40 AÑOS DE LA MUERTE DEL GRAN DIVULGADOR

Odile Rodríguez de la Fuente: "Mi padre fue como un personaje de ficción"

La bióloga acaba de publicar un libro en el que recuerda a su padre, fallecido hace 40 años

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Silvia Alberich

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Su pasión por la naturaleza le viene de familia. Odile Rodríguez de la Fuente (Madrid, 1973) es la hija menor del recordado divulgador ambientalista Félix Rodríguez de la Fuente. Coincidiendo con el 40º aniversario de su fatídica muerte, el 14 de marzo de 1980 en un trágico accidente de avioneta en Alaska, Odile ha publicado 'Félix. Un hombre en la tierra' (GeoPlaneta), donde recoge el legado del recordado humanista a quien RTVE rinde homenaje con una programación especial que incluye diversos programas y documentales.

-¿Qué siente al ver que su padre sigue siendo tan especial?

-Que su mensaje fue muy importante en su época y sigue siéndolo, desafortunadamente.

-¿Desafortunadamente?

-Sí, porque no hemos avanzado mucho en ese sentido. Hemos mejorado, porque la conciencia ambiental está más extendida y por primera vez tenemos una vicepresidencia de Transición Ecológica, pero los retos están ahí. Seguimos teniendo una mentalidad muy materialista y productivista y una relación de explotación con el medio. Este libro es de suma actualidad. Mi padre fue un visionario y sigue siendo una fuente de inspiración.   

-Curiosamente, nació y murió el mismo día, el 14 de marzo, una peculiaridad que comparte con otros personajes míticos como Ingrid Bergman o Franklin Roosevelt.

-Sí. La propia vida de mi padre fue muy curiosa, como la de un personaje de ficción. Tiene tantas singularidades que parece que alguien se las haya inventado.

-Detálleme alguna.

-Por ejemplo, que no se escolarizó hasta los 10 años y vivió una infancia libre y montaraz, como él mismo decía. Estudió Medicina y se especializó en Estomatología, pero decidió no ejercer, teniendo la vida asegurada como dentista, y resucitó el arte de cetrería. Mi padre se convirtió gracias a sus documentales en televisión en alguien muy popular. Tenía más audiencia él que el fútbol en la España de los 70. 

-Usted es la principal divulgadora de su legado. ¿Qué es lo más importante que nos dejó?

-Las incontables personas a las que de alguna manera tocó con su mensaje, las vocaciones que despertó y cómo eso se convirtió en una onda expansiva, porque su mensaje y legado han crecido con el tiempo.

-¿Qué cuenta en el libro? 

-Realmente, el libro es de mi padre. Yo he escrito las introducciones y marcado los ejes de su carácter y su visión, pero el 90% de esta publicación es él, sus reflexiones, sus pensamientos… He revisitado toda su obra, tanto la radiofónica como la televisiva y la editorial, así como sus colaboraciones en medios, charlas e incluso sus cartas, y he extraído su espíritu y su carácter. 

-Como visionario, ¿sobre qué problemas alertó?

-Ya denunció que estábamos amenazando seriamente el equilibrio entre lo vivo y lo inerte y que todo lo que le estamos haciendo al medio natural nos iba a pasar factura, como así ha sido. Mi padre habló de que la Humanidad sería capaz de conectarse de forma instantánea y global en el tiempo y compartir cultura y conocimiento, lo que hoy en día conocemos como Internet.  También habló de la cultura del engaño y la manipulación y destacó la importancia de formarse en diferentes disciplinas para desarrollar un criterio propio.  

-Su padre era un apasionado de la cetrería y los lobos. ¿Comparte esta afición?

-Siempre me han encantado las aves de presa, pero la cetrería es muy sacrificada y no la practico, aunque la entiendo y la respeto. Con los lobos tengo una gran conexión, pero quizás tengo una relación más íntima con el campo. Me encanta la agricultura y vivo en un pueblo de la provincia de Guadalajara desde hace una década, cuando nació mi primer hijo. Necesito pisar la tierra, oler el campo, ver las estrellas y el paso de las estaciones porque, sino, me marchito. No podría estar rodeada de cemento y de ruido.

-¿Por qué cree que fracasó la Cumbre del Clima de Madrid?

-Porque aún vivimos en un mundo muy complejo y hay muchos intereses contrapuestos hacia el cambio de paradigma, hacia un mundo más sostenible y equitativo, donde la vida esté en el epicentro. Tenemos las herramientas para lograr ese cambio, pero este exige orquestarlas y que realmente haya voluntad de hacerlo por parte de los dirigentes. En este sentido, confío más en la gente que en los poderes políticos.

-Presentadores muy vinculados con la naturaleza, como Frank de la Jungla y Jesús Calleja. ¿Tienen algo en común con su padre?

-Sí. Los dos son auténticos, son ellos mismos y tratan de difundir lo que les encanta. Los conozco personalmente y ambos me han dicho que hacen lo que hacen gracias a mi padre.

-Él llegó a concebir un mundo donde el ser humano viva en armonía con la naturaleza y consigo mismo. ¿Es posible?

-Yo creo que sí. Soy humanista y confío ciegamente en el ser humano. Nos reconciliaremos con nuestra propia esencia. Creo que hemos de tocar fondo de verdad para reaccionar y darnos cuenta de que lo único importante es la vida.

-¿Seguirá escribiendo?

-¿Por qué no? Ha sido una experiencia muy bonita y satisfactoria. De momento tengo varios proyectos de televisión relacionados con la divulgación científica medioambiental y el cambio climático, que es mi fuerte.