Mamarazzis

El tsunami del cine catalán

Mamarazzis: el estado de salud de Raphael y el MeToo español

El director Eduard Cortés durante la rueda de prensa en el Festival de Málaga.

El director Eduard Cortés durante la rueda de prensa en el Festival de Málaga. / EFE/CARLOS DIAZ

Laura Fa

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Mucho estamos hablando estos días del #Metoo en el cine español, pero todo apunta que será el sector audiovisual catalán quién va a vivir su propio tsunami. El caso de Eduard Cortés, director de la serie 'Merlí', ha sido el primero, pero nos consta que saldrán más a la luz.

El propio Cortés, después de hacer recibido la denuncia pública de 27 víctimas, negaba esta semana todas las acusaciones y aseguraba que sus conversaciones se habían malinterpretado. A ver, Eduard, pedirle un vídeo a una actriz masturbándose para conseguir un papel poco tiene que ver con un casting o con el ámbito laboral. Y, por mucho que sea consentido y que ellas aceptaran, hay un concepto con el que nos estamos familiarizando y que se destapa con estas prácticas: el abuso de poder.

Sobre este tema, las Mamarazzis hemos hablado con la fotógrafa Silvia Grav, la primera que, a través de la red X, puso el foco en el director y señaló que había sido su víctima, cuando ella tenía 19 años y él 55. Silvia, que actualmente reside en California, nos cuenta que en los últimos días se han sumado a la causa más testimonios de mujeres. Asegura que “son 52 chicas las que han contactado conmigo para explicar experiencias similares y 40 estamos en un grupo de Whatsapp”. El objetivo de este grupo es actuar en conjunto y, en las próximas horas, emitir un comunicado. “Se están explicando mal las cosas y hay que entender que algunos delitos han prescrito. Además, denunciar no es fácil, con el coste económico que supone”. No le falta razón. Como siempre, la presión recae en las víctimas, en vez de mostrarles apoyo.

Pero, más allá de todo esto, para Silvia es inconcebible la reacción de Eduard, ya que “no solo no desmiente los hechos, sino que no pide perdón por ellos”. Con lo cual, Eduard puede seguir trabajando con mujeres y, llegados a este punto, “es casi una obligación que las mujeres nos avisemos entre nosotras para poder protegernos”. Silvia nos relata que hay mujeres afectadas que “tras episodios turbios, volvieron a coincidir con él en algún rodaje”. Tras una experiencia traumática con Cortés, las víctimas tenían que soportar que “él fingía que no las conocía cuando se reencontraban en el rodaje”. ¿El objetivo? Disimular ante su esposa, que se encontraba en el set y, muchas veces, conocía a las víctimas.

Otro de los aspectos con el que las afectadas han topado ha sido la nula actuación de la Acadèmia del Cinema Català. Silvia comenta al respecto que “los protocolos no han servido para mucho”. Eduard Cortés dejó la Academia por la puerta de atrás y así evitó cualquier investigación interna. Los protocolos, una vez más, benefician más al agresor que a las víctimas. Además, Silvia lo tiene claro: “Eduard tiene mucho poder y eso lo sabemos todas”.

Ahora, el marco social en el que vivimos ha ayudado a que las víctimas no se sientan tan solas y tengan, como mínimo, el valor de alzar la voz. Pese a todo, las Mamarazzis hemos hablado con varias actrices del rodaje de la serie 'Merlí' y ninguna de ellas nos autoriza a dar su nombre. Lo más sorprendente es que tienen una queja en común: “El caso de Eduard no es un caso aislado y en ese equipo directivo había otro hombre que nos incomodó a todas durante el rodaje”. Eduard ha sido el primero, pero, desgraciadamente, os avanzamos que no va a ser el único