Avanza y Monbus compiten por llevarse también las líneas de bus urbano de L'Hospitalet

Pocas veces habían tenido tanto protagonismo los nombres de los operadores del bus metropolitano como en los últimos meses. Monbus y Avanza son ya sospechosos habituales en los titulares sobre el servicio de autobús en el Baix Llobregat y L’Hospitalet a raíz de las numerosas quejas de usuarios y de los respectivos conflictos laborales de estas grandes compañías de transporte, unas disputas que han supuesto huelgas constantes desde finales de 2022 y que hoy aún se prolongan.

De hecho, la semana pasada, los responsables políticos del Àrea Metropolitana de Barcelona (AMB), como Ada Colau, presidenta del ente, Antonio Balmón o Antoni Poveda, vicepresidentes, instaron a a las empresas a buscar soluciones y poner fin a los conflictos laborales a los dos operadores -Monbus y Avanza-.

Con este escenario, el pasado viernes 24 de marzo, el AMB dio a conocer las empresas que se postulan para llevarse el contrato de las líneas urbanas e interurbanas de L’Hospitalet, El Prat y otros municipios del Baix Llobregat -ahora gestionadas por Rosanbus- y entre las distintas ofertas presentadas vuelven a estar tanto Monbus como Avanza, ganadores de los últimos dos grandes concursos de bus del Baix Llobregat y L'Hospitalet.

Así, no son las dos únicas empresas que han presentado ofertas para este contrato en el que, según datos del AMB, las líneas de bus que lo componen sumaron casi doce millones de pasajeros (11.814.938) entre el 1 de enero y el 30 noviembre de 2022 y que tiene un valor estimado de 223.096.943,19. De este modo, se han presentado otras cuatro ofertas, entre ellas la del actual operador: Rosanbus. Además, también se han presentado Marfina Bus -del grupo Moventia-, el grupo Vercat 2000 y Nex Continental Holdings -del grupo Alsa-.

Cambios en la gestión de los servicios

Las líneas que ahora gestiona Rosanbus son la última pata que le queda al grupo Baix Bus, que durante las últimas tres décadas había controlado los tres principales contratos de buses urbanos e interurbanos en el área metropolitana sur a través de tres empresas: Rosanbus, Oliveras y Mohn.

Las concesiones del AMB en esta zona han ido caducando recientemente y han salido a concurso. Las de Mohn finalizaron hace unos años y, tras resolverse todos los concursos y recursos administrativos, a finales de 2021 empezó a prestar servicio el nuevo operador: Avanza. También, después de muchos recursos, el 16 de julio de este años las concesiones de la antigua Oliveras pasaron a una Unión Temporal de Empresas (UTE) de los grupos Monbus y Julià.

El 27 de diciembre de 2021, se publicó el último anuncio de la licitación del servicio de bus que desde hace treinta años y hasta ahora ofrece la empresa Rosanbus SL. Las dos veces anteriores se tumbó porque el Tribunal detectó irregularidades administrativas en los mismos. En este último concurso, pasó algo que distintas fuentes del sector definen como “histórico”: patronal y sindicatos presentaron un recurso de forma conjunta contra los pliegues reguladores de la licitación y la memoria económica.

Así, estos recursos se sumaron al que había presentado la empresa de transporte TUSGSAL, que también recurrió el anterior concurso -en esa ocasión con resultado favorable para la empresa que gestiona el servicio interurbano en el Barcelonès Nord-. El Tribunal Català de Contractes, como medida cautelar, paralizó el nuevo concurso hasta analizar las demandas de las partes y decidir si volvían ser necesarias modificaciones o no. Finalmente, a la tercera fue la vencida para el Àrea Metropolitana de Barcelona. El Tribunal tumbó todas las alegaciones y levantó así la suspensión del procedimiento de contratación, agotando así la vía administrativa a sindicatos, patronal y empresas.

Recortes

Por parte de los sindicatos del sector y de algunas empresas, consideran que los últimos concursos de la administración metropolitana han derivado en “una subasta a la baja” al primar en gran parte la oferta económica sobre los pliegues técnicos a la hora de determinar el operador, un hecho que dicen que tiene como consecuencia que las empresas de transporte colectivo de viajeros “ofrezcan presupuestos que rayan en la temeridad” y busquen obtener sus márgenes de beneficios “en los recortes de las condiciones laborales” y “en la baja calidad del servicio”.

El Comité de Empresa de Rosanbus realizó dos jornadas de paros parciales entre noviembre y diciembre del año pasado para protestar por las condiciones laborales y de mantenimiento de la flota de la compañía. Desde entonces, sin embargo, los conductores de Ronsabus no han vuelto a protagonizar huelgas, a diferencia de los de Monbus y Avanza, y señalan que el mantenimiento de vehículos "está mejor porque el AMB hizo un inventario de todos los vehículos" y que se arreglaran algunas cosas. Así, se mantienen a la expectativa de la resolución del concurso y de que se determine un nuevo operador -o no- y en cómo se traducirá el cambio, teniendo en cuenta los precedentes de Avanza y Monbus.

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