Transporte público

Frente común de los conductores de bus del Baix y L'Hospitalet para impulsar una nueva jornada de huelga

Trabajadores de Avanza y Monbus han recorrido las calles de Barcelona hasta plaza Sant Jaume en la enésima protesta por sus condiciones laborales

Conductores de Monbus y Avanza en el Baix Llobregat y L'Hospitalet se manifiestan por la Gran Via de Barcelona, el 11 de abril de 2023.

Conductores de Monbus y Avanza en el Baix Llobregat y L'Hospitalet se manifiestan por la Gran Via de Barcelona, el 11 de abril de 2023. / Joan Cortadellas

Àlex Rebollo

Àlex Rebollo

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Más de 400 personas se han manifestado por las calles de Barcelona este martes 11 de abril en la que ha sido la enésima jornada de huelga de los conductores de autobús del Baix Llobregat y L'Hospitalet. Sin embargo, esta protesta ha contado con una peculiaridad, y es que los trabajadores de las dos empresas inmersas en sus respectivos conflictos laborales, Avanza y Monbus/Julià, han unido fuerzas para incrementar el ruido y hacer llegar sus reivindicaciones a la capital catalana donde, en menor medida, también dan servicio.

"Hemos ido haciendo manifestaciones en Castelldefels, Gavà y Viladecans y ahora hemos decidido hacer una multitudinaria para dar un poco más de bombo y ser más visibles", ha explicado a este diario Marco Daluz, presidente del Comité de Empresa de Avanza en el Baix, junto a la Ciutat de la Justícia, poco antes de que la marcha arrancara por la Gran Via dirección plaza Sant Jaume. Desde el pasado diciembre, los conductores de Avanza han convocado más de treinta días de huelga, entre paros parciales y totales.

El nombre de Avanza lleva alrededor de un año en el punto de mira debido al elevado número de vehículos averiados y en precarias condiciones que en 2022 supusieron incidencias constantes. Un estado de la flota que ha supuesto numerosas quejas de los usuarios e incluso una multa de 300.000 euros de la Autoritat Metropolitana del Transport (ATM) por mal servicio. Sin embargo, en los últimos meses el Àrea Metropolitana de Barcelona (AMB) ha ido renovando la flota de buses de Avanza y, aunque con los vehículos viejo Daluz explica que siguen teniendo problemas, comenta que con los nuevos vehículos -el AMB prevé además incorporar un total de 265 vehículos a finales de año en las distintas líneas del Baix- el estado de la flota "ha mejorado un poco".

De este modo, con una flota en proceso de mejora, las reivindicaciones de Avanza se centran en la mejora de su convenio actual, unas negociaciones que, dice Daluz, están en marcha desde mayo de 2022 y que se encuentran "enquistadas". "Pedimos dos días descanso semanal, que actualmente no los tenemos y mejoras salariales porque estamos con el sueldo congelado desde el 2019", comenta el presidente del Comité de Empresa de Avanza, quien señala que "hay muchas semanas que solo tenemos un día de descanso". "Tenemos un calendario de festivos de 83 días anuales, todo el mundo que tiene dos días de descanso son 104, nosotros tenemos 83. Tenemos 244 jornadas de trabajo, lo normal serías 224", asevera. 

Las reclamaciones de Monbus

Las protestas tanto de Avanza como Monbus se han convertido en una constante, con las respectivas afectaciones que ellas suponen para los usuarios. Tanto es que, casi cuatro meses después de que empezaran las huelgas de los conductores del servicio de bus urbano e interurbano del Baix Llobregat y L'Hospitalet, el AMB expresó a mediados de marzo “su preocupación y su enfado” por las “graves afectaciones que los conflictos laborales” de las operadoras de varias líneas de autobús del Baix están causando en el servicio de este territorio e instó a alcanzar un acuerdo para pone fin a estos conflictos.

En el caso de los conductores de Monbus/Julià protestan desde principios de enero por jornada laborales "maratonianas" y una subrogación de la plantilla que consideran “irregular”. Una de las principales quejas responde al modo en el que se produjo la subcontratación el año pasado. Cuando venció el contrato por los servicios de bus urbano e interurbano que durante más de treinta años había llevado a cabo la empresa Oliveras, una de las tres patas del grupo Baix Bus, salió la licitación para determinar qué empresa se haría cargo del servicio.

Así, el concurso lo ganó una Unión Temporal de Empresas (UTE) compuesta por ocho empresas de los grupos Monbus y Julià, que empezó a operar a mediados de 2022. Sin embargo, David Guzmán, presidente del Comité de empresa de Alcalabus explica que cuando el personal de Oliveras fue subrogado por el nuevo operador no se le subrogó a la ganadora del concurso, la UTE, sino a una de las empresas de esta, Alcalabus, hecho que consideran "irregular”.

Desde el Comité de empresa denuncian que los problemas con esta subrogación, se acentuaron cuando a las nuevas incorporaciones que hacían para cubrir las líneas del Baix Llobregat y L’Hospitalet se las contrató por otra de las empresas que forman parte de la UTE, Castromil, de modo que la plantilla queda dividida. "La última ficha que se ha movido es que todos los trabajadores que veníamos subrogados pasemos a la ganadora del concurso público, la UTE", dice David Guzmán, presidente del Comité de Empresa de Alcalabus en el Baix.

"Creemos que no es suficiente porque en los próximos años seguirán reduciendo la plantilla de la UTE, mientras que la nueva contratación va a empresas que integran la UTE", señala Guzmán, en relación a la división de plantilla y a la doble escala salarial y de condiciones que los trabajadores denuncian que se produce.

Los contratos públicos

A la manifestación también han acudido conductores de Rosanbus, que principalmente da servicio en L'Hospitalet y el Prat de Llobregat y cuyo servicio está pendiente de que se adjudique a un nuevo operador este mismo mes de abril -un contrato para el que también han presentado ofertas Monbus y Avanza-. Desde principios de los noventa, en el área del Baix Llobregat habían existido tres grandes empresas que, hasta los últimos años, se habían encargado del servicio de bus interurbano de la zona. Estas empresas eran: Mohn, Oliveras y Rosanbus, que estaban unidas en el grupo Baix Bus.

Manifestación de los conductores de Avanza y Monbus en la plaza Sant Jaume de Barcelona.

Manifestación de los conductores de Avanza y Monbus en la plaza Sant Jaume de Barcelona. / Georgina Roig

Así, las concesiones del AMB en esta zona han ido caducando los últimos años y han salido a concurso. Las concesiones de Mohn caducaron hace unos años y, tras resolverse todos los concursos y recursos administrativos, a finales de 2022 empezó a prestar servicio el nuevo operador: Avanza. También, después de muchos recursos, el 16 de julio de 2022 las concesiones de la antigua Oliveras pasaron a Monbus, con sede en Galicia. De este modo, Rosanbus, que también aspira a renovar el contrato tras más de treinta años con el servicio, son la última pata que le queda al grupo Baix Bus.

Además de los respectivos conflictos laborales, tos comités de empresa de los tres operadores del Baix coinciden en denunciar que los últimos concursos del Àrea Metropolitana de Barcelona (AMB) han derivado en “una subasta a la baja”, con gran peso de la parte económica sobre la parte técnica, que tiene como consecuencia que las empresas de transporte colectivo de viajeros “ofrezcan presupuestos que rayan en la temeridad” y busquen obtener sus márgenes de beneficios “en los recortes de las condiciones laborales” y “en la baja calidad del servicio”.

Sobre esta última cuestión, desde el AMB defienden que los procesos de licitación del AMB "se llevan a cabo, como no podría ser de otra forma, dentro del más estricto cumplimiento de la legislación vigente sobre contratos del sector público, tal y como ha reconocido el Tribunal Català de Contractes en sus resoluciones más recientes sobre el tema".

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