UNA PELÍCULA GAFADA

La maldición del Quijote de Terry Gilliam

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'El hombre que mató a Don Quijote' es una película maldita. Terry Gilliam empezó a rodarla en el año 2000, en Navarra, con un presupuesto de 32 millones de dólares y con Jean Rocheford, Johnny Depp y Vanessa Paradis en los papeles principales. Desde entonces, el rodaje de esta película ha pasado por varios problemas, como la destrucción entera del equipo de filmación por una inundación, falta de fondos para la financiación enfermedad de algunos de los actores. 

El año pasado, Gilliam (exdirector de 'Monty Python'), reveló que había concluido las grabaciones, aunque con los intérpretes  completamente cambiados: Jonathan Pryce ('Juego de tronos', 'Taboo') sería Don Quijote y Adam Driver ('Star Wars episodio VII', 'Star Wars episodio VIII'), como Sancho Panza

El lío llega a Cannes

El lío llega a CannesCannes pretende proyectar el esperado filme en la clausura del festival, el 19 de mayo, pero el exproductor de la película, Paulo Branco, ha denunciado la exhibición de 'El hombre que mató a Don Quijote' porque "viola los derechos de difusión de la obra". Cannes ha asegurado que "no actuó a la ligera" cuando decidió incluir la película en su selección oficial, y ha calificado la actuación de Branco de "intimidación difamación tan irrisoria como grotesca".

El festival ha indicado, en un comunicado firmado por su presidente, Pierre Lescure, que "respetará la decisión" del tribunal, que se hará pública el próximo 7 de mayo. Los representantes del certamen han destacado que los abogados de Branco les han prometido "una derrota deshonrosa", aunque se han defendido alegando que la única derrota "sería ceder ante la amenaza".

La versión definitiva

Branco alega que la actual grabación es una copia de las que él había intentado producir, y que fracasaron en ocho ocasiones desde el 2000. Gilliam y Brando rompieron relaciones por fuertes discrepancias presupuestarias, después de las reiteradas dificultades por tirar adelante su proyecto.

El verano pasado se terminó en España el rodaje que ha dado lugar a la versión definitiva, producida por Gerardo Herrero y Mariela Besuievsky. Ambos han asegurado que no hay ningún problema en la explotación "sin límites en todo el mundo" de la cinta. Han insistido en que el conflicto legal entre Branco y Gilliam  por su anterior proyecto "no tiene nada que ver con la propiedad de los derechos" de 'El hombre que mató a Don Quijote'. 

En una entrevista a 'The Times'The Times, Gilliam afirmó que la última versión de la película había ido "terriblemente bien", aunque admitió que aún se sentía inseguro. A sus 77 años, le asaltan las dudas: "¿Es lo suficientemente buena? ¿Ha valido la pena invertir 25 años de mi vida en esto?".

"Cannes no está por encima de la ley"

Branco ha recordado, en un comunicado enviado por su productora, Alfa Films, que "Cannes no está por encima de la ley" y que la "virulencia agresividad" no cambiarán nada. El productor portugués ha asegurado que ya hay tres decisiones judiciales favorables a su versión, y ha negado haber intimidado a nadie por el hecho de recurrir a los tribunales.

Además, Branco ha considerado "indecente" que Cannes haya comparado la situación de Gilliam con la de otros directores perseguidos en sus países por su forma de pensar y que proyectarán películas en la edición del festival de este año, como el iraní Jafar Panahi y el ruso Kirill Serebrennikov