HASTA ABRIL, EN EL TÍVOLI

Chanel Terrero: "La escena del agua de ''Flashdance' es muy divertida de hacer"

CHANEL TERRERO

CHANEL TERRERO / periodico

INÉS ÁLVAREZ

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Chanel Terrero (La Habana, 1992) no se llama así porque su madre soñara con esa marca de lujo, sino porque cuando estaba embarazada de ella quedó impresionada con la figura de Coco Chanel, pionera en la moda, y decidió que así se llamaría su pequeña. De algún modo, le estaba imprimiendo un carácter. Porque esta joven de casi 27 años, nacida en Cuba y catalana desde los 3 (cuando se vino a Olesa de Montserrat), vive sus facetas de bailarina, cantante y actriz con tanta energía y pasión como la francesa sus diseños. Dos cualidades que despliega cada casi noche en el Tívoli, donde se pone en la piel de la mítica Alex Owens, aquella joven con sudadera encogida y calentadores que nos enamoró en la película Flashdance a ritmo del FlashdanceWhat a feeling

Un fenómeno que Chanel no vivió en su inicio, porque aún no había nacido, pero que conoció cuando su madre, viendo que la niña tenía mucho arte, le  puso el filme más de una vez: «Y me marcó muchísimo», asegura la artista, que entonces no se imaginaba que suplantaría a Jennifer Beals en un musical. «Hice castings, pasé pruebas durísimas y cuando me cogieron, llamé corriendo a mi madre. ¡Si es que hasta mi prima se llama Jennifer por Flashdance...! Imagínese qué significado tiene para mí», dice la Salma Hayek  del Baix Llobregat (guarda gran parecido con la actriz mexicana).

Ilusión y moratones

Pero mientras que Beals tenía dobles para la escena del casting final (uno de ellos, incluso, un hombre con bigote), Terrero se come toditas las coreografías. «Ahí se ve la dificultad del personaje: hallar a alguien que pueda bailar, cantar y actuar. Aunque aún estoy encontrándome. Y seguimos puliendo cositas», confiesa. 

Su enorme ilusión no le libra de los moratones (tiene las piernas llenas), pero la impresionante escena del chorro de agua que cae violentamente sobre su cuerpo no es tan molesta como parece. «Es brutal: con la luz en contra, el subidón de la banda en directo, el humo, el agua que cae... Y es muy divertida de hacer, sobre todo porque el agua está calentita (ríe). No puedo ponerme mala...», advierte.

De Beyoncé con Shakira

El de este musical es un sueño cumplido, pero no el único. Otro ha sido bailar con Shakira. «El de Suerte fue el primer videoclip que vi en mi vida. Y estar ahí subida al escenario, con ella dándolo todo, la gente gritando... Me sentí Beyoncé». Su ídolo. Otra meta lograda  ha sido intervenir en musicales como El Rey León y participar en series: Águila Roja, El secreto de Puente Viejo,  La Pelu, B&B, El Continental..., en las que ha desempeñado pequeños papeles que le han hecho crecer  como actriz.

Pese a que ella se considera artista: «Es lo que digo que soy cuando me preguntan. Aunque en España no se concibe la artista completa. Es muy fuerte». Y prosigue: «Con todo trabajo he sacado algo que aprender. En la producción diaria, a memorizar. Cuando me duchaba, me ponía los textos fuera de la mampara para lograrlo. En Águila Roja, mi primera serie, aprendí las técnicas: las marcas en el suelo, ir a favor  de la cámara. En El Continental, a trabajar con planos cerrados como en el cine...».   En la gran pantalla, una gran experiencia ha sido El rey de La Habana, de Agustí Villaronga, que no se pudo rodar en la isla caribeña. «Yo Cuba la conozco, porque mi madre la echaba  de menos e iba cada verano. Fue una lástima no poder rodar allí, pero tan bonito hacerlo en Santo Domingo...».  

Rasgos latinos

Otra lección que ha aprendido esta voraz aprendiz es que sus rasgos latinos (bellísimos, por cierto) pueden ser una pega o una virtud. «Al principio de mi carrera, me quejaba porque ni me citaban a las audiciones, pero mi madre me dijo: «El perfil que tienes es tu perfil. En algunas tendrás pocas oportunidades y en otras, más. No es bueno ni malo». Y así ha sido. Ahora acaricia incluso el sueño americano: «En septiembre hice una audición con un director muy importante, por lo que veo más cerca Hollywood. No tengo límites».  Ambición, constancia y talento. ¡Cómo recuerda esta chica a una tal Alex Owens!