ENTREVISTA CON LA PERIODISTA CATALANA

Karmele Marchante: "El oficio más antiguo del mundo es el de maltratador"

Ha recorrido las calles de Madrid, los campos de refugiados de Calais y Dunkerke y viajado a Nigeria para escribir 'Puta no se nace'

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Luis Miguel Marco

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Pide que el titular se centre en su libro, 'Puta no se nace', (loquenosedice). Que no se vea ensombrecido por sus ocho años del 'Sálvame', de los que se fue asqueada. O por su posado con la estelada para la portada de Interviú proclamando que es 'indepe' y que Catalunya tiene todo el derecho a caminar sola.

Así que Karmele Marchante (Tortosa, 1946) llega vestida con lentejuelas azules y la artillería cargada de titulares como puños. 

-Así que se ha echado a las calles para hablar con las putas.  

-A las calles de Madrid, a los campos de refugiados de Calais, Dunkerke, de Grecia y Turquía. También viajé a Nigeria. El trabajo de un año muy duro. Y me lo he costeado yo.  

-¿Y qué necesidad tenía?

-Soy feminista desde siempre y este es un debate abierto. Quería hablar con esas mujeres y conocer sus historias, su verdad. Y ninguna de las que he entrevistado, aquí o fuera, me ha dicho que lo hace porque quiere. 

-Se iba con termos, zumos, bocadillos, preservativos y lubricantes. 

-Con mi coche, a las rotondas, a los polígonos... en pleno invierno. Y allí estaban dando vueltas vehículos de alta gama y ellas semidesnudas ofreciéndose. Una mujer, una jaula, una fogata, cuento en un capítulo. Luego llegaban los 'bomberos' como ellas llamaban a los agentes de la guardia urbana, y les apagaban el fuego.

-¿España es un paraíso sexual? 

-Es el país europeo que más prostitución consume. De cada diez varones del estado español, cuatro compra sexo. Y de estos cuatro alguno es muy joven. Eso es así.  

-¿El porno es la escuela?

-Ni la familia ni la escuela enseñan a relacionarse sexualmente, así que qué hacen, se tiran a Internet. ¿Qué han hecho las manadas? Todas ellas. Una película pornográfica. Han cogido una chica. La querían sumisa, así que la drogaron, hicieron con ella lo que quisieron y lo grabaron. Se erigieron en protagonistas de lo que consideran su popia hazaña. Han repetido lo que ven en las redes. Por eso yo estoy en contra de la pornografía. Soy abolicionista.

-Ni siquiera la pornografía hecha por mujeres y para mujeres.

-Me la cargo porque reproduce los mismos roles, los mismos lenguajes, todo. Yo sé que es difícil. La industria del sexo genera dinero. Es la tercera más importante después del narcotráfico y las armas. Habría que cambiar el orden neoliberal que impera en el mundo. Eso no le veré yo, pero no me impide denunciarlo. Por eso me he metido en este berenjenal. Para darles voz. 

-Denuncia que las oenegés en España no le han ayudado nada. 

-Por eso me fui con una oenegé inglesa. Las oenegés españolas me han puesto trabas. Tienen unas cuantas supervivientes de la trata que son estupendas y las admiro, pero si antes pertenecían a los tratantes ahora pertenecen a las oenegés. Y repito, hay que meterse en el fango, aunque sientas impotencia y ganas de llorar por tanta injusticia. Pensaba que tenía que hacerlo para callar a la gente que piensa que estas mujeres se dejan penetrar libremente porque les gusta.

-Eso lo dicen algunas profesionales.

-Sí. Las sindicalistas. Hay una organización que sí accedió a hablar conmigo y están en el libro. El colectivo Hetaria. Pero, ¿cómo van a sindicar a unas mujeres como las que yo he visto que no se enteran de nada? ¿Y cuál es la patronal? Los proxenetas. ¿Ellos van a pagar la sindicalización de sus trabajos? ¿Los que las violan, las compran y las venden? Es algo que no se puede creer. Las legalicionistas están pagadas por los proxenetas, por la industria del sexo. Y esto es sujeto, verbo y predicado.  

-Es cierta esa imagen de una tienda de campaña en un campo de refugiados con dos mujeres dentro por donde iban pasando hasta 50 hombres a cinco euros cada uno.

-Como te tengo ahora delante. O una niña en Nigeria con 14 años a la que su familia había vendido a los 10 a una iglesia pentecostal, que pertenece a la mafia, y la llevaron por el África subshariana haciéndole de todo, hasta que se negó y le metieron una cuchara candente por el ano y la vagina. Yo vi las cicatrices: le costaba orinar, defecar. Y en cuanto a las tiendas de campaña, eso fue en Dunkerke. Y eran mujeres que han huido de la guerra y estaban, con su familia, en los campos de refugiados, obligadas a prostituirse. Les pagan cinco euros y de estos cinco euros, ellas solo reciben uno.

¿Algún proxeneta la amenazó? 

-La verdad, no. Perderían el tiempo.

-Denuncia con crudeza el lobi del sexo. 

-La RAE no le acepta la palabra putómano por putero. 

-Yo a la RAE la quiero quemar, así de claro. E·stoy por el lenguaje inclusivo, no sexista. Portavozas, testigas...  

-La imagen que da no se corresponde con su paso televisión.  

-Lo sé. Con eso convivo. Esos años que estuve en un determinado tema, en una determinada cadena, opacan lo que había hecho antes en TVE, en Antena 3. Yo fui cofundadora de Ajoblanco enBarcelona. Y fundadora del Club de las 25 en Madrid.

-Ha acabado renegando de aquella etapa.

-Pue sí. Y el final profesional me coincidió además con un divorcio complicado. Le firme unos poderes a un señor y él me arruinó, tipo Carmen Maura. Se juntaron el hambre y las ganas de comer. 

-Estamos hartas hasta de los minutos de silencio, asegura. 

-Hartas de que nos violen y nos dejen en la cuneta. De que nos maten todos los días. Hartas hasta de que nos descuarticen, nos metan en un congelador y se nos coman. A ver. Desde que hay estadísticas. en estos momentos hay más mujeres muertas por la violencia machista que por ETA. Y la política parece que mira para otro lado. ¿Qué debemos hacer para que no maten a nuestras amigas, a nuestas madres o a nuestras hermanas? ¿Qué podemos hacer? El oficio más antiguo del mundo no es la prostitución, es el maltrato. Porque la mujer siempre se ha considerado una propiedad y hasta el varón más pobre de cualquier país pobre que te puedas imaginar sabe que tiene una mujer, que es suya y puede hacer con ella lo que quiera. Entrevisté a una mujer musulmana que me dijo que su marido hablaba más con la única vaca que tenía que con ella.

-«Todo feminismo termina siendo un machismo con faldas». Lo dijo el Papa hace unos días.  

-Sí. Este Papa que va de guay más vale que esta frase se la hubiera metido por donde le quepa. Porque la Iglesia es un nido de pederastas y van con faldas y a lo loco.