EN BARCELONA
La vidente televisiva Pepita Vilallonga será juzgada acusada de estafa
La acusación sostiene que su gabinete se aprovechó de una mujer con depresión y vulnerable
J. G. Albalat
Redactor
Ha trabajado en el Diario de Barcelona, El País y AVUI. Desde hace años en El Periódico cubriendo los acontecimientos judiciales. Premios Ortega y Gasset, Save the Children, Ramon Barnils y Josep Maria Planes por la investigación del 'caso Maristas' sobre abusos sexuales en los colegios. En el 2016, mención honorífica de la Generalitat en el Día de la Justicia. Colaborador de publicaciones jurídicas. Profesor asociado Master de Criminología de la Universitat de Barcelona.
La conocida y televisiva vidente Pepita Vilalloga y otros miembros de su equipo serán juzgados el próximo 9 de noviembre en la Audiencia de Barcelona acusados de presuntamente haber estafado a una mujer que pasaba por problemas familiares y económicos y sufría una depresión grave. La acusación particular solicita ocho años de prisión para cada uno de los tres implicados, así como una multa de 3.600 euros y la devolución de las cantidades abonada por la víctima, mientras la fiscalía y la defensa consideran que no hay delito y piden la absolución.
Los acusados, desarrollaban su actividad profesional desde un gabinete esotérico L’espai de Pepita Vilallonga, publicitándose en medios audiovisuales. Con despacho en Barcelona, ofrecían servicios de ocultismo, misticismo, esoterismo, rituales y venta de material mágico entre otros. Rosalía, la denunciante, escuchó hablar un día a la vidente e iniciaron una primera toma de contacto vía telefónica en noviembre del 2016, acordando una cita en el local. Ese día, los encausados le realizaron unas tiradas de tarot y, según la acusación ejercida por el abogado Álvaro Machado, del despacho Vosseler, “pudieron evaluar el grado de vulnerabilidad emocional” de Rosalía que, a causa de su depresión y trastornos anímicos, se le otorgó una invalidez absoluta para trabajar.
Muerte inminente
Tras comprobar su situación y la facilidad con la que se podían aprovechar de una persona absolutamente débil, índice la acusación, la vidente le anunció una muerte inminente, así como la de sus mascotas, profiriendo expresiones tales como "no durarás una semana” , “has esperado mucho tiempo en acudir a nosotros”, “tienes un mal de ojo” o “llevas un muerto en la espalda”. Los encausados lograron que Rosalía desembolsara 4.000 euros y con posterioridad 10.000 euros y 17.000 euros, si entregarle recibo alguno. El dinero procedía de los ahorros que tenía la mujer, del rescate del plan de pensiones y de préstamos particulares que tuvo que pedir.
La fiscalía no acusa porque, a su entender, no consta que Vilalloga y los otros dos acusados engañaran a Rosalía, “ni se hubieran prevalido de ninguna situación de vulnerabilidad o discapacidad de la misma”: La defensa, por su parte, relata en su escrito, que Rosalía “acudió voluntariamente y por su creencias previas” al gabinete de esoterismo y subscribió un contrato por el que acordaba “libre y espontáneamente” los servicios de “orientación espiritual”, “sujetos a la actividad y no al resultado”. Según el abogado de dos investigados, la única cantidad que percibieron fue de 2.400 euros. El letrado agrega que Pepita Vilallonga “fue objeto de una campaña de desprestigio mediático en la que se invitaba a sus clientes a denunciarla por estafa”•
Suscríbete para seguir leyendo
- Una intensa granizada impacta en Barcelona y el litoral catalán
- El SMS que Hacienda está enviando a todos los que han hecho esto en su declaración de la renta
- Sumergir los pies en vinagre, la nueva tendencia que arrasa: estos son sus beneficios
- Catalunya rechaza el reparto de menores no acompañados llegados a Canarias que propone el Gobierno
- Encuesta elecciones Catalunya: El PSC se afianza en cabeza y Junts toma la delantera en su pulso con ERC
- Saltan las alarmas por el estado de salud de uno de los Mozos de Arousa
- Una familia recupera la titularidad de un piso de Girona tras varios intentos de desahucio
- Un luchador iraní es golpeado por el público y suspendido de por vida tras pegar una patada a una chica en el ring