OPERACIÓN 'VARSITY BLUES'

Felicity Huffman y Lori Loughlin, pilladas en el escándalo de sobornos para entrar en universides de élite

Las actrices de 'Mujeres desesperadas' y 'Padres forzosos' están entre los 50 inculpados por pagar millones para que sus hijos entraran en Yale, Georgetown y Standford

La actriz Felicity Huffman comparece ante el juez por la supuesta implicación en una red de sobornos

La actriz Felicity Huffman comparece ante el juez por la supuesta implicación en una red de sobornos. / periodico

Agencias

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Cerca de 50 personas, entre ellas las actrices Felicity Huffman (Mujeres desesperadas) y Lori Loughlin (Padres forzosos), han sido detenidas por el último gran escándalo que sacude Estados Unidos. Se trata del mayor fraude en las admisiones de universidades de élite como Yale, Geortown y Stanford que jamás había destapado el Departamento de Justicia. En esta conspiración mafiosa para ayudar a los estadounidenses más ricos a meter a sus hijos en los mejores centros del país están implicados, además de las citadas actrices de Hollywood, conocidos empresarios, así como varios entrenadores. Según el FBI, se trata de una estafa de 25 millones de dólares.

La policía federal le ha echado humor y ha demonidado a la operación Varsity Blues, por la película traducida aquí como Juego de campeones (1999), en la que un joven estudiante de secundaria lo daba todo en el equipo de fútbol americano de su instituto en Texas para poder entrar en una universidad de prestigio y labrarse así un futuro. Justo lo contrario de la red que han desenmascarado aquí.

Resulta que en esta trama los padres llegaron a pagar hasta 6,5 millones de dólares para que sus hijos entrasen sin más méritos en Georgetown, Yale, Ucla o Stanford.   

El fraude comenzó en el 2011, en una pequeña empresa de preparación universitaria con sede en Newport Beach, California, según ha explicado el fiscal general del distrito de Massachussetts, Andrew Lelling. Se basó en sobornos a entrenadores, examinados falsos e incluso fotos manipuladas que tergiversan a los aspirantes no atléticos como competidores de élite para obtener admisiones para los hijos de padres ricos.

"Hicieron trampas"

"Estos padres son un ejemplo de riqueza y privilegios", ha asegurado el fiscal, que ha añadido que conspiraron para ayudar a sus hijos a "hacer trampas". "Por cada estudiante admitido por fraude, un estudiante honesto y genuinamente talentoso fue rechazado", ha lamentado Lelling.

William Rick, de 58 años, es la persona central en esta trama. Este martes se ha declarado culpable de los cargos de ejecutar el plan a través de su Edge College & Career Network, una organización sin ánimo de lucro que ayudaba a los hijos de sus clientes, mediante el pago de 100.000 a 2,5 millones de dólares, a ingresar en una universidad de élite. El dinero se enmascaraba luego como aportaciones a la  beneficencia.

Singer se ha declarado culpable de los cargos de crimen organizado, lavado de dinero y la obstrucción de la justicia. "Y eso ocurrió con mucha frecuencia", ha explicado.

Investigado el actor William H. Macy

La actriz de Mujeres desesperadas, que habría pagado 15.000 dólares por el examen modificado de su hija mayor, ha acudido a declarar este martes vestida con una chaqueta oscura, gafas de sol y una desaliñada coleta. Huffman lo hizo junto con otros 20 acusados en la corte de Los Ángeles. El marido de Huffman, el también actor William H. Macy, conocido por sus papeles en películas como Fargo o la exitosa serie de televisión Shameless, estaba sentado en la primera fila del juzgado con un abrigo suéter gris.

El juez magistrado Alexander MacKinnon ordenó la liberación de Huffman con una fianza de 250.000 dólares antes de su próxima declaración, el próximo 29 de marzo en Boston.

Macy no ha sido acusado en el caso, aunque también se le investiga.

La actriz de Padres forzosos Lori Loughlin también acusada en la trama. Su marido, Mossimo Giannulli, es un diseñador de moda conocido por su marca Mossimo, y se le pudo ver en el juicio vestido con una sudadera con capucha y el pelo muy corto. Fue liberado tras pagar un millón de dólares. Ambos están acusados de pagar sobornos de 500.000 dólares a cambio de que sus dos hijas fuesen aceptadas en el equipo de remo de la Universidad del Sur de California, pese al hecho de que no practicaban deporte, y así facilitar su admisión.