Enlace en Londres

Boda secreta de Boris Johnson y su prometida Carrie Symonds

La ceremonia, sin confirmación oficial, tuvo lugar en la catedral católica de Westminster

Boris Johnson y Carrie Symonds, en una imagen del pasado abril, cuando acudieron a votar en las elecciones municipales.

Boris Johnson y Carrie Symonds, en una imagen del pasado abril, cuando acudieron a votar en las elecciones municipales. / Reuters

Begoña Arce

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Boris Johnson y su prometida Carrie Symonds eligieron la catedral católica de Westminster en Londres para casarse en secreto en una "pequeña ceremonia" el sábado, según ha confirmado un portavor de Downing Street. Apenas 30 invitados estaban presentes en el enlace del primer ministro de 56 años y la exasesora de comunicación del Partido Conservador de 33, de acuerdo con las restricciones impuestas por el Covid. El templo había sido cerrado al público apenas media hora antes de la boda, de la que muchos colaboradores de Johnson no tuvieron noticia alguna. Un par de fotos de los novios les muestran abrazados y sonrientes en los floridos jardines de la residencia oficial, un paisaje a juego con la corona que adornaba la cabeza de la contrayente. Los recién casados tienen un hijo de año, Wilfred, y un perro, Dilyn, muy fotogénico, que también acapara titulares de vez en cuando. La familia vive en el 11 de Downing Street, en un apartamento cuya decoración y pago de la factura ha sido motivo de escándalo.

Hijos, divorcios, tren de vida

Primer matrimonio para la novia, tercero para el novio, que a los 23 años se casó con una compañera de universidad, una unión posteriormente anulada cuando de nuevo Johnson acudió al altar con una amiga de la infancia, Marina Wheeler, en 1993. De esa larga unión nacieron cuatro hijos, que ahora tienen entre 20 y 26 años. El divorcio se formalizó en el 2019, tras un sinfín de aventuras de Johnson, una vida sentimental extraconyugal muy ajetreada, de la que nacieron otros dos hijos de distintas relaciones ocasionales. Hace unos días habían enviado invitaciones a los amigos para que reservarán la fecha del 21 junio del próximo año y se dio por hecho que se trataría de la boda. Ahora se ha confirmado que será el momento para una gran celebración. La pareja no tiene previsto marcharse de luna de miel. El primer ministro y Symonds anunciaron su compromiso durante unas vacaciones en diciembre del 2019 en la exclusiva isla Mosquito, en el Caribe. La factura también está siendo investigada ahora, ante la sorprendente facilidad con que la pareja encuentra benefactores a la hora de abonar los gastos de su tren de vida.

Fe cambiante

La fe religiosa de Johnson parece tan complicada y cambiante como su vida sentimental o su credo político. El catolicismo fue la religión de su madre, en la que se crio, para convertirse a la Iglesia Anglicana cuando adolescente se disponía entrar en el colegio de Eton. Ahora retorna al catolicismo, la religión de su nueva esposa, a pesar de los obstáculos del Vaticano para con los divorciados. De acuerdo las explicaciones dadas al respecto, para Roma son inexistentes los matrimonios realizados al margen de su iglesia y los de Johnson no contaban.

Semana tormentosa

La boda sorpresa pone el broche inesperado a una semana tormentosa para el primer ministro, acusado por el que fuera su principal asesor, Dominic Cummings, de carecer de las capacidades necesarias para ocupar el cargo al frente de un gobierno que ha dirigido caóticamente la pandemia, lo que ha costado “decenas de miles de vidas innecesariamente”.   Symonds tampoco escapa a las críticas por atribuirse poderes en el nombramiento de miembros del equipo de Johnson, sobre el que ejerce, según sus detractores, una influencia desmedida.

La nueva esposa se ha convertido ahora en ‘primera dama’ y hará su debut internacional como tal en la cumbre de líderes mundiales del G7 prevista para junio en Inglaterra.