De realizar labores de “triaje” en un CAP de Poblenou a combatir el coronavirus en primera línea en las residencias de mayores. Núria Valls Pomés, enfermera, tenía un contrato de trabajo con el Institut Català de Salut que se renovaba mensualmente según la necesidad del servicio que, en su caso, estaba vinculado a la temporada de gripe. Siguiendo las referencias de años anteriores, seguramente a partir del mes de febrero o marzo los casos del virus estacional habrían remitido y su contrato laboral hubiera expirado. Sin embargo, el inicio de la pandemia lo cambió todo. “Inicialmente realizaba actividades propias de la atención primaria en el ambulatorio: curas, información a pacientes, urgencias... Posteriormete, y bajo la coordinación del CAP, he estado en los equipos de PCR (pruebas de diagnóstico del Covid-19) y actualmente estoy reforzando a los directivos de las residencias de mayores en temas de gestión de los centros”, enumera Valls como las que han sido sus principales funciones desde que comenzó la alarma sanitaria.