El próximo viernes 4 de diciembre se cumplirán dos años desde que expiró el mandato del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) que, en su actual composición, se ganará así el dudoso honor de ser la institución del Estado que habrá pasado más tiempo en funciones. Una situación anómala que urge resolver de inmediato, porque incumple el mandato legal de renovación de sus miembros cada cinco años y condiciona negativamente sus funciones como órgano de gobierno de los jueces. Es la falta de consenso político la que ha puesto al CGPJ en esta extrema posición, pero muy en especial la resistencia demostrada por el PP a perder la mayoría conservadora en ese organismo, elegido durante el Gobierno de Mariano Rajoy, y sustituirla por una representación más acorde a la actual composición del Parlamento, que es quien elige a sus componentes.