Crónica rosa

'Mamarazzis' dicen: ¿Habemus consorte?

Un repaso a las últimas noticias de la prensa rosa, que también incluyen los planes de divorcio de Iñaki Urdangarín y Cristina de Borbón, la posible vuelta del rey Juan Carlos y "la nueva ilusión" de Sara Carbonero

La princesa Leonor asiste a una jornada sobre juventud y ciberseguridad

La princesa Leonor asiste a una jornada sobre juventud y ciberseguridad. /

Lorena Vázquez

Lorena Vázquez

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Siempre me he preguntado si a los periodistas del corazón nos ponen más los romances o las rupturas. Tengo dudas al respecto. Aunque siendo sincera, y exhalando ese puntito de maldad que me obliga a valorar la noticia por encima de la persona, tengo clara la respuesta. Los hay que se enamoran por primera vez, los hay que se desenamoran a golpe de infidelidad, los hay que rompen relaciones antes de comenzarlas y los hay dispuestos a fingir A o B porque han descubierto que cualquier cara de la moneda es igualmente rentable.

La Princesa de Asturias, ¿enamorada?

Moreno, alto y con barba. Poco más sabemos del misterioso acompañante que la princesa Leonor llevó a la fiesta del 70 cumpleaños de su abuela Paloma Rocasolano. Información desvelada en exclusiva por la revista ¡Hola!. El joven que ha hecho saltar todas las alarmas viajó a bordo de una furgoneta junto a la familia real hasta la residencia de Telma Ortiz en Madrid, donde todos fueron fotografiados.

El desconocido, curiosamente siempre de espaldas en las instantáneas (aquí hay gato encerrado), llevaba una sudadera con el logo del colegio donde estudia la princesa de Asturias, por lo que intuimos que se trata de un compañero de estudios, aunque no tenemos confirmación oficial de su identidad. Ya hace unos meses, algunos medios apuntaban que la heredera estaba “ilusionada” con un chico de su clase de Bachillerato. ¿Será el mismo que la acompaña estos días durante sus vacaciones? Es toda una incógnita. ¡Madre mía! Aún recuerdo mis días de reportera asfáltica persiguiendo a la antipática de Eva Sannum por las calles nevadas de Oslo. Solo pido que el amigo “especial” de Leonor tenga un carácter menos gélido y resida en un país con clima mediterráneo.

Cristina de Borbón e Iñaki Urdangarin, al borde del divorcio

La revista ‘Semana’ ha revelado que los exduques de Palma han firmado la disolución de las capitulaciones que negociaron hace 25 años cuando se casaron. Se trata del primer paso hacia su divorcio, algo que ocurrirá más rápido de lo que imaginábamos algunos. Según nos cuentan, hay prisa. Urdangarin no tendrá que pasar ninguna pensión a su exmujer por sus hijos y tampoco recibirá compensación económica alguna por parte de la infanta. Y mientras Ainhoa Armentia luce tipito y bikini por la costa alicantina en la portada de ¡Hola!, la infanta Cristina aparece de puntillas en la ya famosa foto del posado del emérito con sus hijas y nietos, enviada desde Abu Dabi (vete tú a saber con qué oscuras intenciones). Estad atentos, porque este culebrón promete más capítulos.

Seguimos con rumores sobre la inminente vuelta del rey Juan Carlos a España. Se habla de un regreso temporal que le llevaría a hospedarse en cualquier lugar que no fuera el palacio de la Zarzuela. Y yo, que soy de montarme películas, me lo imagino irrumpiendo en su antiguo hogar como un elefante en una cacharrería (perdón por mentar al pobre animal). Algo así como lo que ha hecho esta semana Antonio David Flores en la Junta General de Accionistas de Mediaset asociando la bajada de audiencias a su despido. A los dos les quieren bien lejos.

Sara Carbonero y su nueva “ilusión”

Aseguran que la periodista tiene una incipiente ilusión sentimental. Se llama Nacho Taboada, tiene 35 años y es cantante y técnico de sonido. Ella, melómana empedernida (por no decir ‘grouppie’) se ha vuelto a prendar de un artista. Recordad que tenemos precedentes, algunos públicos y publicados como el de Kiki Morente, su última relación conocida. La pareja rompió hace algunos meses, antes incluso de confirmar su relación. Podríamos decir que este dúo murió de discreción y se les rompió el amor de tanto disimularlo.

A ver si la periodista tiene más suerte esta vez. Se la merece, os lo aseguro, sobre todo después de haberse tragado varios sapos; los más amargos, durante su matrimonio con Íker Casillas. Hasta aquí puedo leer (y escribir).