PADRE DE TAMARA FALCÓ PREYSLER

Muere Carlos Falcó, marqués de Griñón, por coronavirus

El empresario y aristócrata, de 83 años, estaba ingresado desde hace unos días en la Fundación Jiménez Díaz de Madrid

Muere el Marqués de Griñón a los 83 años con coronavirus

Muere el Marqués de Griñón a los 83 años con coronavirus. / periodico

Natalia Vaquero

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Carlos Falcó, marido de Esther Doña, ha fallecido por coronavirus. El padre de Tamara Falcó Preysler, de 83 años, fue ingresado en la Fundación Jiménez Díaz de Madrid y era una persona de riesgo. En el mismo hospital está ingresada Esperanza Aguirre y su marido, además de Lorenzo Sanz, expresidente del Real Madrid.  En julio, Falcó y Doña hubieran cumplido dos años de casados. Anteriormente, estuvo casado con Isabel Preysler lo que le proporcionó el salto a las páginas couché.

Falcó siempre presumió de plantar cara a las adversidades con la misma naturalidad que rememoraba su amistad con el rey Juan Carlos o aplaudía la vitalidad de su prima la Duquesa de Alba, Cayetana.

"Yo nací en el Palacio de Dueñas", comentaba el marqués de Griñón a Prensa Ibérica, del mismo grupo editorial que Zeta, quien apelaba a la creatividad española para sortear las dificultades económicas. Además, enarbolaba siempre la bandera del lujo como fórmula para crear empleo.

Desde mayo del 2011 presidía el Club Fortuny, dedicado a promocionar en todo el mundo las marcas españolas de alta gama, es decir, de lujo.

Productor de vinos y aceites

Sin olvidar su faceta como productor de selectos vinos y aceites de oliva, Carlos  Falcó se casó cuatro veces e hizo gala de gozar de una salud de hierro. "Siempre he mirado mucho lo que como y lo que tomo", aseguraba el exmarido de Isabel Preysler y padre de Tamara, quien además de compartir cacerías con don Juan Carlos compartía médico, el doctor Ángel Villamor.

“Yo me cuido mucho. Todo lo que como y tomo es sano y procuro que tenga muchos antioxidantes”, declaraba antes de revelar que tomaba selenio para conservarse” y se lo recomendaba a Juan Carlos. “No sé si me hacía  caso”, reconocía, el que fue amigo de infancia del Rey emérito.