Ramon Pujol, actor: "Vivir en Horta es estar en la ciudad, pero apartado"

"Vivir en Horta es estar en la ciudad, pero apartado", expone Ramon Pujol (Barcelona, 1981). Dicho esto, él, que se mueve siempre en moto, dice sentirse en casa en cuanto sale del túnel de la Rovir. "Sales y, de entrada, hay dos grados menos de temperatura, y el paisaje también cambia", explica el actor.

Hasta el 10 de diciembre, ese cambio de temperatura lo acusará bien, ya entrada la noche, saliendo del teatro, la Sala Beckett, de miércoles a sábado, al acabar la función de las 20.30 horas, o el domingo la de las 18.30. Sube a escena a encarnar a Josep, un padre que forma parte de una comunidad que comparten su aferramiento a una religión. Els nens desagraïts ha sido escrita y dirigida por Llàtzer Garcia.Els nens desagraïts "Está inspirada en una historia real que tuvo lugar cerca de Girona y que lanza reflexiones como a qué nos aferramos en la vida, o las renuncias que hacemos por una misión", cuenta Pujol.

Cuando baja de escena, sube a la moto en el Poblenou y enfila las calles de la ciudad en busca de esa especie de cordón umbilical que lo conecta a su barrio, su espacio en la ciudad, su territorio más familiar.

Teatrero ya en el parvulario

Desde el año 2008, y hasta hace un par de años, Ramon Pujol ha estado alternando periodos de residencia en Madrid y en Barcelona, en función de sus contratos como actor. Pero en Barcelona su hogar es Horta. Y haber vivido siempre en el mismo barrio le concede poco anonimato y mucho apoyo vecinal. "Hay algo en este barrio identitario y familiar. Y, aunque yo no considero que haga tanta vida de barrio, igualmente eso lo percibo, y lo acabo viviendo, también, deteniéndome a hablar con conocidos en la calle", dice el vecino.

En uno de esos encuentros, una profesora que había tenido en el parvulario le dijo una vez: "De pequeño ya eras muy teatrero y ya esperaba algún día verte sobre un escenario", reproduce el exalumno.

Calma y normalidad

Si Ramon Pujol compara su barrio con otros de la ciudad, rápidamente lo aisla de la gentrificación."Por suerte, aquí el tejido social de siempre no se ha roto. Y es ese tejido social el que hace la vida cómoda. El encanto de Horta es su gente y su arquitectura. Aquí hay menos estrés, se vive más tranquilo y confiado, porque te conoces mucho", considera el actor que ha aparecido en obras como Smiley, una història d'amor; series como Gran Nord (TV3) o Ciega a citas (Cuatro) o en películas como Mil cretins, de Ventura Pons.

Este vecino, que también encarna al personaje de Xavi en la serie Com si fos ahir (TV3), confiesa: "Yo con 20 años lo que quería era follón, y hubiera querido estar en el centro, pero ahora me encanta Horta. Es diferente, con gente normal que trabaja y vive en la ciudad, sin ningún moderneo de postal, sin problemas para encontrar un lugar en una terraza, ni precios abusivos". Ese es el retrato que Ramon Pujol hace de su barrio de siempre, en el que empezó a hacer teatro. "Desde pequeño actué mucho en el cole, el CEIP Heura", explica. Tenía unos diez minutos desde casa para llegar a él, pero casi siempre salía tarde y lo tenía que hacer en cinco. Corriendo llegaba a clase. Su instituto, el Horta, ya linda con Nou Barris, pero también iba a pie.

Y después de haber subido a escena en sus primeras interpretaciones extraescolares, con obras como El retaule del flautista, Pujol estudió interpretación en la escuela de Nancy Tuñón. En enero empezará a ensayar Sol solet de Àngel Guimerà, dirigido por Carlota Subirós, que se podrá ver a partir de mayo en el Teatre Nacional.