha hecho uso del artículo 41 del Estatuto de los Trabajadores, que permite una “modificación sustancial de las condiciones de trabajo” de forma unidireccional por parte de la compañía. Las mismas fuentes insisten en que la decisión “no ha sido tomada a la ligera” y que “es un mecanismo legal y necesario para alinear las condiciones laborales con las exigencias actuales del contrato y garantizar la sostenibilidad del servicio público”.
Moventis, principalmente busca modificar la distribución de la jornada laboral de los trabajadores para que, en vez de ser de lunes a viernes con fines de semana opcionales, pase a ser de lunes a domingo y, por lo tanto, todos los conductores pasen a cubrir de forma rotativa las guardias del fin de semana. También mover el calendario de vacaciones, ahora concentrado entre junio y septiembre, para que estas se distribuyan durante todo el año. En Moventis sostienen que ahora “no siempre se logra la cobertura necesaria para operar todas las rutas los sábados y domingos” y que se generan “graves dificultades” para cubrir las necesidades de personal durante los meses de mayor demanda.
Para Eduardo Migallón este movimiento de Marfina Bus supone “subir el conflicto al máximo nivel que puede”. Así, el presidente del comité de empresa avisa que contemplan la posibilidad de judicializar esta modificación. En esta línea, el presidente del comité reprocha que Moventis se hiciera con el concurso de los autobuses de L'Hospitalet con una oferta anormalmente baja —oferta que la compañía luego justificó ante el Área Metropolitana de Barcelona (AMB)— y que ahora modifique acuerdos previos a la subrogación de la plantilla. De momento, sin embargo, se ha abierto un periodo de consultas y se ha establecido un calendario con distintas reuniones entre ambas partes que terminará el próximo 23 de diciembre.
División sindical
Con todo, aún hay un elemento que dificulta aún más si cabe la situación: la división sindical. Si bien la primera convocatoria de huelga fue secundada por los tres sindicatos con representación (CCOO, UGT y USTEC), en noviembre UGT se desvinculó, como ha hecho ahora en esta tercera convocatoria en diciembre. En el comité de empresa, desde que se formó hace casi cuatro años, de hecho ya no está UGT, que cuenta con seis delegados, sino que lo integran los cinco de CCOO y los dos de USTEC.
Rafael Santoyo, secretario general de la sección sindical de UGT en Moventis, explica que coincide en algunas de las demandas y quejas del comité, como que hay problemas en la prestación del servicio o con los horarios y la cantidad de expediciones. Sin embargo, dice que en su caso apuestan más por el diálogo como herramienta para solucionar esos problemas y reprochan que los documentos presentados en el Tribunal Laboral para convocar las primeras huelgas no coincidían del todo con lo que se había aprobado previamente en asamblea.
Así, aunque algunos afiliados a UGT sí que han participado de los últimos paros, algunas de las últimas convocatorias han llegado a tener servicios por encima de los servicios mínimos establecidos en horas de menos afluencia. “Ellos se han desmarcado porque, por lo que nos llega, entienden que la vía del diálogo es la única que da margen. Nosotros entendemos, porque así han sido ratificadas las diferentes asambleas, que la plantilla entiende que mientras no se solucione la problemática laboral, y menos lo de los expedientes, no se puede dejar de convocar días de huelga”, comenta por su parte Migallón. Un escenario de división interna que se mantiene meses antes de que se vuelvan a convocar elecciones sindicales en el seno de la plantilla.
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