La gran novedad de los Goya 2023: primera vez en la historia que pasa

La agresión sexual que sufrió Jedet en los premios Feroz ha hecho que la Academia refuerce el protocolo previsto ante este tipo de situaciones

Foto de familia de los premiados en la la 36ª gala de los Premios Goya, en febrero de 2022.

Foto de familia de los premiados en la la 36ª gala de los Premios Goya, en febrero de 2022. / EP

O. G.

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

El eco de la denuncia por acoso que presentó Jedet tras la fiesta posterior a la entrega de los premios Feroz ha llegado hasta los

Goya

. Y, por eso, la

Academia de Cine

ha confeccionado por primera vez un protocolo anti-acoso para evitar que una situación así se repita.

En caso de producirse un hecho así, lo primero que tendrán que hacer los responsables es aislar a la víctima, por un lado, y al presunto agresor, por otro, y atender inmediatamente las necesidades de la persona agredida. El siguiente paso, por supuesto, es avisar a la policía, independientemente de si la víctima quiere presentar denuncia o no. El último paso es la condena sin paliativos ante la opinión pública.

La Academia de Cine asegura tener "desde siempre herramientas internas, desde el protocolo de emergencias, al de riesgos de salud laboral", que previenen cualquier situación. "Cuando preparas un evento se esta categoría, hay que tenerlo todo en cuenta", señala un portavoz ante la gala de los Goya, que se celebra en Sevilla el sábado.

Y es que ahora, con la

ley del 'solo sí es sí'

ya en vigor, cualquier acción de naturaleza sexual no consentida es una agresión y, por lo tanto, constituye un delito.

En el fondo, la base de cualquier protocolo de este estilo lo más importante es garantizar el respeto y la protección de las personas afectadas, así como su confidencialidad. Los efectos son menores si se responde a tiempo, por lo que es vital actuar lo más rápido posible. También hay que garantizar la imparcialidad, de manera que toda persona debe ser tratada en términos de no discriminación -los investigados y los que no-, restituir la situación de la persona agredida y prohibir expresamente las represalias. Y, sobre todo, evitar la reiterada e innecesaria exposición pública de la víctima, incluida su identidad.