En comunidad

Lío en el Rugby Club L'Hospitalet: acusaciones cruzadas

Un exencargado del bar del equipo solicita una inspección por presuntas irregularidades como jornadas laborales abusivas o ausencia de contratos

La entidad de la gran ciudad catalana, que actualmente atraviesa un momento dulce en lo deportivo, estudia medidas legales para salvaguardar su honor

La Taverna del Rugby, situada en el mismo estadio del Club de Rugby de L'Hospitalet

La Taverna del Rugby, situada en el mismo estadio del Club de Rugby de L'Hospitalet / JOAN CORTADELLAS

Luis Benavides

Luis Benavides

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

La gestión del bar situado en las instalaciones del Rugby Club L’Hospitalet está en el punto de mira desde la renuncia de un extrabajador, quien ha solicitado una inspección en el Departament d'Empresa i Treball por unas presuntas jornadas laborales abusivas y otras presuntas irregularidades como la presencia de trabajadores sin contrato. El club, que curiosamente atraviesa un momento dulce en lo deportivo, acusa al exencargado de difamación y acoso, y consecuentemente afirma estudiar medidas legales.

Quien ha denunciado al club es José Martínez, vecino de L’Hospitalet y encargado del bar del club durante mes y medio. “El pasado 7 de octubre renuncié. He sido testigo y he vivido en mi propia persona el abuso y la explotación de este restaurante hacia mí y más trabajadores”, explica este extrabajador del local, llamado La Taverna del Rugby, en una carta dirigida a Entre Todos, la sección de Participación de EL PERIÓDICO.

Martínez, de 52 años, empezó a trabajar en este establecimiento después del pasado verano por el boca a oreja. “Tengo conocidos en el club que sabían que atravesaba una situación muy complicada. Estaba en el paro y con cuatro hijos que mantener”, rememora el exempleado, quien asegura que empezó a ver “cosas raras” desde el primer día. Fuentes del club consultadas por este diario se sienten traicionadas por Martínez, al que intentaron ayudar ofreciéndole un "trabajo estable". 

El extrabajador relata jornadas maratonianas, con numerosas horas extras sin pagar, pero sobre todo pone el foco en la presencia de dos jugadores del club presuntamente trabajando sin contrato -siempre según la versión del exempleado- durante nueve horas diarias y fines de semana, domingo incluido. En concreto, son dos personas, una de nacionalidad colombiana y otra argentina.

La versión del club es radicalmente diferente: estas personas tienen contratos de voluntariado para dietas. Esto es, que “echan una mano en el bar”, pero en ningún caso trabajan tantas horas. Este diario ha podido hablar con la jugadora colombiana, de 34 años, y corrobora la versión del club. Es más, se muestra agradecida y dice querer retirarse vistiendo los colores azul y naranja del equipo hospitalense.

Cesión en precario

En el bar se sirven a diario más de 100 menús -la proximidad del Hospital de Bellvitge ayuda- y Martínez critica que el Ayuntamiento de L'Hospitalet esté pagando los suministros del negocio. Fuentes municipales consultadas por EL PERIÓDICO confirman que el consistorio asume actualmente el pago de la luz y el agua pero con una puntualización importante: los responsables del bar, que es el propio club, tienen “una autorización de uso en precario” desde febrero de 2021 y no pagarán hasta que aparezca un nuevo licitador.

Según las mismas fuentes, el contrato con los adjudicatarios –tras un concurso que quedó desierto en 2015- se firmó en enero de 2016 entre el club y el ayuntamiento y se prorrogó en 2019 durante otros tres años. Con la pandemia se valoró alargar la concesión demanial pero en precario hasta que concluyera un nuevo proceso de licitación “para no cerrar el bar y dejar sin este servicio al club”.

Nueva licitación sin fecha

Este diario ha tenido acceso al contrato de la concesión demanial para “la utilización privativa del espacio de domino público destinado a bar-restaurante ubicado en el Campo Municipal de Rubgi”. En el apartado de las contraprestaciones, el documento detalla que los adjudicatarios o responsables del bar deben pagar al ayuntamiento un cánon de 560 euros mensuales y otros 25.000 euros anuales al club en concepto de patrocinio.

Y los números salen, siempre según la versión del exempleado, a base de "exprimir al máximo" a cocineros y camareros. Martínez da más detalles: en la nómina de septiembre cobró 888 euros netos después de trabajar, sostiene, unas 60 horas semanales.

“Preferíamos que se hablara de nosotros por el ascenso de nuestras chicas a la Divisió d’Honor catalana o por los buenos resultados del equipo senior masculino de División de honor B estatal, que ahora mismo están imbatidos”, protestan desde el club. 

El exencargado se reunió este jueves 27 de octubre con la concejala de deportes del Ayuntamiento de L'Hospitalet, Maria Teresa Revilla, para explicarle con detalle su experiencia en estas instalaciones cedidas por el consistorio, donde ya preparan las bases para un nuevo concurso de licitación para explotar el servicio de bar de sus instalaciones deportivas, incluido el campo de rugbi de la calle de la Feixa Llarga. El club, por su parte, no se quedará de brazos cruzados y tomará medidas en los próximos días para proteger su honor.

Lee todas las noticias de L'Hospitalet en EL PERIÓDICO L'Hospitalet

Suscríbete para seguir leyendo