VÍDEO PARA 'BRITISH VOGUE'

Sophie Turner se apunta a la moda del yoga con cabras

La agerrida Sansa Stark suele practicar boxeo pero su amor por los animales le ha llevado a probar esta variante de la disciplina india clásica que se ha puesto de moda en EEUU y el Reino Unido

Sophie Turner, el pasado viernes en París.

Sophie Turner, el pasado viernes en París. / periodico

Laura Estirado

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

La nívia y delicada Sophie Turner que da vida a Sansa Stark en Juego de tronos se parece más en la vida real a la guerrera Jean Grey que interpreta en Dark Phoenix, el filme de la saga de X-Men que se estrenará el próximo 7 de junio. La joven actriz británica, de 23 años, es fanática de practicar deportes que la hagan sudar. Entre todos, prefiere el boxeo, y, por "recomendación médica" rehúye de la esterilla de yoga. Ahora bien, si se trata de probar la variante de moda en Hollywood de esta milenaria disciplina india Turner se lanza de cabeza, pues es una amante incondicional de los animales (algo que le llevó a adoptar a Zunni, la perra que hacía de lobo huargo en el set de rodaje de la serie de HBO). 

Ha sido la revista Voguela que ha invitado a la artista a probar una sesión de Extreme Wellness de yoga con cabras, también conocido como goga. gogaLa agerrida estrella televisiva, que el próximo verano se casará con el músico Joe Jonas, de los Jonas Brothers, equipara la experiencia a un "éxtasis puro y total".

Mejor que cuando Jonas se le declaró

"Nunca sentí tanta emoción en toda mi vida, jamás. Y se me han declarado, y no fue el mejor día de mi vida. Pero este día sí", confiesa con una sonrisa pícara en los labios.

Antes de empezar la sesión, Turner tenía sus dudas: "¿Se harán pis encima?" [sic]. Puede, pero antes que nada toca recogerse el pelo porque a las cabras le gusta ¡masticarlo!

Estos animales son escaladores por naturaleza, cuando ven una superficie quieren treparla. En el caso del yoga, esa supercie es la persona. Por eso lo importante es no hacer movimientos bruscos para no asustar a las cabras y en el caso de tener el pelo largo, atarlo porque les gusta comerlo. 

"El yoga es algo nuevo para mí, de hecho, mi doctor me lo desaconsejó. La emoción que sentí cuando vi salir a las cabras fue un éxtasis puro y total", explica Turner en la entrevista con Vogue. Cuando "una mamá cabra" -un ejemplar grande- se le encaramó en la espalda, la actriz cuenta que tuvo una extraña sensación: "Me dolió bastante, como un masaje deportivo".

Al final, Turner asegura que estuvo más pendiente de los animales que de los ejercicios: "No hice mucho realmente, me distraje, no hice nada más que acariciar a las cabras". También les dio el biberón ("estoy alimentado a las cabras con biberones mientras hago yoga, ¡esto es genial!", exclama en el vídeo).

Sesiones con perros y gatos

Las cabras no son los únicos animales que participan en las clases de yoga. También las hay con gatos, perros, conejos y hasta lémures. Según los expertos, los animales contribuyen a reducir la ansiedad, la fatiga y a mejorar la depresión.

Las clases con cabras empezaron a ponerse de moda hace tres años.  Lainey Morse fue la mujer que inició esta locura en su granja de Oregon (EEUU). Empezó a practicarlo tras ser diagnosticada con el síndrome de Sjogren, una enfermedad autoinmune que afecta a los pulmones y el cerebro y da fatiga extrema. Sus cabritas dice que la ayudaron. "Es realmente difícil estar triste y deprimido cuando tienes chivos saltando a tu alredor", defiende la fundadora del movimiento.

Otra famosa instructora de Los Ángeles, Michelle Tritten, asegura que esta modalidad "es una experiencia divertida, inocente y alegre, una oportunidad para que la gente se reúna y disfrute al aire libre, de los animales y el yoga". "Trae sonrisas y felicidad, algo que todos necesitamos", asegura sobre esta tendencia que se ha extendido también en campus universitarios como los de Texas y Kentucky.

Kate Beckinsale y Khloé Kardashian

El año pasado, la moda yogui cruzó el Atlático cuando la popularizó la actriz inglesa Kate Beckinsale (Pearl Harbor, Serendipity, y varios filmes de la saga Underworld), que celebró su 45º cumpleaños haciendo yoga con una cabra pigmea y subió una foto a Instagram. Ahora, varias granjas del país se han convertido en destino goga para cientos de adeptos.

También Khloé Kardashian participó el año pasado en una clase con cabras para el programa What the fit, con el actor Kevin Hart.

El yoga con cabras tiene muchos beneficios, según la escuela Party Goats de Los Ángeles. Entre otros, diversión, risas garantizadas, mejora la fuerza del tronco y los estiramientos, además de "enseñar que hay que vivir el momento y que la vida puede ser impredecible". Los animales han sido entrenados para ello, garantizan desde su web, en la que detallan que una clase de una hora con dos monitores (para la persona y el animal) cuesta 400 dólares.