Rita Miller Atelier, los vestidos de fiesta cosidos en Barcelona que lucen las famosas de la tele y el cine

A veces no se puede escapar del destino. Y eso ha sido una suerte en el caso de Lisi del Castillo (Barcelona, 1980). La diseñadora que empezó estudiando Derecho, se licenció en Periodismo, trabajó en varios medios de comunicación e hizo de modelo antes de montar su propia agencia -que más tarde traspasó en la cima del éxito-, lo dejó todo para recorrer medio mundo persiguiendo sus sueños. Estudió interpretación en Los Ángeles, además de en Madrid y la capital catalana. Durante algunos años escribió guiones para películas, hasta que produjo, dirigió e interpretó su ópera prima, 'Las puertas del cielo', por la que se llevó un premio del público en un festival. Por si fuera poco, también publicó un libro, 'La trufa blanca o cómo encontrar la felicidad en tus objetivos'.

Cada proyecto que ha emprendido Lisi ha sido un reto y un éxito. Pero aún así, siempre ha buscado más allá. "El problema era que hacía muchas cosas pero en realidad tampoco podía vivir de ninguna de ellas", recuerda.

La trufa blanca, en casa

En realidad, esa trufa blanca la tenía muy cerca, en su casa. Ese es el origen de la firma Rita Miller Atelier, la misma que está seduciendo a un montón de caras famosas, desde Tamara Falcó o Marta Hazas, hasta Malena Costa, Cristina Pardo, Natalia Sánchez o Cristina Brondo... Y, por supuesto, a muchísimas clientas que quieren ir de lo más elegantes y originales a fiestas y ceremonias.

Paralelamente a tantas aventuras laborales, y de colaborar también en un programa de televisión con Elsa Anka, Del Castillo siempre ha trabajado en el taller de su madre, Ana Poquet, quien llegó a tener siete tiendas de trajes de baño a medida en Barcelona. "Yo he mamado lo que es el negocio desde los 9 años. Lo que es estar en el taller, medir a las señoras, probarlas... No lo he estudiado en ninguna escuela, sino de mi madre, que después de trabajar de representante en una fábrica de bañadores que cerró, luego se puso a diseñarlos ella, y una señora se los cosía en su casa".

En la tienda de su madre fue donde Lisi comenzó a colgar sus primeros diseños. "Se vendían enseguida, y pensé: 'va a ser más fácil vender un vestido que conseguir un millón de euros para hacer una película'".

La primera colección la vendió en su casa, y sus primeras clientas, sus amigas, comenzaron a pedirle que se los personalizara, en otros colores, con otros cuellos, otros apliques... "Lo vendía todo en dos días y una amiga me ofreció un 'corner' en su 'showroom'. Arrasaba, por lo que decidí coger un taller", cuenta. Allí, "las propias clientas me fueron pidiendo más boda, invitada, fiesta..., que es lo que hago ahora", desvela.

Lisi del Castillo, directora creativa de Rita Miller Atelier.

Lo del nombre de Rita Miller es porque Del Castillo adora la película 'Ghost'. El personaje que interpreta Whoopi Goldberg se llama así: "Y además me recuerda mucho al carácter de mi madre", puntualiza la diseñadora.

En 2018 estableció su primer taller en Barcelona, y poco después cogió un local más vistoso en la calle Muntaner. Tras la reforma, el atelier abrió a finales de enero de 2019 "y el 15 de marzo nos encerraron a todos". Llegó la pandemia, y lo que podría haber sido un mazazo, Lisi lo convirtió en un golpe de suerte.

El modelo de 'El hormiguero''

"Como no podía hacer otra cosa, me puse a hacer vídeos y tutoriales de moda y me cogieron en TV.cat", relata Del Castillo. "En ese tiempo también aproveché para profesionalizar la imagen de la marca, con un fotógrafo y modelos para subir fotos de estudio", continúa. "Empecé a escribir a gente por Instagram, entre otros a la estilista de 'El hormiguero', Montse Nieto. Le gustó mi trabajo y le mandé un 'look' para Nuria Roca. Pero como el traje no le ajustaba, al final se lo puso Tamara Falcó: era un lencero negro con torera amarilla. Y la liamos, porque se hizo viral y nos sacaron en 'Harper's Bazaar', 'Woman', 'Hola', 'Lecturas'....".

"Me crecí como un pavo, y vi que era por donde iba a seguir", cuenta.

Hasta hace pocos meses ha podido llevar ella misma la comunicación de la firma, pero ahora el trabajo ha aumentado mucho. Le llueven los pedidos, también del otro lado del charco.

Piezas únicas y sofisticadas

Los diseños de Rita Miller se caracterizan por tener un corte limpio, sofisticado, siluetas clásicas y atemporales con algún detalle que sigue la tendencia de las grandes firmas. "Me gusta seguir la moda, en las revistas, las redes, los desfiles, también en el cine. Así adapto la alta costura de firmas como Chanel, Valentino, Oscar de la Renta, Loewe o Pertegaz a la actualidad. Hago de esas grandes prendas, pequeñas joyas. Es alta costura en cuanto que lo hacemos todo a mano, son piezas exclusivas y de las que solo se hace una unidad. Pero son diseños más ponibles que la alta costura de las pasarelas. Intento hacer prendas diferentes de lo que puede hacer la gente del sector fiesta y novia, que en realidad es lo que yo hago, sí, pero trato ser más extremada, más diferente", resume Lisi.

Confecciones más bien minimalistas, pero que siempre incluyen algún detalle que las distinguen, bien sea un color potente o un tejido exquisito. La gran mayoría de estas telas salen de Gratacós, empresa de Barcelona líder en el sector del textil del lujo. "A pesar de la gran calidad no tenemos precios disparados. Por ejemplo, los vestidos de colección van de los 250 a los 900 euros, y las piezas que parten de cero, las que diseño junto a las clientas, con las ideas que ellas me traen, son a partir de los 700 euros, con todas las pruebas incluidas", concluye la directora creativa de Rita Miller Atelier.