Los hijos artistas de Boris Becker

Tiros largos para el mundo del deporte el pasado lunes en el Verti Music Hall de Berlín. Se celebraban los premios Laureus, que premiaron al piloto británico Lewis Hamilton (presente en la cita) y a Messi (ausente, estaba en Dubái). Y en al alfombra roja pudo verse al veterano tenista Boris Becker, de 52 años, posando orgulloso junto a sus hijos mayores: Noah Gabriel, de 26 años, y Elias Balthasar, de 19.

La sombra de la mejor raqueta que ha tenido Alemania es alargada y esta vez cobijaba de nuevo a los dos jóvenes, fruto de su primer matrimonio con Barbara Feltus, la diseñadora germano-estadounidense con quien el triple campeón de Wimbledon estuvo casado ocho años, con la que protagonizó un multimillonario divorcio, y con la que mantiene una buena relación. Feltus no salió en la foto, pero estaba con sus hijos y su ex en Berlín.

Ninguno de los dos jóvenes ha decidido seguir los pasos de la leyenda. Noah es artista y diseñador. Es pintor de cuadros y murales a gran escala de intensos colores. Uno de sus clientes fue Lenny Kravitz. El músico le pidió al hijo de Becker que decorara alguna de las paredes de su casa en Brasil. Noah llegó a dirigir incluso uno de los vídeos musicales del cantante, '5 More Days 'Til Summer', en el que también aparece su hermano Elias, bailando con el pelo teniño de rosa en unas dunas. 

Bajo el pseudónimo Knowa, Noah ha producido algunos discos de música house y con cierta frecuencia pincha en clubes europeos. También toca el bajo con la banda Bakery y mantiene su marca de ropa Fancy, con la que vende fundamentalmente camisetas con un rollo muy urbano. También ha sido imagen de los polos de Lacoste.

Hace un par de años, Noah fue noticia por su tuit racista. Presentó una demanda contra un  diputado del partido ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD) que le llamó "pequeño seminegrata" en la red social . Fue su respuesta a unas declaraciones del hijo mulato de Boris que lamentaba que Berlín era una "ciudad para blancos", donde alguien como él podía sufrir discriminación por el color de su piel, en comparación con otras capitales como Londres y París. Su padre pidió públicamente que no se pasara por alto este tipo de insultos y llamó a luchar contra el racismo. Noah finalmente ganó el juicio y fue indemnizado.

Suerte como modelo

Elias, de 19 años, ha probado suerte como modelo. Figura en la agencia Elite Model Management de Nueva York y en la Select Model Management en Londres. Ha desfilado para el diseñador alemán Michael Michalsky y Dolce & Gabbana. Pero su pasión es el cine. Se mudó a Londres para estudiar dirección de cine e interpretación.Mientras le llega una oportunidad, hace cortos y trabaja en el lanzamiento de una plataforma digital que reúne a jóvenes artistas de cine en Nueva York y Londres.

Además de Elias y Noah, Boris Becker es padre de otros dos niños. Amadeus Becker, de 10 años, fruto de su matrimonio con la exmodelo de origen holandés Lilly Kerssenberg, de la que se divorció hace un par de años. Y Anna Ermakova, de 19 años, nacida de un encuentro fugaz con la modelo rusa Angela Ermakova en un cuarto del restaurante Nobu en Londres. En el juicio por la demanda de paternidad, los abogados del deportista intentaron hacer creer que la modelo rusa le había sustraído semen como parte de una operación para denigrarlo. Con el tiempo, él llegó a decir: "Fueron los cinco segundos más caros de mi vida".

Sea como fuere, el nacimiento de esta niña en el año 2000 terminó con el primer matrimonio del alemán con Barbara Feltus, que además estaba embarazada de su segundo hijo, de ahí que ambos tengan la misma edad. Tras la demanda de paternidad, Boris tardó siete años en reconocer con padre a la pelirroja y pecosa Anna, que es también modelo. 

Desde su debut en la Berlin Fashion Week del 2014, ha realizado diferentes trabajos, desde portadas de revista y anuncios hasta desfiles de pasarela. "Con el tiempo he crecido y soy feliz. Mi hija Anna es una de las mejores cosas que han pasado en mi vida. Estoy muy orgulloso de ella", reconoció finalmente un Becker que ha conocido mejores momentos. Y es que desde hace años, el extenista, que ha trabado como comentarista deportivo para la BBC y protagonizado algunos anuncios, arrastra graves problemas económicos tras dilapidar una fortuna en abogados y demandas. Fue declarado insolvente en el 2017 por un tribunal de Londres y hasta la que fuera su mansión en Mallorca se le llenó de okupas.