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Así es el pequeño pueblo marinero en el que veranean Cristina Pedroche y Dabiz Muñoz

Ambos compartieron su visita en redes sociales

Un joven hereda este "minipueblo" y busca vecinos para revitalizarlo: casas a la venta desde 7.000 euros

Como una florecilla más en Combarro

Como una florecilla más en Combarro / INSTAGRAM (@cristipedroche)

S.R.

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Galicia está superando todas las expectativas de registros turísticos en los últimos años. Pese a nuestro clima lluvioso durante el resto del año, en verano sus playas se llenan de visitantes que llegan bajo la promesa de un clima más agradable que en otros puntos del país y de un paraje natural espectacular difícil de encontrar en otro lugar.

Así, cada año, algún que otro famoso escoge esta costa como destino para disfrutar de sus arenales, una temperatura ideal y, también, probar su afamada gastronomía, reconocida en todo el mundo. Fue el caso, por ejemplo, de Cristina Pedroche y Dabiz Muñoz en el verano de 2021.

El chef y la presentadora de televisión compartieron a través de sus redes sociales su visita a Combarro, lugar en el que se perdieron por sus empedradas calles y en el que se quedaron a cenar en el restaurante Pepe Vieira, Estrella Michelín desde 2008 y que se encuentra en el pueblo vecino de Raxó.

Combarro, el pueblo marinero en el que veranean Cristina Pedroche y Dabiz Muñoz

Combarro es un pequeño pueblo costero en la provincia de Pontevedra que se ha ganado un hueco en el mapa por sus 'horreos' y su aroma marinero. A orillas de la ría de Pontevedra, este rincón gallego sorprende por su autenticidad: casas de piedra, balcones de madera y calles estrechas que conservan el sabor de otra época.

Como indicábamos, lo que más llama la atención son los hórreos —construcciones de piedra y madera que servían para guardar el grano— alineados justo al borde del mar, algo poco común y muy fotogénico.

Pasear por Combarro es casi como hacer un viaje en el tiempo, por la historia que se percibe en sus calles y la forma de vida que resiste el paso de los años. El mar está siempre presente, al igual que la influencia de la pesca y el trabajo del campo. Aunque en verano se llena de turistas, el pueblo ha sabido conservar su esencia.

Hoy es uno de los destinos más visitados de las Rías Baixas, no por casualidad: su mezcla de paisaje, tradición y ambiente tranquilo lo convierten en una parada obligatoria para quien busque algo más que sol y playa.