LOS ALCALDES HACEN BALANCE | L'HOSPITALET DE LLOBREGAT

Núria Marín: "Los nuevos hoteles nos permiten financiar las guarderías de L'Hospitalet"

Entrevista a Núria Marín, alcaldesa de L'Hospitalet de Llobregat.

Entrevista a Núria Marín, alcaldesa de L'Hospitalet de Llobregat. / POL ALFAGEME Y JOAN SALICRÚ (VÍDEO); MAITE CRUZ (FOTO)

Manuel Arenas / Joan Salicrú

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Núria Marín (L'Hospitalet de Llobregat, 1963), que llegó a la alcaldía de L'Hospitalet en 2008 para suceder a Celestino Corbacho, hace balance del mandato poniendo en valor el diálogo local y con las administraciones supramunicipales, especialmente acerca del soterramiento de las vías del tren, demanda histórica sobre la que el Gobierno español ha contraído un compromiso con el consistorio catalán. La socialista, que imputa al ‘procés’ una “incidencia sin comparación con la historia política que yo he vivido”, reivindica un pragmatismo social y urbanístico que contrasta con el modelo de Colau en Barcelona. "Estábamos abocados a ser un suburbio y somos la segunda ciudad de Catalunya", enfatiza Marín como carta de presentación de L'Hospitalet de Llobregat.


Pregunta (P). EEn su comparecencia de principios de febrero

Respuesta (R). El soterramiento de las vías, como proyecto estratégico a medio plazo, es una obra que cambiará la ciudad. Y liga con otro proyecto estratégico: el nuevo intercambiador de la Torrassa. También hablamos de la transformación de la Gran Via desde Plaça Europa hasta el río, lo que permitirá que el clúster biomédico tan potente que tenemos pueda crecer. El proyecto generará 20.000 puestos de trabajo; es esencial tanto para L’Hospitalet como para Catalunya porque hablamos de un gran polo sanitario biomédico del sur de Europa.

Estos proyectos ya están encarrilados, no ejecutados; los proyectos ejecutivos están en marcha: serán un presente de aquí a poco. De los nuevos proyectos, uno potente a nivel metropolitano es el de la 'nueva Plaça d'Europa del norte de la ciudad', en Can Rigalt, sobre todo en términos de salud y deporte. Está en un espacio del barrio de Pubilla Cases equivalente a 21 manzanas del Eixample de Barcelona. Ahora es el momento para reactivar el plan previsto y dibujar allí el complejo deportivo L’Hospitalet Nord y el nuevo hospital. Es cierto que hace unos meses cerramos un acuerdo con Salut para mejorar equipamientos sanitarios, pero seguimos teniendo un problema: muchos ciudadanos tienen que salir de la ciudad para recibir atención hospitalaria. Esto no puede ser y nos hemos plantado.   

El otro gran proyecto versa sobre una reflexión general que concretamos en un barrio, Bellvitge: necesitamos hogares dignos y con servicios del siglo XXI, no podemos permitir que nuestro parque de vivienda sea del siglo pasado. Desde que se construyó este barrio, hace 50 años, no sabemos por qué pero los ascensores no paran en cada rellano sino entre dos rellanos, y los ciudadanos tienen que subir o bajar 7 escalones para entrar en sus casas. Con los años, la población ha envejecido y esto ahora sí que provoca problemas de movilidad. Por ello vamos a encontrar una solución técnica para que los ascensores lleguen a los rellanos y una financiación para posibilitar esta rehabilitación a través de un acuerdo entre el Consorci Metropolità de l'Habitatge, el Banco Europeo de Inversiones y nosotros.   

"El soterramiento de las vías del tren es una obra que cambiará L'Hospitalet como ciudad"

Núria Marín

— Alcaldesa de L'Hospitalet de Llobregat

P. Sobre el soterramiento de las vías del tren, ¿por qué lo da por hecho sin haber empezado aún las obras?

R. El soterramiento de las vías ha costado mucho, muchísimo, y ha sido posible gracias al consenso de todos los grupos políticos de la ciudad y a que nos hemos peleado con cargos de todos los colores políticos y con muchísima gente del Ministerio. Tuvimos un primer acuerdo con el Gobierno del PP y un segundo con el del PSOE. Ahora estamos con la licitación de los proyectos ejecutivos; los dos proyectos ya se están dibujando y de aquí a muy poco estarán finalizados. Se está haciendo el estudio medioambiental que va asociado a esta gran obra y se han licitado ya algunos elementos complementarios. Si en algún momento de nuestra historia hemos creído que esto sería una realidad, ese momento es hoy. 

Será una obra larga, por lo tanto no nos desentendemos ni mucho menos, pero pasa a ser un tema a gestionar ya encarrilado. Ponemos sobre la mesa nuevos proyectos a estudiar, con ambición. Proyectos interesantes tanto para los ciudadanos de L'Hospitalet como para los de Catalunya, porque estamos hablando de proyectos [el soterramiento de las vías] que también mejorarán el día a día de Rodalies en toda Catalunya.

Para nosotros, la gran ventaja como ciudad es soterrar 6 kilómetros de vía y generar un pulmón verde en medio de la ciudad, que quedará definitivamente cosida porque eliminaremos esta cicatriz que ha roto históricamente L’Hospitalet. Pero si lo miramos desde un zoom más amplio, estamos generando que la red de Rodalies sea red del siglo XXI y no del siglo XIX o de principios del XX.

P. ¿El plazo del soterramiento se mantiene, entonces?

R. El plazo es empezar en 2020. Este 2019 terminaremos de tener el proyecto y a partir de aquí aprobarlo y licitar las obras. Entendemos que en el 2020 podríamos empezar la ejecución de las obras. Será una obra larga porque es compleja, pero cuando antes empecemos, antes acabaremos.

P. Hablemos de las prioridades de los vecinos de L'Hospitalet. Cuando le preguntan por la calle, ¿percibe que las demandas de la gente han cambiado en relación a cuando comenzó la crisis?

R. Hace años, los ciudadanos te expresaban la falta de trabajo de sus hijos o su familia y los problemas que eso suponía. Hoy en día no digo que esto no pase, pues siempre habrá un número de parados que será muy difícil de colocar, pero en general la economía empieza a moverse de una manera que hace que las prioridades o las quejas de los vecinos cambien. 

P. ¿Qué cuestiones concretas le hacen llegar?

R. Cuestiones de limpieza, de convivencia, una calle mal asfaltada. Que si el CAP está saturado, que si las listas de espera son demasiado largas, que si la reforma de una escuela no acaba de llegar porque la Generalitat no acaba de terminarla... Plantean estas cuestiones aunque muchas veces sepan que la competencia no es nuestra. En virtud de la proximidad de la política local, el primero a quien se lo explican es a su alcalde. Y, después, tú ya te apañarás en detectar a quién se lo tienes que comentar.

En este mandato ha habido un gran nivel de incidencia política ajena. Los hechos del procés se vivieron con máxima preocupación: gente que se me puso a llorar, gente muy preocupada que me decía “dónde llegaremos” o “cómo es posible que estemos así, si toda la vida me he sentido muy a gusto en Catalunya y en L’Hospitalet”... Ésta es una ciudad donde siempre ha llegado mucha gente, de diferentes puntos de España y del mundo. Y, entre todos, hemos hecho una ciudad que ha cambiado. Nos sentimos orgullosos, hemos cambiado nuestra historia: estábamos abocados a ser un suburbio y somos la segunda ciudad de Catalunya. 

Además, se ha intentado que los municipios tuvieran un protagonismo en el procés que para mí ha sido un error. Terrible. Yo soy alcaldesa de todos los ciudadanos y ciudadanas, me hayan votado o no. Y si tengo que dividir a los ciudadanos entre buenos y malos, probablemente el alcalde no puede hacer el papel que le corresponde. El alcalde no puede ser bueno o malo, sino que debe mantenerse hasta el final como el alcalde de todos. Y esto, desgraciadamente, en estos últimos meses y años no se ha acabado de producir.

P. ¿Hasta qué punto ha dificultado esto la gobernabilidad de la ciudad?

R. Ha habido mucho ruido. Hay que hablar en positivo: no podemos estar permanentemente pensando que no es posible el diálogo. Nosotros lo hemos conseguido; ésta es una ciudad ejemplo de que si las cosas se quieren hacer, se pueden hacer. Desde el 2015 hasta ahora hemos llevado a cabo cuatro pactos: educación, ocupación, salud y comercio, en que han intervenido partidos políticos, sindicados, representantes empresariales y las comunidades de cada uno de estos temas.

También hemos conseguido, a pesar de las diferentes ideologías, y no creo ser sospechosa de tener la misma ideología que quien gobierna la Generalitat, pactos en materias diversas: infraestructuras, salud, educación… es mi obligación como alcaldesa intentar llegar a acuerdos con otras instituciones de las cuales dependen los intereses de los ciudadanos. Y esto ha sido posible, a pesar de no haber estado acompañados con un clima favorecedor para llegar a pactos.

También con el Estado: hemos conseguido convenios para el soterramiento de las vías, a pesar de la situación compleja entre Catalunya y el Gobierno. Y hemos conseguido también otro convenio positivo para los ciudadanos de Gornal y Bellvitge: por fin, este mes de febrero empieza la instalación de ascensores para hacer accesible una estación en la que hay que subir y bajar 33 escalones. 

"La cuestión catalana ha tenido una incidencia sin comparación con la historia política que yo he vivido"

Núria Marín

— Alcaldesa de L'Hospitalet de Llobregat

P. ¿Ha sido la incidencia de la cuestión catalana la mayor dificultad de su mandato?

R. Ha tenido una incidencia sin comparación posible con la historia política que yo he vivido, pero la crisis económica también ha sido muy dura. Ha afectado de lleno a las familias, sobre todo a las trabajadoras. Hemos tenido que cambiar las prioridades y, antes que nada, acompañar a estas familias que de un día para otro perdían su trabajo. Personas que se consideraban de clase media pasaban a tener que ir a servicios sociales porque no podían comer. Es tan duro como esto.

Esto ha hecho que multiplicáramos por nueve las becas de comedor en un momento en que además nos hemos sentido muy solos; yo creo que hay que decirlo: los municipios nos hemos sentido solos en el acompañamiento de las familias porque, en el peor momento, la Generalitat ha mirado para otro lado; también la Administración del Estado. Seguramente, si hubiéramos trabajado conjuntamente para ver cómo reactivábamos la economía, cómo acompañábamos a las familias, cómo podíamos dotar de más recursos o priorizar los recursos entre todos… probablemente las familias no se hubieran visto tan solas.

P. El pasado mes de octubre anunció que se construirían nueve hoteles

R. De momento, masificación turística… no tenemos. Ahora tenemos 14 hoteles con 4.000 plazas hoteleras; tenemos una planificación, no improvisamos, por lo cual se puedan construir 7 u 8 más, la construcción de alguno de los cuales empezará ya, concretamente el mes de marzo en Plaça Europa, delante de la Fira.

Esto no es fruto de la casualidad. En 2013, en la primera conferencia anual, hablé del turismo como nuevo sector económico y algunos recuerdo que sonreían. En este momento, en L’Hospitalet hay 5.000 personas empleadas en el sector turístico y esto significa que es el tercer sector de ocupación de la ciudad. Por lo tanto, después de la la crisis económica, lo que hemos hecho es pensar cómo podemos ayudar al desarrollo económico para que nuestros ciudadanos puedan tener una oportunidad. 

P. ¿Qué contesta a la recurrente crítica ciudadana de “mira, montan grandes hoteles pero después no hay dinero para las guarderías”?

R. Nosotros heredamos una ciudad por hacer. Se habían construido viviendas, pero no equipamientos ni zonas verdes. Desde 1979 no hemos parado de hacer equipamientos, guarderías, residencias para personas mayores... algunas cosas dependen de la Generalitat y otras del Ayuntamiento. Tenemos que explicar, y en eso hay que hacer pedagogía, que para L’Hospitalet es importante que haya hoteles porque estos generan economía e impuestos. Es una actividad que permite la redistribución de impuestos en forma de proyectos sociales que llegan a los barrios.

No me plantearía hacer tres nuevas guarderías, de las cuales ya hemos encargado los proyectos ejecutivos, si no tuviera hoteles; el IBI [Impuesto sobre Bienes Inmuebles] y el IAE [Impuesto sobre Actividades Económicas] de esos hoteles nos permiten financiar las plazas de guarderías. ¿Que no son insuficientes? Pues haremos más, pero también tenemos que reclamar a quien tiene la competencia que aporte recursos. Ya se lo hemos dicho al conseller Bargalló: hay una asignatura pendiente en este país, que es recuperar la financiación que llevaba a cabo la Generalitat de la etapa 0-3. 

P. Durante este mandato se ha podido observar cómo Barcelona frenaba y, de algún modo, L'Hospitalet se beneficiaba de lo que la gran ciudad rechazaba. ¿Ha fallado la interlocución con Colau?

R. Hay políticas en que el zoom no puede ser el de ciudad, sino que debe ser más general: movilidad, vivienda, turismo, seguridad, convivencia... temas que no podemos trabajar sólo desde de la ciudad. Puedo entender que determinados barrios de Barcelona estén saturados, pero si hablamos del turismo con visión metropolitana… en L’Hospitalet no hay saturación y en otras ciudades del entorno, tampoco. Tenemos que ver cómo damos salida a un sector que nos interesa, el turístico, en nuestro caso vinculado a negocios. Discutamos qué puede aportar cada ciudad y cómo potenciamos la marca Barcelona. Tenemos la marca y un entorno fabuloso: la Fira, el puerto, el aeropuerto, zonas logísticas… ¡Trabajemos juntos! Si somos inteligentes y actuamos con visión metropolitana, podremos competir en la primera división mundial de ciudades.

El Área Metropolitana de Barcelona (AMB) ha trabajado mucho, pero tenemos que dar un paso más: el AMB tiene que tener más competencias, más recursos… y rendir cuentas. En estos momentos, el AMB es más la suma de voluntades de los municipios, y creo que tenemos que dar un paso más, que sea reconocido en nuestra Constitución y que podamos escoger a través de elección directa quién es el que gobierna el AMB y, por tanto, quién rinde cuentas de cuestiones como el turismo o como la vivienda.

La vivienda, por ejemplo, es un problema muy complejo que no resolveremos desde los ayuntamientos, que no tienen ni las competencias ni los instrumentos, si no nos alineamos con Estado y Generalitat. No podemos engañar a la gente; no podemos generarles falsas expectativas. 

"El Área Metropolitana de Barcelona tiene que dar un paso más y escoger quién gobierna y rinde cuentas"

Núria Marín

— Alcaldesa de L'Hospitalet de Llobregat

P. Respecto a su propuesta de elegir a un alcalde para el AMB

R. Por qué no. No tiene por qué, pero podría ser.   

P. Prácticamente todas las políticas de los municipios del AMB podrían ser conjuntas. ¿Qué competencias le quedarían a los municipios en ese esquema?

R. No creo en la idea de las competencias exclusivas o compartidas. No sé qué competencias quedarían de cada administración, ya lo veremos. Yo de momento planteo una reflexión. Vamos atrás en el tiempo: íbamos a mucha velocidad hasta que Jordi Pujol decidió suprimir la Corporación Metropolitana en 1987 y frustró la forma de hacer del alcalde Maragall porque lo consideró un contrapoder. Eso generó que, a partir de entonces, empezara una dinámica de más voluntarismo, de mancomunar servicios como la basura, tratamiento de residuos, temas de transporte… poca cosa más. De un tiempo hacia aquí es cierto que hemos dado un paso adelante; ya no es un tema voluntario, sino que hay una ley del AMB.

Ahora esto también se queda corto. ¿Tiene sentido que Mataró no esté dentro de esta AMB? ¿Tiene sentido que no estén Sabadell y Terrassa? Yo pienso que no… si hablamos de este AMB desde un punto de vista económico y de fortalecimiento de la marca Barcelona… tienen que estar. Tenemos que dar pasos adelante, no podemos tener miedo. En L’Hospitalet hemos sido capaces de dar la vuelta a una ciudad que podía haber quedado como suburbio y que ahora es la segunda ciudad catalana en aportación de PIB. ¿Cómo? Trabajando juntos. Se puede hacer si no nos ponemos a pensar en otras cosas. Tenemos que pelearnos menos y trabajar más juntos.     

P. En los últimos meses, se han clausurado hasta cinco locales en L’Hospitalet por distintos temas –prostitución encubierta, deficiencias higiénicas, falta de salubridad-... ¿A qué se debe este prostitución encubiertadeficiencias higiénicasfalta de salubridadboom

R. No es un "boom", para nosotros la actividad económica es muy importante; queremos que todo el mundo se pueda ganar la vida pero sin atentar contra la salud pública ni tampoco haciendo la vida imposible al vecindario. Por lo tanto, tenemos toda la mano dura que hay que tener para que los comercios cumplan las normas. 

P. ¿Cree que estas circunstancias, ligadas a operaciones contra el tráfico de drogas

R. Cada vez coge más protagonismo. Cuando vas y le preguntas a un ciudadano cuál es el problema más grave que tiene, cuando la gente no tiene trabajo… para él ése el problema principal. Cuando tienes determinas cuestiones básicas cubiertas, vas a otras cosas. Pero hay diferencia entre lo que dicen los índices y la percepción. Los datos nos dicen que L’Hospitalet es una ciudad segura, razonablemente segura dentro de que es una ciudad grande, si nos comparamos con otras ciudades de nuestro entorno.

Pero las percepciones juegan en otro campo; se genera una dinámica en la cual, teniendo en cuenta que la comunicación interna es el 'boca a boca', hay una transmisión que va más allá. También, por intereses partidistas, se ponen de relieve en las redes sociales temas que estadísticamente son menores. Al final no sabes ya qué es la realidad, qué es un rumor… y cuando perdura el rumor, al final parece que sea la realidad.

Es un tema muy complejo; tenemos que luchar contra estas sensaciones y a su vez mejorar las cuestiones de seguridad a partir de instrumentos de proximidad, con patrullas en los barrios, con los agentes cívicos… A veces también ocurre que se confunde lo que es inseguridad con incivismo. 

P. En este ámbito es donde la extrema derecha pone el dedo en la llaga. ¿Tiene la sensación de que, a pesar de haber intentado medidas sociales, la izquierda no acaba de saber gobernar el fenómeno de la inmigración?

R. No me gusta hablar de inmigración, sino de ciudadanos. Cuando digo que hemos multiplicado por nueve las becas comedor… no sé cuántos han nacido en L’Hospitalet y cuántos no. No me interesa. Tenemos que fortalecer las políticas sociales para que no se generen estos discursos que pensábamos que ya no existían... pero que ahora vemos que sí. ¿Cuándo hay un caldo de cultivo para que aparezcan estos discursos? Cuando nos peleamos por la miseria.

Si tú, desde la Administración, garantizas que la persona que necesita un apoyo lo tenga, independientemente de su procedencia, y tratas a todo el mundo como ciudadano… estos fenómenos de unos contra otros son más difíciles de visualizar. Nosotros hemos actuado siempre haciendo políticas no discriminatorias. Aquí la normativa es igual para el que acaba de llegar que para el que hace 50 años que vive aquí. Son nuestras normas y todo el mundo tiene que acatarlas. Y quizá tienen cosas positivas pero quien no la cumpla… no tendrá la connivencia de su ayuntamiento.     

P. Usted es una de las dirigentes locales catalanas que más vinculación ha tenido con los acontecimientos del 'procés'. ¿Cómo están ahora las relaciones con el Govern de la Generalitat? ¿Se ha visto últimamente con algún conseller

R. ¿Yo? ¡Muy a menudo! Sí, hace dos semanas vino la consellera de Justícia.

P. ¿Y cuál es la relación con el Gobierno español?

R. Con el Estado la relación personal es ahora muy cordial, aunque cada cual defiende lo que defiende. Yo puedo estar muy contenta con el tema del soterramiento del tren y con los ascensores de Bellvitge, pero sigo pidiendo ampliar un paso subterráneo en el barrio del centro porque no pasan un peatón y un coche. Tenemos que ser conscientes de que todas las cosas a la vez no se pueden ver, pero que con cordialidad y cargados de razón… hay que ir pidiendo lo que convenga. 

P. ¿Se ha visto con alguno de los presos independentistas por los hechos del 'procés'? Por ejemplo, a la alcaldesa de Santa Coloma, Núria Parlon, Jordi Cuixart le pidió que fuera a verle.

R. No, no tenido ningún... no se ha dado la circunstancia. A mí nadie me ha pedido que fuera.

P. En algún momento incluso parecía que usted emergía como posible punto de encuentro entre los gobiernos español y catalán. ¿Se ve haciendo un rol de intermediación?

R. Yo siempre he estado dispuesta a ayudar en beneficio de resolver el problema político más grave de los últimos años. He hablado muchas veces con el presidentvicepresidentconsellers, sindicatos, rectores de universidad, las principales instituciones de este país… para buscar soluciones. Yo estoy a disposición, si alguien me necesita, de hacer lo que se me pida. Pero vaya, lo normal es que las instituciones se relacionen de tú a tú, de forma normalizada. No podemos vivir de forma excepcional permanentemente.  

'El minuto indiscreto' de Núria Marín, alcaldesa de L'Hospitalet de Llobregat.

'El minuto indiscreto' de Núria Marín, alcaldesa de L'Hospitalet de Llobregat. / POL ALFAGEME

P. ¿Cómo cree que la tensión por el juicio y la cuestión catalana, que va mucho más allá de lo meramente local, puede afectar a las próximas elecciones municipales?

R. Os digo la verdad: no lo sé. Quiero pensar que los ciudadanos son suficientemente maduros para diferenciar lo que se vota en cada una de las elecciones. Estamos viviendo momentos muy complicados y no sé qué efecto tendrá todo este ambiente que nos queda por vivir de aquí a las municipales.

P. ¿Será ésta la última vez que se presenta como cabeza de lista?

R. Llevo desde el 2008; han sido años llenos de retos que hemos ido superando. Ahora la ciudad vivirá algunos de los momentos más interesantes de su historia y… no me planteo nada. Me presento como candidata y estoy ilusionada por liderar estos cambios con mi partido y mis vecinos. Estoy enfocada en finalizar los retos del mandato y enfocar los del próximo. Cierta estabilidad política no es mala para una ciudad, al revés.

P. Para acabar, ¿qué opinión le merece la reciente adhesión de su predecesor, Celestino Corbacho

R. Creo que en política es muy importante mantener la coherencia, el sentido común y el compromiso con unos valores.

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