Urbanismo

Una de cada tres ciudades de la región de Barcelona excede la densidad poblacional "óptima" para vivir

Un nuevo estudio liderado por el urbanista Ramon Gras concluye que el crecimiento debe limitarse en urbes como L'Hospitalet o Santa Coloma de Gramenet

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La plaza Europa de L’Hospitalet vista des de Montjuïc.

La plaza Europa de L’Hospitalet vista des de Montjuïc. / FERRAN NADEU

Àlex Rebollo

Àlex Rebollo

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De los 160 municipios que componen la llamada región metropolitana de Barcelona, un área de unos 5,2 millones de habitantes, 51 ya presentan una densidad poblacional mucho mayor a la de los “niveles óptimos” en cuanto a calidad de vida urbana. Es decir, casi una tercera parte del total excede ese umbral. A esa conclusión llega un nuevo estudio realizado por la ‘startup’ estadounidense Aretian Urban Analytics and Design, liderada por el urbanista Ramon Gras, que verá la luz el próximo 27 de noviembre y que avanza EL PERIÓDICO. Se trata tan solo de una de las múltiples inferencias y propuestas que se derivan del informe, que radiografía a través de casi un centenar de indicadores el urbanismo y el desarrollo económico de Barcelona y su entorno, así como las posibilidades de crecimiento futuras.

El estudio plantea la necesidad de desarrollar una economía del conocimiento, con distintos nodos focalizados en una investigación y la innovación. Para ello, analiza también las necesidades futuras de vivienda que se prevén en la Gran Barcelona y la posibilidad de crecimiento de las distintas urbes, de modo que este modelo sea compatible también con un aumento de la calidad de vida de la población. En esta línea, calcula el grado de población por kilómetro cuadrado o el acceso a servicios de los distintos barrios y municipios, como, por ejemplo, el número de colegios, guarderías universidades, centros de salud o de equipamientos culturales por km2.

Gras, fundador de Aretian, explica a este diario que entre esas 51 urbes hay que diferenciar entre dos grandes grupos. Por una parte, hay una treintena de localidades que, pese a superar sus niveles óptimos, se encuentran en “un rango de densidad correcto” y que incluso podrían llegar a aumentar algo más. Sin embargo, las otras 20 ciudades son ya “exageradamente densas”. Aquí se incluyen sospechosas habituales en cuanto a densidad poblacional se refiere como L’Hospitalet y Cornellà de Llobregat; Santa Coloma de Gramenet; Badalona o Badia del Vallès, urbes que integran en su perímetro algunos de los barrios más densamente poblados de toda la Unión Europea.

El estudio de Aretian, de la mano de las proyecciones del Plan Director Metropolitano, estima que la región metropolitana de Barcelona deberá sumar unas 475.000 viviendas en los próximos 20 años, lo que se traduciría en unas 700.000 personas. “Hemos hecho una propuesta, tanto con un ‘software’ como con un estudio de redistribución optimizada, para que se garanticen ciudades compactas y con calidad de vida en todas partes”, dice Gras. Por ejemplo, Barcelona ciudad, que ahora cuenta con una densidad de unos 16.500 habitantes por kilómetro cuadrado, podría crecer hasta una media de unos 18.000 hab/km², lo que se traduce en unas 190.000 personas más de cara al 2050.

Hay ciudades “superpobladas” en las que, sin embargo, el urbanista sostiene que el crecimiento debe limitarse o que incluso deben decrecer. “L’Hospitalet debería estar en unos 6.200 habitantes por kilómetro cuadrado y está en 21.000 y tiene algunos puntos con más de 50.000. Esto es inaceptable. No puedes tener Hong Kong en L’Hospitalet”, remarca Gras. En definitiva, el estudio propone una fórmula que ayude a equilibrar el modelo territorial actual de la Gran Barcelona. Lo mismo ocurre con Santa Coloma (tiene 17.000 cuando debería tener 3.900), Badia (de 14.900 a 1.900) o Premià de Mar (ahora con 13.400 habitantes/km2, cuando debería tener 1.800).

La ciudad de los 15 minutos

Uno de los parámetros estudiados es la calidad de vida urbana. Para ello, el estudio de Aretian analiza el grado de cumplimiento de la ‘ciudad de los 15 minutos, es decir, que las necesidades y servicios que puedan requerir los ciudadanos se encuentren a unos 15 minutos andando o en bicicleta de prácticamente cualquier punto del municipio.

Así, el estudio apunta que la evaluación de la distribución geoespacial de los servicios en el área metropolitana de Barcelona revela que existe una repartición “relativamente equilibrada” de los centros de salud, pero que los servicios educativos y culturales “no alcanzan a satisfacer los estándares de la ciudad de los 15 minutos en la gran mayoría de áreas de la región”. “Estas dramáticas disparidades generan grandes diferencias en términos de accesibilidad a la educación, la atención sanitaria, la cultura y el entretenimiento, mientras que los restaurantes y cafeterías representan la única categoría en la que se cumplen abrumadoramente los estándares de ciudad de 15 minutos”, asevera el texto.

En esta línea, el informe apunta a la necesidad de una visión y planificación de cara a los próximos 20 y 30 años que ayude a equilibrar el modelo territorial actual, tanto en vivienda, como en servicios, como a nivel económico. Para ello, los responsables de la ‘startup’ insisten en la necesidad de desarrollar nuevas centralidades y apostar por un diseño urbano fractal, el que el estudio valora como el más equilibrado y que se halla en barrios de Barcelona como el Eixample o Sant Martí, en zonas de la Gran Barcelona “de modo que aumente drásticamente el acceso a los servicios”.

Economía del conocimiento

Más allá de la radiografía urbanística y poblacional, uno de los principales elementos del estudio de Aretian es la apuesta por el desarrollo de una economía del conocimiento en Barcelona y el área y la región metropolitana, tal como explicaba el propio Gras en una entrevista reciente con EL PERIÓDICO. La propuesta de Aretian busca pasar de los 125.000 trabajadores actuales dedicados a tareas “intensivas en conocimiento” a unos 200.000 de cara a 2040, de modo que este sector gane pese en la economía barcelonesa y catalana y ayude a suponer “un aumento sustancial de los salarios".

Para ello, el estudio y Gras proponen crear núcleos dedicados a la innovación y la investigación en distintos puntos de la región metropolitana de Barcelona. De este modo, habría una primera línea de distritos en los barrios del Besòs de Barcelona, en la zona de las tres Xemeneis y Can Ruti y en la zona Esplugues-Pedralbes. A estos se les sumarían núcleos de segundo orden en urbes como L’Hospitalet, Sabadell, Terrassa, Sant Cugat, Mataró u otros barrios de Barcelona. Y, por último, se plantean también nodos a un tercer nivel en ciudades como Sitges o Sant Feliu de Llobregat. Así, la idea es que en los próximos 15-20 años se pueda desarrollar este ecosistema.

Por supuesto, el urbanista e investigador comenta que para que la idea prospere es necesario un consenso y una voluntad política continuada para que esta idea pueda materializarse, además de un refuerzo de la actual red de transporte público. En una fase posterior y una vez se desarrollasen estas nuevas centralidades urbanas y económicas, Gras pone también sobre la mesa la necesidad futura de derribar alrededor del “60% de viviendas” de L’Hospitalet, así como de algunos barrios de Barcelona y otras ciudades del área metropolitana. Es decir, aplicar planes de esponjamiento como el que ha vivido en los últimos años el barrio de Ca n’Anglada, en Terrassa, y, donde se pueda, edificar con una mayor calidad.

Gras habla de esas viviendas construidas a toda prisa en los años 50, 60 y 70 del siglo pasado, en pleno ‘desarrollismo franquista’, una etapa en la que se edificó con materiales de poca calidad a toda velocidad para, en gran medida, acoger a la población que llegaba de otros rincones de España para trabajar en el área de Barcelona y en la que apenas se tuvieron en cuenta las necesidades futuras y servicios que esta población requeriría. “La calidad con la que se diseñaron y se ejecutaron [los edificios] es ínfima o muy baja”, explica el fundador de Aretian.

Así, Gras insiste en que es una idea que hay que mantener, aunque “a largo plazo” y, por ahora, prioriza centrarse estas necesidades de nuevas dotaciones en vivienda y servicios a lo largo de los municipios de la región metropolitana.

“Este es un problema en el que hay que afinar mucho y no hablar de área metropolitana o Barcelona, sino que hay que ir municipio a municipio y, dentro de cada uno, estudiar las intervenciones requeridas en cada barrio. Herramientas como el ‘software’ de las ciencias de las ciudades nos pueden ayudar a hacer esta redistribución de policentrismo harmónico”, concluye.

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