Phoebe Dynevor y Regé-Jean Pege

"La danza nos ha ayudado mucho para hacer las escenas de sexo"

Los protagonistas de la exitosa serie de Netflix explican algunas curiosidades del rodaje de la serie, al que asistió EL PERIÓDICO

bridgerton

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Inés Álvarez

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Había mucha expectación por la serie 'Los Bridgerton', porque, entre otras cosas, estaba detrás Shonda Rhimes, la productora de 'Anatomía de Grey', y las expectativas se han cumplido: al poco de estrenarse en Navidad ya era una de las series más vistas en Netflix. No obstante, cuando EL PERIÓDICO visitó el rodaje a finales de febrero del 2020, en unos estudios cercanos a Londres, los actores solo sospechaban que estaban haciendo algo grande. Así lo confesaban Phoebe Dynevor, que da vida a la mayor de los ocho hermanos de la familia protagonista, que tiene su meta puesta en casarse bien y Regé-Jean Page, que se mete en la piel del atractivo duque de Hastings, en cuyos planes no entra el matrimonio, y que en la vida real desprenden tanta química como tras la pantalla. A corta distancia se podía hasta palpar. Aunque insistan en que entre ellos no hay nada. Lo que sí es cierto es que él se ha convertido en uno de los actores más deseados por las féminas 

Ha sido un rodaje largo... 

Phoebe Dyvenor: Sí. Y para mí, muy agotador. Porque empezamos en julio de 2019 y acabamos a primeros de marzo de 2020. Además, en los últimos días de rodaje estuvimos volviendo a grabar en el estudio algunos bloques de escenas que ya habíamos rodado hacía casi un año. Con lo cual es todo bastante surrealista.

Regé-Jean Page: Una locura de rodaje en el que han estado implicadas un grandísimo número de personas y en el que se iban sucediendo las ideas. Todo era inmenso. 

Ella: Estoy muy satisfecha. Porque mientras rodábamos, todos teníamos la esperanza de que estábamos haciendo algo increíble.  

Phoebe Dynevor: Hija de un guionista y una actriz

Nacida hace 25 años en Manchester, en el seno de una familia dedicada al cine (su padre es el guionista Rim Dynevor y su madre, la actriz Sally Whittaker , conocidos por su trabajo en la longeva producción británica ‘Coronation Street’), Phoebe debutó a los 14 años en la quinta temporada de la serie ‘Waterloo Road’, donde daba vida a una estudiante. Tres años depués se incorporó al elenco principal de ‘Snatch’, ficción en la que continúa en la actualidad.

Viendo cómo esta de cuidada la estética es de suponer que emplearan mucho tiempo en el proceso de maquillaje y en probarse todo ese vestuario, ¿cierto?

Ella: Para mí, lo de probarse la ropa ha sido lo más agotador. Porque yo tenía... ¡101 vestidos! Acababa exhausta, ya que cada día empleaba tres horas en ello. Iba constantemente de un lado para otro.  

Él: El almacén de vestuario es una de las primeras cosas que me encontré al llegar a la serie y me pareció impresionante. Cuando entré, me quedé sin respiración, porque había cientos y cientos de 'looks' diferentes para los personajes protagonistas.

Ella: Me di cuenta de lo grande que era esta producción cuando me encontré a 10 personas probándome  la ropa. Era abrumador. Una verdadera locura. Y, además, yo cada día tenía que colocarme una peluca, que, por cierto, estaban fenomenalmente elaboradas. Un día fui a una fiesta con gente del equipo y se sorprendieron al ver mi pelo real, porque nunca lo habían visto.

Dynevor: «Para mí lo de probarse el vestuario ha sido lo más agotador. Porque tenía 101 vestidos»

Él: El departamento de peluquería y vestuario ha hecho un trabajo muy meticuloso. Es increíble la de conversaciones que he llegado a tener con el equipo de vestuario sobre por qué yo llevaba esa camisa o esa chaqueta, que era distinta a las de los otros personajes masculinos. Y es que Simon, mi personaje, había viajado mucho por el mundo y su modo de vestir estaba influenciado por las diferentes modas. Se ha cuidado hasta el mínimo detalle.

Ella: Y hay mucho azul en mi personaje. Yo era la chica azul. Cualquier tipo de silueta azul que te puedas llegar a imaginar, seguro que la ha llevado Daphne en algún momento de la serie (ríe). 

La ficción está basada en una exitosa serie de novelas de Julia Quinn. ¿Cómo ha encajado en este universo la productora Shonda Rhimes?

Él: Perfectamente. Porque es una serie muy divertida. Es de lejos la más ágil, divertida y sexi que uno pueda ver. Además, se ha tocado la época de la regencia y ya nada volverá a ser igual.

Ella: No creo haber visto ninguna serie de televisión ni película desarrollada en la Regencia londinense con un ritmo tan rápido como esta. Hay momentos, obviamente, pero resulta fresca y moderna en muchísimos aspectos. Además, ha sido apasionante hacerla, porque es un periodo de la historia, sí, pero encuentras un montón de influencias modernas  

Él: Creo que es un error hacer una diferenciación de la gente cuando se trata de un drama histórico, porque, en realidad, la gente es gente; no importa a qué época pertenezcan. La manera de conectar es a través de cómo se siente hoy, de cómo le hablas a un público moderno. Es el hecho de que todos son siempre divertidos, y descarados, y sexis, y reprimidos.... Y tienen el mismo tipo de experiencias, e intentan averiguar quiénes son y cómo divertirse, cómo enamorarse, cómo equivocarse y cómo aprender de ello... Y todo esto que estoy diciendo no importa en qué época te encuentres.

Ella: Obviamente, la sexualidad es una parte importante de esta serie. Yo tampoco había visto a una mujer tan sexual en esa época en una ficción. Normalmente las mujeres están muy reprimidas , y aquí también las hay que lo están, pero...

Él: Creo que hay grandes diferencias. Porque en esta serie hay una visión feminista, de un feminismo sin ningún sentimiento de culpa. Y tiene personajes muy activos, a pesar de que viven en una sociedad represora. Ellos están reprimidos o no. Y como navegan por esas circunstancias, propician un montón de drama. 

¿Y cómo ha sido la dinámica entre ustedes dos?

Él: Es fantástico estar en buenas manos cuando trabajas con alguien durante tanto tiempo. Porque hemos estado muchas semanas grabando escenas juntos. A menudo, en castillos o alrededor del país. Es un placer poder ¡r trabajar con alguien en el que puedes confiar.

Ella: Sí, porque hicimos un tipo de escenas... (ríe)

Dynevor: «He tenido que aprender a montar a caballo, a bailar, a tocar el piano y a simular que hago el amor»

¿Han tenido que hacer algún tipo de preparación especial para interpretar a sus personajes?

Ella: Sí, muchas cosas. He tenido que aprender a montar a caballo. Y ahora ya soy capaz de montar de lado. Y luego he aprendido a bailar. La danza era una gran parte de mi interpretación. Estaba muy nerviosa porque tenía un montón de escenas de baile. Pasamos muchísimo tiempo en los estudios bailando.

Él: Ahora conocemos el lenguaje físico del otro increíblemente bien.

Ella: Y eso nos ayudó con las interpretaciones. Porque, ya se sabe, gran parte del baile consiste en confiar en la otra persona.

Él: Sí, es una interacción. Es conocer cuándo ceder y cuándo liderar. Una manera de conocer del otro sus puntos fuertes y sus debilidades.  

Ella: Qué más he aprendido.... También a tocar el piano, porque Daphne está tocándolo todo el tiempo. ¡Ah! Y otra cosa más: he prendido a simular que hago el amor (ríe). Y soy realmente buena. Es, es...

Él: Es una habilidad (ríe).

Ella: (Ríe). Sí, una habilidad. Pero es que tuvimos unos coordinadores de intimidad increíbles. Simular que haces sexo es un poco como conducir una moto, aunque más difícil de mantener el equilibrio. Tienes que saber qué postura es la correcta.

Él: Sí. Eso es todo. Es una cuestión de confianza. Se trata de saber dónde puedes poner el brazo o cómo debes soportar tu peso, porque no le quieres romper una pierna. Y si tú te echas a rodar de ese modo, te la puedes dislocar a ti mismo. Por tanto, teníamos claro que debíamos hacer esto y esto. Son muchas pequeñas particularidades técnicas y la danza nos ha ayudado mucho para hacer las escenas de sexo, porque en realidad es algo coreográfico.  

«En la serie hay una visión feminista, Y personajes muy activos en una sociedad represora"

Han rodado en diferentes localizaciones y también en los estudios. ¿Tienen preferencia por uno u otro lugar?

Él: Hace más calor en el estudio.

Ella: Adoro estar en el estudio (ríe). Lo digo solo por eso.

Él: Y en el estudio hay wifi (ríe). Pero es verdaderamente un privilegio haber rodado en esas localizaciones, ya que son fantásticas. Además, te ayudan mucho en el proceso de imaginar, ya que son castillos históricos con enormes habitaciones ornamentadas en oro y gran parte del mundo en el que se mueve tu personaje está ahí, con lo que ya tienes la mitad del trabajo como actor hecho. Además, es genial conectar con la historia del mundo real y ver esos cuadros colgados en la pared en los que aparece gente que existió hace cientos de años. El mobiliario también te ayuda mucho. En el estudio echas de menos todo eso, aunque en los sets la ambientación también es increíblemente realista.

Ella: Sí, los sets son espectaculares. El diseñador de producción ha hecho un trabajo increíble. Es cierto que no contamos con los exteriores, pero realmente te sientes como si estuvieras en esos espacios.  

Él: Casi hace magia. Tú vas caminando por el set y a la vuelta de la esquina te encuentras con ese espléndido patio georgiano...

Ella: Pero tienes que hacer un trabajo diferente según dónde te encuentres. Antes de las Navidades del 2019, estuvimos unos días rodando en un castillo y a la semana siguiente estábamos en el estudio. Era ir constantemente de un sitio para otro. Pero ir a todos esos sitios fue apasionante.

Él: Sí. Te tienes que pellizcar. Yo recuerdo que un día pasaba, con unas personas que vinieron al set , cerca del palacio de Buckingham y alguien dijo impresionado: «¡Oh, Dios mío!». Y yo pensaba: «Bueno... sí!».

Ella: (Ríe) Tú estabas ya muy acostumbrado a esos sitios.

Él: Sí, ya estaba habituado a estos grandes palacios y por eso decía: «Ah, sí; está bien…» (ríe).

Ella: Yo viví un momento surrealista en uno de castillos donde estuvimos grabando durante dos semanas, porque teníamos muchas escenas juntos. Resulta que muchos días el edificio estaba abierto a los turistas que iban a visitarlo. Y un día me encontré con una cola, porque allí había un baño público. Y yo me paseé delante de ellos en zapatillas y sin nada debajo de la ropa porque acababa de grabar una escena íntima, y con esa peluca de lara melena… Me sentí un poco rara, la verdad (ríe).

Él: Tenías que haber dicho que eras el fantasma de la duquesa.

Page: "Es un privilegio trabajar sabiendo que hay mucha gente a la que le importan estos personajes, este mundo, y lo que estás haciendo" 

Hablen de sus personajes y de su relación.

Ella: Cuando Daphne y Simon se encuentran por primera vez, se nota que no son los mayores fans el uno del otro. Pero hay química, seguro. Creo que en Simon se despierta probablemente antes que en Daphne. Sí, hay química instantánea entre ellos, pero no lo descubrirán hasta pasados varios episodios.

Él: Están intrigados el uno por el otro. Ambos son unas personas muy, muy, inteligentes y bastante especiales que no habían conocido aún a su pareja hasta que se encontraron. Y hay algo que les atrapa, pero no de la forma correcta. Hay algo embriagador entre los dos.

Ella: Cuando se conocen, ella es una chica que se conforma con las normas sociales. Espera que cuando encuentre a un hombre, sea todo muy formal. Que sea un príncipe o un duque que le regalará diamantes , se casarán y entonces será todo maravilloso. Para Daphne el sexo no existe. Pero, luego, dirá: «¡Ey, es interesante!».

Él: Lo entiendo (ríen).

Ella: Además, pertenecen a mundos diferentes. Y aprenderán mucho el uno del otro.

Él: Sí, pero de diferente manera (ríe).

Ella: Simon vive su vida. Ha viajado por el mundo, ha visto muchas cosas y ha conocido a un montón de mujeres. Ella, en cambio, ha estado siempre en su casa, tiene una familia que la quiere y se encuentra segura en esa pequeña burbuja que ese hombre hará estallar.

Regé-Jean Page : ¿El próximo James Bond?

El atractivo actor, de 30 años, debe su exótico físico a la mezcla entre su padre, un sacerdote inglés, y su madre, una enfermera de Zimbabue, país donde (tras nacer en Londres) pasó su infancia. De vuelta al Reino Unido, formó una banda de punk con su hermano y estudió interpretación en el Drama Centre London. Ha intervenido en ‘Waterloo Road’, ‘Roots’ y ‘ For the people’, y salió unos segundos en ‘Harry Potter y las Reliquias de la Muerte’. Ya suena como posible Agente 007. 

¿Están preparados para la fama que supone trabajar en una serie de este tipo de Netflix? 

Ella: Yo aún estoy en mi burbuja pensando que estoy haciendo una serie que quizá nadie vea...

Él: Nunca nada está garantizado, pero esta serie está basada en unas novelas muy populares y hay muchos fans siguiendo entusiasmados su desarrollo. Es un privilegio trabajar sabiendo que hay mucha gente a la que le importan estos personajes, este mundo, y que le importa lo que estás haciendo. 

¿Que Shonda Rhimes participara ha sido un elemento clave para entusiasmarse con este proyecto?

Ella: ¡Sí! ¡Oh, sí! ¡Dios mío, sí! ¡Sí!

Él: Me parece que para Phoebe quizá sí (ríen).  

Ella: El hecho de que Shonda Rhimes esté haciendo una serie en la Regencia me resulta alucinante, porque ella tiene esos personajes femeninos tan brillantes... Y lo que hace con ellos es maravilloso. Obviamente, trabajar con Netflix es increíble por sí solo, pero hacerlo con Shonda te hace sentir que estás en buenas manos, porque los personajes estarán muy bien desarrollados.

Él: Netflix es un lugar muy excitante en el que estar. Yo he trabajado para ellos los últimos dos años en otra serie y he disfrutado mucho. Y en las conversaciones que hemos tenido siempre se ha hablado de dejar el mundo mejor de lo que lo encontramos, o al menos, no hacer daño, a través de la cultura pop, y divirtiendo a la gente. Por lo que es un placer estar involucrado en esto. 

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