La dama del teatro

Fue la primera dama del teatro. Toda una revolucionaria de la escena. Cualquier persona que pase estos días por Madrid tiene ahora la mejor excusa para rendirle homenaje gracias a la exposición Margarita Xirgu (1888-1969), la primera actriz. La muestra, que es gratuita y estará abierta hasta el 10 de junio en el Teatro Español, es modesta pero lo suficientemente emotiva como para redescubrir a la catalana artífice del Festival de Mérida. Esa mujer de mirada intensa que un día tocó con sus pies descalzos las piedras del Teatro Romano y dijo: "Ahora ya me puedo morir".

El Festival de Mérida cumple este año el 75° aniversario. La exposición es una manera de rescatar del injusto olvido a la persona que lo hizo posible. El plato fuerte de la muestra son las fotografías, muchas de ellas rescatadas del archivo de la agencia Efe.

Mil elogios

Algunas imágenes enseñan a Xirgu (que salió de España en 1936 para nunca más permitírsele regresar en vida) en el Teatro Romano de Mérida, donde protagonizó Medea bajo la atenta mirada del presidente Manuel Azaña y otras autoridades políticas y culturales de la segunda República. Su manera de interpretar le valió mil elogios a la imponente actriz. Entre ellos, el del traductor del texto de Séneca, Miguel de Unamuno: "Xirgu ha convertido este personaje, imaginario o real, en un ser vivo que se apodera de nosotros en cuerpo y alma". Los visitantes se pueden emocionar viendo el libro de firmas del teatro, entradas que el público compró para ver la obra e, incluso, los programas de mano.

Cuanto más amarillo es el papel de los documentos expuestos más sobrecogedor resulta pensar en aquella época. Corría el año 1933. Faltaban tres para su exilio. En ese mismo año, 1936, su gran amigo y colega Federico García Lorca fue asesinado. "No cabe en mi imaginación que se hayan atrevido a dar la orden de matar a Federico. Era una criatura maravillosa", dijo Xirgu. La muestra incluye dos hojas en las que el poeta granadino escribió en 1935 un poema dedicado a su actriz. También se pueden ver los dos trajes que Xirgu lució durante la representación de dos obras de Lorca: el alegre y color salmón de Doña Rosita la soltera y el negro y triste de La casa de Bernarda Alba.

Ejemplo de universalidad

El director del Teatro Español, Mario Gas, anima al público a visitar la exposición y asegura que Xirgu es un ejemplo de la universalidad del teatro. "La actriz --añade Gas-- comprendió que la escena es un arte que nos iguala sin prescindir de nuestras raíces". En la misma línea, el comisario de Margarita Xirgu, la primera actriz, Gregorio González Perlado, destaca que no cabe mayor desconsuelo que el olvido que sufrió la catalana. El franquismo censuró su nombre en teatros, diarios y libros de texto. Se convirtió, según el responsable de la muestra, en una persona "expulsada, expropiada, expoliada y explotada". Ya es hora, pues, de recuperar el espíritu de la primera dama del teatro.