Meghan Markle: "Es bueno estar en casa"

"Es bueno estar en casa", reconocía Meghan Markle el pasado viernes mientras participaba en una videollamada para dar su opinión de nuevo contra el racismo y hacer campaña sobre algo que tiene obsesionado al matrimonio, lo perniciosas que son las redes sociales cuando escarban en la vida de los ricos y famosos. También de los que un día no muy lejano ejercieron de 'royals'. "Hay mucha toxicidad en ciertas informaciones", aseguró la exactriz, de 39 años, que tiene varios frentes abiertos con la prensa sensacionalista en Reino Unido y en Los Ángeles, donde ha emprendido acciones legales contra uno o más 'paparazzi' por hacer fotos de su hijo Archy.

Hablaba Meghan en una cumbre organizada por 19th, una nueva organización de noticias integrada en su mayoría por mujeres. Y lo hacía sentada en una butaca de color crema. Detrás, desde una ventana, se apreciaba el verdor de los árboles, desde el que presumiblemente es su nuevo domicilio fijo. Desde principios de julio en que se mudaron, los Sussex son los propietarios de una casa en Santa Bárbara, ciudad costera al norte de Los Ángeles. Concretamente se han instalado en Montecito, un enclave privilegiado donde tienen pensado echar raíces y criar a su hijo Archie tras su alejamiento de la familia real británica consumado el pasado enero. Durante un tiempo estuvieron viviendo en una mansión en Los Ángeles (bueno y antes en Vancouver, Canadá), pero aquello fue una solución temporal.

Según ha detallado 'Los Ángeles Times',  desde la mansión se contempla el Pacífico. La edificación consta de 1.734 metros cuadrados en una parcela de más de dos hectáreas de terreno, una finca por la que los duques habrían pagadounos 14 millones de euros, unos 13 millones de euros.

Casa con pasado

La casa, construida en el 2003, como muchas en la zona es lo que los norteamericanos llaman estilo mediterráneo, con exteriores en color beige y madera. En el exterior, en una amplia zona ajardinada, hay piscina, estanque, cancha de tenis y una casa para invitados. En el interior, entre rústico y clásico, destacan los suelos y techos de piedra y madrera natural, que dan a la casa un ambiente acogedor. Sus estancias suman 16 baños y 9 habitaciones además de salón, más de un comedor, biblioteca, cocina equipada con dos islas y horno de piedra. La casa, según ha publicado 'The Sun', el diario al que han denunciado los Suxxex, tiene también un pasado: perteneció al oligarca ruso-norteamericano Sergey Grishin, acusado de malos tratos por su exmujer.

En la elección del lugar quizá haya tenido que ver la presentadora Oprah Winfrey, amiga de Meghan pues estuvo hasta en su boda en el castillo de Windsor. También tienen casa cerca otra presentadora Ellen DeGeneres, y a los actores Ashton Kutcher y Mila Kunis y Gwyneth Paltrow. Un vistazo a las immobiliarias en Montecito no deja dudas: la oferta está entre los dos y los 15 millones de euros de media.

Además de esta casa, la pareja tiene que hacer frente todavía a la deuda contraída en Reino Unido. Tras anunciarse el embarazo de Meghan y la ruptura definitiva de las oficinas de los Sussex y los Cambridge, se supo que la pareja estaba preparando un nuevo hogar familiar en los aledaños del castillo de Windsor, a 35 kilómetros de la capital británica. Allí, tras usar tres millones de libras del presupuesto real, solo vivieron en Froggmore Cottage unos pocos meses antes de renunciar a ser miembros de la familia real británica y por la que aún le debe a las arcas reales más de 3 millones de euros (3 millones de libras) por la renovación.