Redes sociales

Sara Sálamo: el difícil equilibrio entre defender unos ideales y llevarlos a la práctica

La actriz canaria es objeto de crítica en redes sociales por su apoyo a la lucha contra el cambio climático y un tren de vida 'contaminante'

Sara Sálamo

Sara Sálamo / periodico

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Hay muchas formas de hablar sobre una persona relevante, más si esta da muestra de tener una carrera profesional y una personalidad propia que sean lo suficientemente interesantes.

Por eso, cuando hablamos de la canaria Sara Sálamo, lo lógico sería saber más sobre su faceta como actriz o sobre las luchas a nivel social e ideológico en las que se va embarcando -fiel defensora de los derechos de los animales, de la igualdad de género y de la solidaridad entre clases sociales-, dejando para los chascarrillos el utilizar de forma torticera y degenerada que está relacionada a nivel sentimental con cierta personaje para rebajarla al papel de 'la interesada esposa de' -en este caso, del futbolista Isco-.

Pero en una sociedad tan polarizada como la actual, lo primero no se tiene en cuenta cuando se te relacionan con el tercer apartado, y lo segundo parece ser que deja también de tener efecto por las repercusiones económicas de esto último.

En el viejo dilema de que ser de izquierdas entra en contradicción con tener una vida acomodada y frugal, que es un debate interesante siempre y cuando no se caiga en la demagogia barata.

Y más allá de todo esto, hay una realidad: el de que si eres mujer con opinión propia, cualquier paso en falso se pagará con el triple de castigo que en el caso de que seas un hombre blanco acomodado.

La última polémica de la actriz canaria en redes sociales tiene de origen una publicación suya de Instagram en la que apoya un cartel que reza "Este es el verano más frío del resto de tu vida", para alarmar de las consecuencias del cambio climático.

Esta publicación ha sido fuertemente respondida por varios de sus seguidores y, sobre todo, por muchos que no lo son. En algunos casos iniciando un debate punzante pero respetuoso; en otros casos, con más inquina y machismo que argumentos,

Las principales críticas tienen que ver con que su estilo de vida choca claramente con la causa que apoya: viajes en jet privado, paseos en moto de agua o descansos en la cubierta de un yate contaminan mucho más de lo que haría una persona de calle con aficiones más de estar por casa.

La actriz no se ha escondido y ha decidido responder a este tipo de comentarios con una publicación en la red social Twitter en la que destaca que "ser de izquierdas no está reñido con querer disfrutar tus vacaciones, querido. Es tan fácil como que no te importe pagar muchos impuestos para que todo el mundo tenga acceso a una sanidad, educación, vivienda y cultura de calidad".

Aun así, algunos tuiteros le han reprochado el vincular el pago de impuestos con la posibilidad de inhibirse de cumplir con unos principios que va pregonando.