Así es la nueva mansión de Brad Pitt de la que todo el mundo habla

Brad Pitt se ha dado un nuevo capricho. El actor cuenta con numerosas propiedades, entre las que se encuentra una casa de 900 metros en Port Andratx en Mallorca por la que pagó 3,5 millones de euros en 2016. Esta vez, en cambio, el antojo ha sido más caro: ha comprado una mansión en California por 40 millones de euros. Las características de la vivienda no dejan indiferente: es de tipo bungalow, se construyó en la segunda década del siglo XX y combina una decoración artesanal con los sistemas de sostenibilidad más innovadores del mercado. Además, la mansión está en Carmel-by-the-Sea, una pequeña ciudad que no parece estadounidense, sino más bien está sacada de una postal de un pueblo idílico del Mediterráneo y digno de postal. Sigue leyendo, que nos sumergimos en el casoplón del interprete.

En esa localidad del condado de Monterrey, situado al sur de San Francisco, viven algo más de 3.200 personas. La casa tiene una historia, lo que le da más caché. Se la conoce como D. L. James House, quien fue un escritor y empresario popular de principios del siglo XX, y mandó construir la vivienda en 1916. El encargo se lo hizo a otro personaje reputado de la época, al arquitecto Charles Greene.

Cuatro años diseñando cada detalle

La mansión también recibe el nombre de 'Seaward' (hacia el mar, en castellano) y fue edificada en la falda de un acantilado con granito y arenisca extraídos en la zona. Cuenta con techo de teja, ventanas arqueadas y vistas al océano Atlántico. Green dedicó años al diseño de la casa, explica la web 'The Gamble House', que rinde tributo a la fina arquitectura de los hermanos Greene. "Charles produjo bocetos en acuarela dos días después de ver el sitio y pasó los siguientes cuatro años supervisando y diseñando personalmente cada detalle", concreta el portal digital.

De estilo artesano, pretende integrarse en el paisaje, con lo que se aleja de otras construcciones del estudio Greene&Greene, que solían hacerse con maderas nobles. Las vistas, tratándose de una construcción sobre el mar, son impresionantes. La propia construcción también lo es: la parte superior está completamente acristalada y deja entrar la luz al resto de estancias, además de regalar unas vistas maravillosas.

Respecto a los muros, Greene explicó en su día que "construyó las paredes exteriores para que parezcan estar creciendo fuera de los acantilados", recuerda 'The Gamble House'. Toda una joya arquitectónica.