Miedo a "meses duros"

El pequeño comercio de L'Hospitalet encara la cuesta de enero (y febrero) con intranquilidad

Aunque señalan que la campaña de Navidad ha ido “moderadamente bien” indican que las previsiones para principios de año son “más desfavorables que favorables”

Los comerciantes piden a las administraciones más apoyo para que los pequeños comercios puedan competir con las grandes superficies

Vecinos de L'Hospitalet de Llobregat realizan sus compras en el Mercat del Centre.

Vecinos de L'Hospitalet de Llobregat realizan sus compras en el Mercat del Centre. / Ricard Cugat

Àlex Rebollo

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“En enero y febrero tocará apretarse un poco más el cinturón, a ver lo que nos suben”. Dolores Caseiro, vecina de 82 años del barrio de Collblanc de L’Hospitalet de Llobregat (Barcelonès), se queja junto al mercado de la zona de que, al menos por lo que respecta a la alimentación, “cada vez está todo más caro”.

Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), los productos alimentarios estaban un 15,3% más caros en noviembre -últimos datos disponibles-, que un año atrás. Pese a ello, representantes del pequeño comercio de la segunda ciudad de Catalunya explican que la campaña de Navidad ha ido “moderadamente bien”.

“A raíz de cómo fue la campaña del Black Friday, pensábamos que la Navidad iba a ser peor”, explica Iban Salvador, presidente de PimeComerç del Baix Llobregat y L’Hospitalet, quien también espera a que finalicen las rebajas para hacer un balance más preciso de la temporada.

Sin embargo, para Salvador, las previsiones de cara a la cuesta de enero (y febrero) son “más desfavorables que favorables”.

Más venta en Navidad

Cristina Martín, presidenta del Mercat del Centre de L’Hospitalet, también señala que, tras dos años marcados por la pandemia, estas navidades ha habido más venta, en gran medida, porque “nos hemos reunido con normalidad”.

De hecho, el último indicador de Comertia, asociación que agrupa a unas 60 empresas familiares catalanas, refleja que el sector vendió un 10,7% más este diciembre que un año atrás, aunque la entidad remarca que el incremento está también vinculado con los encarecimientos derivados de la inflación.

Por su parte, Mireia López, presidenta de la Asociación de Comerciantes del barrio de Santa Eulàlia de L’Hospitalet, explica que la campaña de Navidad ha favorecido a comercios vinculados a la alimentación o los regalos, pero que otros, como el textil, han visto que “el comercio ‘online’ les ha quitado mucho trabajo”.

Como Comertia, López también explica que aunque se venda lo mismo que otros años, los costes de adquisición previos son más elevados y "el beneficio es menor".

A la expectativa de febrero

“Al final, la Navidad es un momento muy concreto, donde todo el mundo parece que tiene que estar feliz y comprar. Febrero es el que pondrá las verdaderas marcas de dónde estamos”, matiza Martín. “Pasadas las fiestas, vuelve la incertidumbre por los precios de la energía, de los productos…”, añade la presidenta del Mercat del Centre, quien comenta que “parece que ahora estemos todos a la expectativa de que pase alguna cosa que no sabemos qué es”.

Respecto a cómo prevé el comercio de la ciudad la cuesta de enero, Mireia López, remarca que durante este mes, empujada por las rebajas, la gente sigue comprando y que, aunque ya llegan los recibos de diciembre, lo de cuesta de enero “es más un tópico” y que el mes que pesa más es febrero. “Para el pequeño comercio es peor siempre febrero”, asevera López.

Así, la presidenta de la Asociación de Comerciantes de Santa Eulalia destaca que, para los pequeños comerciantes, “hay miedo de que enero y febrero sean duros”, porque, sigue Mireia López, “no hay previsión de regular los gastos básicos ni de que suban los sueldos. Con este contexto y la inflación, la gente no gastará”.

Vecinos de L'Hospitalet realizan sus compras en el Mercat del Centre.

Vecinos de L'Hospitalet realizan sus compras en el Mercat del Centre. / Ricard Cugat

Lo reafirma Rosario, vecina del barrio del Gornal de 68 años, quien explica que sigue “comprando de todo, pero menos”. Otro ejemplo es el de Gabriel, de 49 año y vecino de Collblanc, quien indica a este diario que tampoco ha dejado de comprar, pero sí que ha cambiado sus establecimiento habituales tras el alza de precios: “Antes iba más a Casa a Ametller y ahora voy más a otros sitios”.

Apoyo al pequeño comercio

El presidente de PimeComerç del Baix Llobregat y L’Hospitalet, señala que, en la temporada navideña ya detectaron el cierre de algunas tiendas. Por ello, anima a la ciudadanía a que participen de sus compras “en el pequeño comercio”. “Ofrecemos muchas más garantías que las grandes superficies”, mantiene Salvador.

Así lo defiende también Rosario: “En Mercadona medio kilo de fresas me costaba ahora cuatro euros y pico. Me he ido a la frutería y tenían el kilo a 2,99 euros”. Desde que los precios empezaron a subir, esta vecina del Gornal remarca que ha ido cambiando de sitios para realizar la compra.

También lo defienden Cristina Martín y Mireia López, quienes, además de reclamar que se fomente el consumo de proximidad, piden a las administraciones cambios más estructurales. “La rebaja del IVA a lo mejor puede ayudar a familias que lo están pasando mal, pero si empezamos a bajar impuestos como solución se recaudará menos y habrá más problemas para pagar algunos servicios básicos”, resume la presidenta del Mercat del Centre de L’Hospitalet.

“Antes el mayorista te vendía a ti y tu al consumidor. Con la globalización, el mayorista vende directamente también. Entonces, ¿cómo se puede nutrir el pequeño comercio en estas circunstancias?, se pregunta López. Y añad,e en referencia a la competencia ‘online’ y de las grandes superficies: “No sé de qué modo, pero hay que modificar las reglas para poder jugar todos en igualdad de condiciones”.

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