Carlos Baute pide perdón a su hijo mayor

Después de 10 años de batallas judiciales, Carlos Baute y su primer hijo se han reconciliado. El cantante lo ha anunciado este lunes en sus redes sociales.

Coincidiendo con el Día del Padre en Estados Unidos, ha publicado una imagen junto a su hijo. “Les comparto esta foto que me hace tremendamente feliz. Después de tantos malentendidos por ambas partes, José Daniel y yo tenemos la relación padre e hijo que debió haber sido siempre”, ha escrito.

De esta forma, el artista ha pedido “perdón” por sus errores y ha asegurado que de ahora en adelante van a “recuperar el tiempo perdido”. “Te quiero, hijo. Gracias, Astrid Klisans, por tu apoyo incondicional”, ha escrito haciendo mención también a su mujer. Además, el venezolano ha querido agradecer los mensajes de cariño que ha recibido por parte de sus fans confesando que se trataba de un “día muy importante” para su familia.

José Daniel nació cuando el músico tenía solamente 15 años, fruto de su noviazgo con Zerimar Nallera. La pareja vivía en el mismo barrio de Caracas y, según contó Baute en una entrevista para 'El Mundo', su familia “les dio con la puerta en las narices” cuando ella se quedó embarazada. Después se mudaron de barrio y la relación se rompió,

pero desde hace algo más de una década, el primer hijo del artista le reclamaba su reconocimiento y le pedía también una pensión por necesidad.

"Un deber del progenitor"

En la sentencia del 2013, cuando el artista le reconoció como hijo biológico, José Daniel, de 31 años, logró llevar los apellidos del intérprete de 'Amor y dolor'. Hace cinco años, el joven le reclamó una pensión alimenticia y con carácter retroactivo tras considerarse que nunca se había hecho cargo de él, ni económicamente ni de forma afectiva. Esta situación se ha prolongado en el tiempo hasta hace tan solo unos meses, cuando José Daniel seguía solicitando una pensión de 1400 euros mensuales por lo que consideraba “un abuso de derecho”.

Debido a la precaria situación en la que ha vivido el joven, el abogado del demandante consideraba “un deber del progenitor” protegerle económicamente “independientemente de la edad”. José Daniel reside actualmente en Baeza, Jaén, y lo último que se conocía de él es que trabaja en la gasolinera del padre de su novia.