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Música

Abandono en La Oreja de Van Gogh: alguien se puede ir antes de la llegada de Amaia Montero

Todo sobre la vuelta de La Oreja de Van Gogh: regreso apoteósico de Amaia Montero y la marcha inesperada de Pablo Benegas, ¿con Leire Martínez?

La Oreja de Van Gogh en 2006, un año antes de la salida de Amaia Montero.

La Oreja de Van Gogh en 2006, un año antes de la salida de Amaia Montero. / CEDIDA

Alexandra Costa

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En el universo musical español, pocos regresos han generado tanta expectación como el de Amaia Montero a La Oreja de Van Gogh. Durante meses, las redes sociales han sido un hervidero de rumores, pistas y anhelos de una generación que creció con sus himnos. Sin embargo, cuando el reencuentro parecía inminente y la nostalgia estaba a punto de desbordarse, una noticia sacudió los cimientos de la banda: la sorpresiva baja de uno de sus pilares fundacionales. Pablo Benegas, el guitarrista y letrista principal, ha decidido no continuar en esta nueva etapa, dejando un sabor agridulce y una pregunta en el aire: ¿qué significa "estar juntos" si falta una de las piezas que dio origen a todo? Este movimiento, tan inesperado como significativo, redefine por completo la narrativa de lo que se anticipaba como una vuelta a los orígenes.

La crónica de un regreso anunciado en redes

Todo comenzó con una cuidada estrategia digital que los fans más fieles no tardaron en descifrar. La fecha clave fue el 14 de octubre de 2024, justo un año después del comunicado que anunciaba la marcha de Leire Martínez. La banda, que había guardado un silencio casi sepulcral, borró dicha publicación de su perfil de Instagram. Este acto, lejos de ser casual, fue una declaración de intenciones: se cerraba un capítulo de manera definitiva para dar paso a uno nuevo. En su lugar, apareció una imagen completamente en blanco, geolocalizada en Donostia, su cuna. Un lienzo en blanco para reescribir su historia. El golpe de efecto final fue el cambio en su biografía por una frase cargada de simbolismo: "solo juntos tiene sentido". Inmediatamente, el mensaje se interpretó como un guiño directo al regreso de Amaia Montero, la vocalista con la que alcanzaron la fama mundial, y, para muchos, como una indirecta a su anterior etapa. Las especulaciones, avivadas por periodistas y personalidades cercanas como Cayetana Guillén Cuervo, se convirtieron en una certeza no oficial que mantenía en vilo a miles de seguidores.

Pablo Benegas: la pieza fundacional que cede su lugar

Justo en la cresta de la ola de esta euforia colectiva, la noticia de la renuncia de Pablo Benegas cayó como un jarro de agua fría. Benegas no es solo el guitarrista; es el alma creativa detrás de muchas de las letras más icónicas del grupo. Junto a Xabi San Martín, formó el tándem compositor que dio vida a historias de amor, desamor y cotidianidad que se convirtieron en la banda sonora de millones de personas. Su rol como letrista es insustituible y su marcha plantea un desafío mayúsculo para el futuro sonoro y lírico de la banda. Que su adiós se produzca precisamente en el umbral del reencuentro más esperado es una paradoja dolorosa. Se va un pilar fundamental, un miembro fundador que estuvo desde el primer acorde en un local de ensayo hasta llenar estadios en todo el mundo. Su decisión, cuyas razones aún no se han hecho públicas, obliga a reformular el concepto de "vuelta a los orígenes", pues la formación original de los cinco miembros ya no será posible.

Un nuevo comienzo con sabor agridulce

El escenario actual deja a los fans en una encrucijada de emociones. Por un lado, la inmensa alegría de volver a escuchar la voz de Amaia Montero interpretando nuevas canciones con sus compañeros de siempre. Por otro, la tristeza y la incertidumbre por la ausencia de una figura tan querida e importante como Pablo Benegas. Este nuevo capítulo de La Oreja de Van Gogh no será una simple continuación, sino una reinvención. La banda se enfrenta al reto de mantener su esencia sin uno de sus principales arquitectos creativos. La frase "solo juntos tiene sentido" adquiere ahora una nueva dimensión, más compleja y melancólica. Quizás no se refiera a la totalidad numérica de sus miembros, sino a la recuperación de un espíritu y una conexión que consideraban perdida. El regreso está en marcha, pero el camino estará marcado por una notable ausencia, un vacío que resonará en cada nuevo acorde y en cada verso que escriban. El legado de la banda se asegura una nueva vida, aunque comience con una despedida que nadie vio venir.