Los dardos de sus memorias

Los enemigos íntimos de Karmele: de Mariñas a Gabilondo, pasando por Carmen Sevilla y JJ Vázquez

Karmele Marchante: "Me da pena la España profunda que ve la porquería de 'Sálvame'" | Entrevista

La periodista se despacha a gusto con su padre "fascista", periodistas, artistas y famosos del colorín

combo 2 karmele enemigos

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Laura Estirado

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Karmele Marchante presume en sus memorias 'No me callo' de todos los amigos que tuvo y tiene. Entre otros, Manuel Vázquez Montalbán, quien le dedicó un capítulo, 'La mujer lunar', de su libro 'Un polaco en la corte del rey Juan Carlos'; Ocaña, el 'performer queer', artista y anarquista de la plaza Reial, que se avituallaba en su casa "con bolsos, collares y todo lo que encontraba en mi siempre extravagante armario"; Loles León, a quien acogió en su piso de Madrid, el Gran Wyoming, Paco Lobatón, Lolita Flores o su admirada María Teresa Campos...

Pero también dirige sus afilados dardos contra aquellos enemigos íntimos que la han maltratado, ignorado o vilipendiado.

El padre, "una perla muy fascista"

Su padre, el coronel de infantería Carlos Marchante Alonso, es el primer demonio en la vida de Karmele. "Con mi padre jamás me doblegué; tampoco lo perdoné", escribe. Según ella, era "una perla muy fascista, supercatólico", que le quemaba las cartas de su primer novio francés. No toleraba que hablase en catalán, y le daba de bofetadas. En una trifulca, el progenitor la apuntó con una pistola cargada. Ella le dijo: "¡Pues dispara!", y, a continuación, se fue de casa. La periodista también deja caer: "Mi singular papaíto estaba implicado en la trama [del 23-F]".

Jesús Mariñas, "polilla desagradable"

Quizá el más famoso de sus enemigos, el desaparecido comunicador gallego <strong>Jesús Mariñas </strong>es descrito en las memorias de Karmela como "vil", "polilla desagradable del entorno del corazón" o, directamente, "mi opositor". De sus tiempos juntos en 'Tómbola', observa: "La violencia que destilaba cada vez que yo no daba mi brazo a torcer y seguía impasible mi andadura profesional sacaba lo peor de sus adentros. Entonces acuñó la famosa frase: '¡Que te calles, Karmele!' (...). Hasta en los colegios las criaturas repetían el lema. Llegó el día en que con su crueldad e insultos me resultó tan repugnante e insoportable que a punto estuvimos de llegar a las manos. La dirección tomó cartas en el asunto poniendo distancia entre ambos cuerpos".

Iñaki Gabilondo, interesado

Karmele estaba colaborando en la COPE cuando recibió dos ofertas de trabajo, una de Iñaki Gabilondo y otra de Encarna Sánchez. La mejor, económicamente hablando, "era la de la reina de los taxistas", pero no le gustaba "el populismo fascista de la señora", y se decantó por el primero, quien la "acechaba con recados de 'Karmele, no me dejes tirado'". Pero, para cuando se decidió para darle el 'sí', él nunca más se puso al teléfono. "Me había cambiado por la esposa de un alto cargo de la SER", lamenta.

Tita Cervera, de amiga a fantasma

"Trabamos una buena amistad, algo que nunca debe hacerse con los personajes que tu magnetofón mece. Siempre te traicionan. Lo digo porque le arreglaba frases y el laconismo de las respuestas deshilachadas que me daba", asegura la periodista, que aprovecha para dejar caer que le ponía los cuernos al barón: "Algunas noches que salíamos a cenar con su profesor de yoga, al que le rumorología apuntaba que hacía algo más que la postura del árbol o la del guerrero...". "Hasta que un día y sin saber el porqué, dejó de hablarme y ponerse al teléfono. Una colega, loca de celos y resentimiento, deslizó su maldad al oído de una diva ya muy crecida y prepotente. María Eugenia Yagüe no soportaba que entra la ex Miss y yo hubiera armonía amistosa".

Jorge Javier Vázquez, "minicaudillo"

Karmele detalla su paso por 'Sálvame' y lo mal que se lo hicieron pasar, tanto su presentador como los colaboradores del programa de Telecinco, en el que participó del 2009 al 2016. Aunque sin citar su nombre, está claro que alude a Jorge Javier Vázquez cuando escribe: "El ya rebautizado por él mismo como 'dueño del cortijo' necesitaba a ciert@s figurant@as venenosas y sádicas reptilas para alimentar su hormona creciente de ego con tintes psicópatas". Otros epítetos que le dedica son "minicaudillo", "siniestro paladín", "gran esperpento" o gran leviatán". Asegura que sufrió 'bullying': "Malditos fueron mi feminismo; mi ideología izquierdista; mi adhesión al independentismo catalán; mis estilismos, siempre celebrados fuera de ese entorno; mi forma de expresarme. En definitiva, era molesta, no le gustaba a nadie y la meta subliminalmente trazada era descuartizarme para que desapareciera del todo". Un día cogió el portante y se fue: "Sin despedirme, no volví nunca más. En la actualidad tienen prohibido hablar de mí porque, de hacerlo, cuento los entresijos turbios que corrían por doquier, el humo que vendían, los engaños a la audiencia y los múltiples montajes y tejemanejes que desde el comienzo han tenido".

Carmen Sevilla, "pastorcilla vengativa"

"Toda España, incluida yo, la adoraba...", escribe Karmele, hasta que descubrió que "era la falsedad andante". La periodista publicó en 2002 un artículo de opinión en su blog. Una información que le llegó desde "la mismísima Comunidad de Madrid (...). Tres altas funcionarias de la CAM me citaron en el hotel Palace y me contaron que la artista llevaba mucho tiempo desviando dinero de la organización benéfica ANDE (...) al intentar contrastar la información, solo encontré obstáculos... nunca sacaba nada en limpio", cuenta. "Alguna persona interesada" alertó a la artista, que llamó a 'Tómbola' para contar "una exclusiva muy fuerte", sin dar más detalle. Dice la periodista que fue una encerrona: "La angelical pastorcilla ofreció mi sangre y mis vísceras", pues es una "mujer vengativa (...), una mala malísima de manual que me sacó un millón (...). De tonta ni un pelo".

Rociito, acusica

"Inducida por el vil Mariñas, estando en el plató [de 'Tómbola', en el verano de 1998], acompañada y tan enamorada como sumisa de su entonces marido, el inefable guardia civil, me acusó de traficar con drogas en el parque del Retiro, de ser transexual y lesbiana, todo en la misma envoltura", recuerda la feminista.

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