Proyecto local

Música clásica en escuelas de máxima complejidad de L’Hospitalet: así funciona el centro donde nació el proyecto

La escuela Pau Vila acoge desde hace casi dos décadas un proyecto para democratizar el arte y la cultura en la ciudad

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Alumnos de la escuela Pau Vila de L'Hospitalet de Llobregat.

Alumnos de la escuela Pau Vila de L'Hospitalet de Llobregat. / Jordi Otix

Àlex Rebollo

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“Cuánto extrañaba el violín”. Así reaccionaba un alumno de tercero de Primaria de la escuela Pau Vila, ubicada frente a los Bloques Florida de L’Hospitalet de Llobregat (Barcelonès), tras reencontrarse esta semana con su instrumento después de las largas vacaciones de verano. Una alegría espontánea que, sin embargo, deberá esperar a la semana siguiente para terminar de realizarse, dado será cuando los alumnos del centro vuelvan a recibir clases de música por parte de los profesores de la Escola Municipal de Música i Centre d’Arts (EMMCA) de L’Hospitalet.

Estas lecciones son una de las piezas que integran el proyecto municipal ‘Fem Tàndem’, un plan que vincula a las escuelas públicas de L’Hospitalet con otros equipamientos culturales y científicos de la ciudad y que nació de la mano de la EMMCA con la voluntad de democratizar la práctica artística y de “usar las artes como un vehículo de cohesión social”, tal y como recuerda el director de la EMMCA, Raül Brenchat. Un proyecto que precisamente arrancó hace ya casi dos décadas en la escuela Pau Vila, un centro de máxima complejidad radicado en el distrito Florida-les Planes, a su vez, una de las zonas con mayores índices de vulnerabilidad social de Catalunya y con mayor densidad de población de toda la Unión Europea.

Brenchat explica como, en 2005, el Pleno del Ayuntamiento empezó a debatir entre crear un conservatorio, apostando así por un modelo de escuela convencional, o un centro de las artes, como finalmente ocurrió. “Viendo la realidad social, educativa y cultural se decantaron por llevar a cabo esta política pública”, comenta el director de la escuela municipal, quien añade que, desde el inicio, uno de los principales objetivos de la EMMCA ha sido que esta actuara también como “un espejo sociocultural de la propia ciudad”. Es decir, rehuir de esa idea elitista que en ocasiones puede acompañar a un conservatorio o a la música clásica y lograr que fuera un centro “abierto a todo el mundo”.

Alumnos de la escuela Pau Vila de L'Hospitalet.

Alumnos de la escuela Pau Vila de L'Hospitalet. / Jordi Otix

De hecho, en un origen, la EMMCA nació descentralizada. Sin una sede fija, vaya, y realizando algunas de sus clases de tarde en las escuelas públicas de la ciudad. Además, conscientes de que una de las primeras barreras para lograr esa democratización cultural es que los niños acudieran a las clases en horario extraescolar, la EMMCA y la dirección del Pau Vila se pusieron de acuerdo para integrar la formación musical y artística en el horario lectivo. Así, desde segundo de Primaria, los alumnos del Pau Vila, son, todos, también estudiantes de la escuela municipal de música. 

Un fenómeno que, con los años, el EMMCA fue extendiendo hasta un total de nueve centros, ya sea con instrumentos de cuerda, viento, con proyectos de danza, teatro o incluso de jazz ‘manouche’. “Lo que hacemos es crear espacios en los que alumnos que posiblemente nunca se plantearían hacer uso de la música, la danza o el teatro se lo encuentran en las escuelas de Primaria”, dice Raül Brenchat, quien explica también como, de este modo, un niño o niña de ocho años que, ya sea por circunstancias económicas, sociales, culturales o meramente logísticas no se plantearía ir a aprender música por la tarde, como mínimo, realice esta práctica “con los mismos criterios artísticos y pedagógicos” que un alumno que va a las clases extraescolares del EMMCA.

La orquestra del Pau Vila

“No está bien el La”, decía otra niña este viernes también ávida de volver a fregar las cuerdas de su violonchelo. Dentro del paraguas del 'Fem Tàndem', el Pau Vila es uno de los centros que forma parte del proyecto 'Orquestra a l'Escola'. En su caso, los alumnos empiezan a tocar instrumentos de cuerda frotada en segundo de Primaria y así siguen hasta sexto curso. La direcora del Pau Vila, Lola Gella, explica como, al empezar segundo, se les deja trastear con los distintos instrumentos y cada niño y niña eligen el que más les llama la atención, el cual les acompañará, como mínimo, hasta llegar a la secundaria.

No obstante, la música no se queda encerrada en las aulas. Además de dar conciertos en el propio centro y en actos de entidades de los barrios de la Florida y Les Planes, cada año también se llevan a cabo conciertos y espectáculos que aúnan las distintas modalidades artísticas trabajadas por cada centro. Así, alumnos de toda la ciudad se reúnen y comparten un proyecto artístico, en la línea de la búsqueda por la cohesión social que apunta Brenchat.

Exterior d ela escuela Pau Vila de L'Hospitalet, junto a los Bloques Florida.

Exterior d ela escuela Pau Vila de L'Hospitalet, junto a los Bloques Florida. / Jordi Otix

Respecto al vínculo con la propia escuela, Lola Gella explica que la orquesta forma ya parte del proyecto educativo del centro. Tanto, que los profesores de la EMMCA acuden a las reuniones de principio de curso y participan de distintas actividades. Así, la directora explica que la escuela se empezó a transformar y a caminar hacia modelos de innovación pedagógica entre 2015 y 2016, por ejemplo, implementando la codocencia: "Siempre hay dos o tres maestros en el aula y buscábamos trabajar con grupos más reducidos, porque las ratios son muy elevadas". También, por ejemplo, cursando materias como matemáticas o lenguas de una forma más "manipulativa" y no tanto con los métodos tradicionales.

La directora remarca que la base para implementar este modelo, en el que también se incluyen las clases del EMMCA, "es pedagógica" y que busca adaptarse a los nuevos tiempos. Así, hay un segundo motivo: "Esta base pedagógica permite atender las distintas invidualidades de lengua, cultura, nivel... de todo". "A lo mejor, en el mes de marzo, llega un chico que viene de Pakistan, sin saber catalán ni castellano, evidentemente. Si la metodología fuera la tradicional, con un libro y libreta, este chico no podría hacer nada más allá de ir a las aulas de acogida", explica Gella a modo de ejemplo.

Más recursos

Brenchat recuerda como, entre los distintos motivos para arrancar el proyecto en la escuela Pau Vila estaba la propia realidad social y educativa del barrio. En ese momento, se encontraron con centros con dificultades para llenar matrículas de inscripción. "Estas escuelas estaban en barrios complejos y donde las familias de otros barrios no querían ir. De esta forma, haciendo proyectos más singulares, con un atractivo muy alto como el de educación artística, se buscaba contribuir a consolidar los proyectos de estos centros", resume el director de la EMMCA.

Niños de la escuela Pau Vila de L'Hospitalet, con sus instrumentos.

Niños de la escuela Pau Vila de L'Hospitalet, con sus instrumentos. / Jordi Otix

En el norte de L'Hospitalet, la situación educativa se ha transformado y ahora son las altas ratios las que ahogan a los centros. En el Pau Vila, la mayoría de grupos ya han llegado al límite de alumno por clase e incluso ya cuenta con tres grupos 'bolet' o extraordinarios. Lola Gella comenta que hasta ahora han podido gestionar espacios para darles cabida, pero que un nuevo grupo les supondría tener que renunciar a algún espacio como la biblioteca. "Te dicen que lo primero es el proyecto del centro, pero claro, por delante, va la escolarización de los niños, que es obligatoria", añade.

Raül Brenchat es consciente de que las orquestas escolares de la EMMCA no van a solucionar por si solas todas las necesidades de los centros y los barrios más vulnerables. "La EMMCA es solo una pequeña herramienta pública de la ciudad", dice, el director de la escuela municipal, quien agradece el apoyo de las escuelas, entidades y del Ayuntamiento, administración que recuerda ayudó a crecer el proyecto Tàndem incluso en los peores años de crisis económica. "La única pequeña acción que hacemos es ayudar a que cada vez haya más interés a nivel artístico, cultural y hacer partícipes a todas las comunidades educativas de este pilar cultural que tiene la ciudad y esto, quieras o no, acaba generando unos entornos más saludables", concluyes Brenchat.

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