Montse Pons es la directora de la oficina que el Banc Sabadell tiene en Sant Quirze del Vallès y le ha tocado lidiar con importantes cambios en su vida profesional como consecuencia de los efectos que la pandemia tiene sobre el conjunto de la sociedad. No quiere comparar su trabajo con el que hace el personal sanitario, pero no deja escapar la ocasión para explicar que igualmente los profesionales de la banca se han visto desbordados por la tensión que los efectos económicos de la plaga ha puesto sobre el sistema financiero. «Como médicos y enfermeros, estamos aquí para ayudar a nuestros clientes». Intenta subrayar que, al contrario de lo que ocurrió en la crisis del 2008, el sistema bancario es parte de la solución del problema, aunque no tengan el mismo reconocimiento que los sanitarios. Pero igualmente deja claro que solucionar ese problema le quita horas de sueño y ocio. La oficina que dirige se ha visto, como la mayoría de sucursales del sector, desbordada por la actividad derivada de las medidas de financiación de empresas y particulares aprobadas por el Gobierno.