El Black Friday ha supuesto el pistoletazo de salida de la campaña navideña y el sector comercial se ha volcado para salvar la temporada. Este Black Friday es atípico, por haberse situado en año de pandemia y cierre comercial parcial durante el mes de noviembre, con perspectivas de negocio menores que el año pasado y descuentos no generalizados del orden del 20% o 25%. Pero en el sector comercial se ha detectado ya una primera tendencia novedosa en las tiendas físicas respecto del año pasado; hay menos compradores pero compran más. El tícket medio de compra ha aumentado del orden del 15% según cálculos del pequeño y mediano comercio, que confirman también en las grandes cadenas. La idea es que los consumidores que no han sido afectados por despidos o ertes han ahorrado durante este año y disponen de más renta disponible para gastar. En el marco de elevadas contrataciones en el sector logístico y auge de las ventas 'on line', la alcaldesa de Barcelona ha reclamado a los vecinos de la ciudad que compren en las tiendas de barrio y no en Amazon.