PASADO TÓXICO

Príncipe Enrique: "Ser miembro de la familia real es como una mezcla entre protagonizar el 'Show de Truman' y vivir en un zoológico”

El nieto de la reina Isabel II hace nuevas declaraciones contra la monarquía británica después de su polémica entrevista con Oprah Winfrey a principios de año

“¿De verdad esa iba a ser mi vida? ¿Sonreír y aguantar lo que me echen? Cuando tenía 20 años ya sabía que no quería que esa fuera mi vida. No quería hacer eso", reconoce en la entrevista

“Al vivir en California puedo levantar la cabeza del suelo y sentirme diferente. El peso que llevaba sobre mis hombros ha caído", admite

El príncipe Enrique.

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Enrique ha vuelto a hablar alto y claro de su vida como príncipe. El joven, que no ha dejado demasiado bien a la monarquía británica, ha admitido lo tóxica que era su vida en palacio y lo mucho que eso le ha afectado a su existencia.

La entrevista ha tenido lugar con el popular podcast Armchair Expert, al que ha asistido como invitado para promocionar su nueva serie documental l en Apple Tv+ y, de paso, desvelar algunos sucesos desconocidos de su biografía que explican por qué decidió irse a vivir a Estados Unidos con su mujer y su hijo.

El hijo del príncipe Carlos y la malograda Diana de Gales ha empezando relatando: "La primera vez que Meghan y yo quedamos para que pasara unos días conmigo en Londres, decidimos encontrarnos en un supermercado. Allí fingimos no conocernos de nada mientras nos mandábamos mensajes de texto desde diferentes pasillos”, apunta el duque de Sussex, que ha recordado: "Yo iba más o menos de incógnito, con una gorra de beisbol puesta y mirando al suelo intentando que nadie me reconociera. ¡Es alucinante la cantidad de chicles pegados que ves cuando bajas la cabeza! Pero la gente no paraba de mirarme raro y algunos incluso se acercaban a mí para decirme hola”, detalla e incide en lo difícil que siempre le ha resultado pasar desapercibido.

"Ser miembro de la Casa Real implica estar siempre bajo lupa", una situación que Enrique ha descrito como “una mezcla entre protagonizar el' Show de Truman' y vivir en un zoológico”. Algo que le llevó a pensar varias veces abandonar la familia real mucho antes de que empezara su relación con Meghan.

“¿De verdad esa iba a ser mi vida? ¿Sonreír y aguantar lo que me echen? Cuando tenía 20 años ya sabía que no quería que esa fuera mi vida. No quería hacer eso. Sobre todo teniendo en cuenta del daño que ocasionó a mi madre. ¿Cómo iba a asentarme y a tener una mujer y una familia sabiendo que la historia volvería a repetirse”, se lamenta.

“El peso que llevaba sobre mis hombros ha caído"

"El problema es que yo si sabía lo que ocurría detrás de la cortina. He visto cómo es ese modelo de negocio, cómo funcionan las cosas allí, y simplemente no quiero formar parte de ese mundo”, ha subrayado. Sin embargo, no se decidió a dar el paso hasta que Meghan le animó ir a terapia.

“Me sirvió para sacar la cabeza del suelo y reconocer que si estaba en una posición de privilegio, lo que tenía que hacer era dejar de quejarme. Dejar de pensar que quería hacer algo diferente con mi vida para simplemente hacerlo”, apostilla.

“Al vivir en California puedo levantar la cabeza del suelo y sentirme diferente. El peso que llevaba sobre mis hombros ha caído. También el de Meghan. Ahora puedo caminar sintiéndome un poco más libre", concluye.