DECLARACIONES CONTROVERTIDAS

Pamela Anderson: "El movimiento MeToo es excesivo para mí"

La actriz y modelo habló sobre el movimiento #MeToo, el feminismo y su relación con Julian Assange en una entrevista con la televisión australiana

zentauroepp38520724 us canadian actress pamela anderson poses as she arrives on 181106113849

zentauroepp38520724 us canadian actress pamela anderson poses as she arrives on 181106113849 / periodico

Jorge Gonzalo

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

En octubre del 2018 surgió el movimiento #MeToo para denunciar el acoso y la agresión sexual, y que se hizo viral en las redes gracias a la defensa que hicieron varios famosos de Hollywood de él, especialmente mujeres. Aún hoy continuan apareciendo escándalos relacionados con casos de acoso como los más sonoros, los de Harvey Weinstein y sigue la protesta por las acciones de este. Sin embargo, existe gente dentro de la industria hollywoodiense que no está del todo de acuerdo con lo que expresa el movimiento #MeToo.

Pamela Anderson, actriz en 'Los vigilantes de la playa' y modelo de Playboy es una de estas voces. En una entrevista a cargo de Liam Barlett en el programa de televisión australiano '60 minutes' que se emitirá el próximo domingo 11 de noviembre al completo, ha afirmado que se considera feminista, pero que cree que "esta tercera ola de feminismo es aburrida, que puede ir demasiado lejos y que paraliza a los hombres". La canadiense es consciente de la polémica que pueden traer sus palabras y sabe que otras voces com Mayim Bialik (The Big Bang Theory) o Catherine Deneuve recibieron fuertes críticas por manifestar su opinión contraria al movimiento. 

Anderson cuenta que el movimiento #MeToo es excesivo para ella. "Lo siento, probablemente me matarán por decir eso, pero mi madre me enseñó que no debía ir a un hotel con un extraño, y que si alguien me recibe con una bata de baño en una reunión de trabajo, debe ser otra cosa" puntualizó refiriendose a los escándalos de Harvey Weinstein y afirmó que "hay cosas que son sentido común".

La actriz de 51 años también ha aprovechado la entrevista para hablar de su relación con Julian Assange, fundador de WikiLeaks, que lleva más de seis años refugiado en la embajada de Ecuador en Londres y con el que admite sentirse muy cercana. Anderson mantiene desde hace dos años reuniones con Assange que duran de tres a cuatro horas y en las que termina exhausta por la cantidad de notas que toma para ser una mejor activista. La modelo define la relación entre ambos como "una lucha romántica" y aclara que entre los dos no hay más que una amistad.

Assange está bajo amenza de extradición a Estados Unidos para enfretarse a cargos de espionaje y no se muestra demasiado contento con las condiciones de vida que tiene en su residencia diplomática, llegando a demandar al Estado ecuatoriano al considerar que están "vulnerando sus derechos".

Aprovechando el contexto de la entrevista, Pamela Anderson ha solicitado a Scott Morrison, primer ministro de Australia, que recupere el pasaporte de Julian y que lo traiga de vuelta a su Australia natal. "Siéntete orgulloso de él y organizale un desfile cuando llegue a casa. Julian ha hecho tanto. Hay mucha locura en este momento, pero cuando se calme, él estará en los libros de historia. Será el australiano más famoso y la persona más importante en esta vida. Es un australiano que está salvando el mundo", ha sentenciado mientras miraba a cámara. 

El ministro Morrison en declaraciones a la emisora Hot Tomato FM dijo que la posición del gobierno respecto a Assange no ha cambiado y bromeó diciendo que tiene varios amigos que le han pedido ser sus enviados especiales para solucionar estos asuntos con Pamela.

La ex conejita Playboy también ha revelado que en una ocasión fue contratada para asistir al cumpleaños del ahora presidente de los EEUU, Donald Trump. Ha afirmado que era habitual que a las conejitas les pagasen 500 dólares por asistir a eventos y que no ha vuelto a cruzarse con el mandatario. Sin embargo, si le envió una carta a su esposa Melania Trump, para que no usase abrigos de piel, ya que según Pamela "le guste o no, la primera dama va a ser un icono de moda".

En lo referente a la consideración que se tiene de ella como un símbolo sexual, ella explica que no le molesta. "Todas las mujeres quieren sentirse sexys. Yo nunca me considere a mí misma hermosa. Siempre pensé que era algo bonita, un poco graciosa... Sería peor no ser un símbolo sexual".