Dani Rovira y Eduard Fernández, al rescate en el Mediterráneo

En la playa del Varador de Mataró ha culminado este martes  el rodaje de ‘Mediterráneo’, que se inició en Grecia hace casi dos meses y narra la historia del activista Òscar Camps y su oenegé, Open Arms, de la mano del director Marcel Barrena. Eduard Fernández encarna a Camps, mientras que <strong>Dani Rovira</strong> se sumerge en la piel de Gerard Canals, en el viaje que ambos hicieron a Lesbos (Grecia) en el 2015.

"Creo que es una de las películas de las que mejor recuerdo tendré de todas las que he hecho, que son unas cuantas. Es una historia muy humana. De entrada, es una película popular en la que hay acción, que evoluciona y que explica la gran historia personal y social de Òscar Camps.  Refleja cómo una persona sola puede hacer muchas cosas para los demás. Cuando alguien pregunta: ’¿Qué puedo hacer yo?'. Pues si te pones las pilas puedes hacer muchas cosas", señala el actor catalán.

 "Un milagro"

“Si lo pudiera resumir en una palabra, diría que ha sido un milagro. Ya de por sí, que en un rodaje salga todo bien son milagros, pero creo que por muchas circunstancias este es el milagro de los milagros”, subraya Rovira. Y detalla: “Primero  por el covid, obviamente rodar una película con las condiciones mundiales en las que vivimos nos obliga a correr ciertos riesgos porque no vamos a salir los actores con mascarilla. Son muchas horas, muchos días, mucha gente, respetando las distancias de seguridad… ".

“Por otro lado, hemos rodado en un país que no era el nuestro, donde la mitad del equipo era griego, en un rodaje muy complicado a nivel emocional, técnico físico… Hemos tenido que lidiar también contra la naturaleza. Hacía un viento brutal, que ni en Tarifa he visto algo así. Hemos tenido que rodar en el mar, ha sido muy duro”, reconoce el artista, que tras superar el cáncer, el 4 de septiembre anunció que comenzaba a trabajar en el rodaje de 'Mediterráneo'.

“Es una película con muchísima figuración, la mayoría eran refugiados, una decisión que me pareció muy acertada y honesta por parte del director y del equipo de producción", argumenta el malagueño, y añade: “Nadie mejor que ellos podía hacer esto porque lo han vivido. Ha sido una experiencia muy bonita poder compartir con ellos su historia real y sobre todo porque había que explicarles muy poco, ellos atravesaron el Mediterráneo y fueron rescatados. Esto aporta una gran autenticidad y honestidad a la película.

"Conocer el conflicto de primera mano"

<strong>Eduard Fernández </strong>no conocía personalmente a Òscar Camps, pero sí conocía la oenegé y todo lo que hacían. “Cuando me hablaron de la película, pensé: 'Ostras, como sea una propaganda de Open Arms, ya la conocemos, no hace falta’, pero realmente es muy diferente porque desde el principio se explica cómo una persona que está en Badalona va a Grecia y allí empieza todo. El espectador viajará y conocerá a fondo el conflicto y el problema de primera mano”, y matiza: “La película empieza con las tomas de hoy, en las que se ve a Camps en sus inicios como socorrista”.

Por su parte, Rovira conocía la oenegé  y hasta había colaborado. "Este proyecto surgió de la cabeza del director, de Marcel Barrena hace como cuatro años, hubo ya una primera llamada. Recuerdo que me dijo: te voy a contar una historia: Dos socorristas de Badalona están aburridos de atender picaduras de medusa y de decirle a la gente que no se meta cuando el agua está mal, en la época en que la foto del niño<strong> Aylan</strong> dio la vuelta al mundo y así decidieron coger la mochila e irse a Lesbos a salvar vidas".

"La cinta no cuenta la historia de Open Arms, cuenta el germén, el como nació todo y como dos socorristas con vocación de salvar vidas se van a Lesbos para echar una mano, creyendo que era algo pequeñito  y se encuentran con una crisis humanitaria y un problema con una envergadura mundial", relata Rovira.

Ha sido un placer rodar esta película, que me costará mucho sacármela de la cabeza. De hecho, pienso que igual podemos seguir. Con Òscar no creo que nos dejemos de ver. El vínculo será para toda la vida”, admite Fernández.

"Durante el confinamiento me reuní varias veces con el director y con Óscar. El guion está muy bien escrito y está muy bien hecha la evolución del personaje como la misma historia", cuenta el intérprete que reconoce que a pesar de que en Grecia había muy poco covid, nos ha dificultado la relación con los inmigrantes porque tenían que estar separados de los actores para evitar los contagios. Y es que si un actor pilla el covid se acaba la película, sentencia  Fernández, que considera que "está película está tocada por la varita mágica, en dos meses de rodaje nadie ha cogido el covid y todo ha salido bien", asegura.

Asimismo, Fernández afirma que no conocía a Dani Rovira. "Es la primera vez que trabajamos juntos. Dani es una gran persona, muy cercano, muy humilde… ha sido muy bonito trabajar juntos e ir aprendiendo uno del otro. Hemos formado un gran equipo", afirma.

“Bestia interpretativa”

“Bestia interpretativa”Sin embargo, Rovira relata que a Eduard lo conocía por sus películas. Para mí el haber actuado con él es como una experiencia actoral religiosa, como la que pude tener con Karra Elejalde. Ha sido un maestro, sin él tener intención de serlo, pero trabajar con alguien que brilla tanto cuando se dice acción, es una bestia interpretativa desde la naturalidad", confiesa y añade: "Nos hemos llevado muy bien. Nos hemos contado todos los chistes que sabemos y nos hemos cogido muchísimo cariño porque ha sido un rodaje  muy codo a codo, hemos estado todos los días rodando y hemos pasado de todo" . "Para mí ha sido un aprendizaje. Si la gente considera que yo en esta película lo he hecho bien o he dado un pequeño salto actoral ha sido gracias a tener a uno de los mejores a mi lado. Eduard Fernández te hace mejor actor”, subraya Rovira.  

Para acabar, Fernández considera que 'Mediterráneo' refleja muy bien la generosidad de los personajes que lo dan todo por salvar vidas. “Se  concreta perfectamente cuando coges a un náufrago para salvarlo, no hay nada genérico, todo es muy concreto: como consigues dinero, como vas a la barca, como coges una moto de agua,  que si te caes al agua se desconecta, como salvas a la gente, de dónde vienen, si de Siria, Turquía, Afganistán, que viaje hacen, la guerra que hay, si Europa vende armas a Siria y a la vez, los sirios huyen de la guerra y regresan a Europa… Es todo muy complejo, pero está muy bien explicado”, asegura y recalca: “Ha sido un rodaje bastante duro. Hemos pasado frío en el agua, pero así queda reflejada la realidad en la cinta y eso es lo que importa”, concluye.

Suscríbete para seguir leyendo