Ya se contagió en 2020

Preocupa la salud de la princesa Mette-Marit, positivo en covid y paciente de riesgo

La esposa del príncipe Haakon de Noruega, que el sábado cumplió 49 años, anunció en 2018 que padece fibrosis pulmonar crónica

La princesa Mette-Marit, en una instantánea de mayo de 2022.

La princesa Mette-Marit, en una instantánea de mayo de 2022. / AFP / LISE ASERUD

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La princesa Mette-Marit ha tenido una ingrata sorpresa nada más cumplir 49 años. El pasado sábado la esposa del príncipe Haakon sopló las velas en una fiesta familiar y justo después comenzó a mostrar los síntomas típicos de un resfriado. Con tal mala suerte que el test de coronavirus que se hizo le salió positivo. Así lo ha comunicado palacio, tal como también informó de que la princesa enfermó también de coronavirus a finales de 2020.

La casa real noruega ha puntualizado en una nota que "la princesa tiene síntomas leves y está siendo tratada por el médico".

Fibrosis pulmonar

Esta enfermedad preocupa en el país por las consecuencias que pueda dejar el coronavirus en la salud de la princesa, debido a que se trata de una paciente de riesgo, a causa de la fibrosis pulmonar crónica que le fue diagnosticada en 2018, una enfermedad grave que puede acarrear insuficiencia respiratoria.

"Durante varios años he tenido problemas de salud de manera regular; ahora sabemos más sobre los motivos. La enfermedad supondrá un cambio en la capacidad de trabajo", explicó entonces. "El príncipe Haakon y yo elegimos informar sobre esto ahora, en parte porque en el futuro será necesario planificar periodos sin un programa oficial, en función del tratamiento y cuando la enfermedad sea más activa", añadió.

Agenda parada

Ahora, desde palacio han anunciado que su agenda oficial se paralizará hasta que la princesa se recupere por completo, y será entonces cuando retome sus funciones reales.

Cabe recordar que en 2019, la propia Mette-Marit confesó cómo la enfermedad le había afectado a su capacidad pulmonar ya que se agotaba mucho y debía tomar medicinas: "Ahora acabo exhausta mucho más rápido que antes, así que tengo que cuidarme más". También subrayó que no todo era malo: "Puedo tomar más decisiones sobre mi vida cotidiana y darme cuenta de lo bueno que es para mí. Ahora puedo salir a pasear y tener más tiempo para leer. La vida se ha ralentizado".

La enfermedad de la princesa afecta directamente a su hija, la princesa Ingrid Alexandra, que cumplió 18 años el pasado enero. La joven tendrá su futura agenda como reina y son muchos los que la ven como la solución a la enfermedad de su madre, que hace que se vea limitada en el desarrollo de sus funciones como miembro de la realeza noruega.